El gran Manolo

Me van a perdonar la larga cita, pero creo que vale la pena. ¡°Vamos a hacia una derecha universal, hacia una ¨¦poca de un cierto triunfalismo, que no durar¨¢ demasiado, basado en la sensaci¨®n de que en el mundo s¨®lo hay una verdad que son el neocapitalismo y el neoliberalismo, un mercado y un ej¨¦rcito de vigilancia de todo esto. No s¨¦ cu¨¢nto durar¨¢. Durar¨¢ hasta que volvamos a descubrir otra vez que, debajo de este orden, existe el desorden de siempre y que genera otra vez la misma injusticia, falta de igualdad, falta de solidaridad que ha existido, pero incluso reforzada por un neototalitarismo, disfrazado muchas veces de neoliberalismo¡±.

De momento, esto, dura ya diez a?os¡­ y lo que te rondar¨¦ morena. Diez a?os, que son los que van a cumplirse desde la desaparici¨®n del autor de estas palabras, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, a quien La 2 dedic¨® en la noche del domingo al lunes el documental Caleidoscopio Montalb¨¢n, coproducido con TV3 y dirigido por Jordi Seg¨². Un documental absolutamente recomendable para los j¨®venes que no conocieron a quien ha sido la figura m¨¢s l¨²cida de la historia del periodismo espa?ol.

Claro en el razonamiento en las expresiones, en el estilo, dice el diccionario de l¨²cido, a lo que habr¨ªa que a?adir perspicaz, penetrante y sutil. L¨²cido, un calificativo que, junto al de prol¨ªfico, siempre estuvo unido a un V¨¢zquez que se escrib¨ªa encima, pero a quien le molestaba esta ¨²ltima expresi¨®n. Memorable fue el comentario que solt¨® en una entrevista que le hizo Joaqu¨ªn Soler Serrano cuando gan¨® el Planeta, en la que el untoso entrevistador le insist¨ªa una y otra vez con lo prol¨ªfico que era. En un determinado momento, Manolo se lo qued¨® mirando y, con esa tan seriedad tan suya, le solt¨® socarr¨®n: ¡°Hombre, prol¨ªfico no, prol¨ªficos son los conejos¡±.

Pero, s¨ª, V¨¢zquez escrib¨ªa mucho, de todo y adem¨¢s bien. Su rapidez era proverbial. Lo recuerdo, siendo yo un pipiolo, llegar, tras zamparse un cocido, a la redacci¨®n de La Calle y, a la velocidad de un campe¨®n germ¨¢nico de mecanograf¨ªa, escribirse su columna La Capilla Sixtina y una larga cr¨®nica pol¨ªtica que se llamaba Estado de la cuesti¨®n, cuesti¨®n de Estado. Escrib¨ªa tanto que necesitaba varios seud¨®nimos y heter¨®nimos: Sixto C¨¢mara, Manolo V el Empecinado, Luis D¨¢vila, la baronesa D¡¯Orczy, o Jack el Decorador. Algunos de los alter ego de un t¨ªmido proverbial que no solo escribi¨® a raudales de pol¨ªtica, sino que tambi¨¦n lo hizo de gastronom¨ªa, teor¨ªa de la comunicaci¨®n, f¨²tbol, decoraci¨®n, m¨²sica popular, teor¨ªa literaria, o antropolog¨ªa cultural y fue capaz de escribir trece libros de poemas y m¨¢s de treinta novelas. Cuando le preguntaron qu¨¦ iba a hacer con el dinero del Plantea, no se anduvo por las ramas, ¡°comprar tiempo¡±. Algo que necesitaba para dedicarse a su obra ¡°m¨¢s seria¡±, entre la que me atrever¨ªa a destacar Gal¨ªndez, una novela, inmensa, espl¨¦ndida y profunda, que, supongo, reeditar¨¢n con motivo del d¨¦cimo aniversario. Un aniversario que tendr¨ªa que servir para reivindicar su obra period¨ªstica, que est¨¢ siendo recopilada por Editorial Debate y que deber¨ªa ser de obligada lectura no ya en cualquier facultad de periodismo, sino en muchos estudios de ciencias de sociales. El documental Caleidoscopio Montalb¨¢n puede verse en: http://www.rtve.es/television/20130306/caleidoscopio-montalban/614197.shtml

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