¡°Deber¨ªamos tener pol¨ªticos gitanos¡±
Beatriz Carrillo, presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Gitanas Universitarias, lucha contra los estereotipos y por los derechos de su pueblo
¡°Entrar en la Universidad me daba miedo. Estaba totalmente perdida, menos mal que una prima m¨ªa que estudiaba Derecho me fue dejando cartelitos por las paredes de la Olavide en los que pon¨ªa ¡®por aqu¨ª Beatriz¡¯, y as¨ª pod¨ªa encontrar las aulas a las que ten¨ªa que ir. Rid¨ªculo¡±, recuerda ahora entre carcajadas Beatriz Carrillo, que consigui¨® al final su t¨ªtulo de Trabajadora Social. Y aprendi¨® r¨¢pido. Del desconcierto total pas¨® a crear, en 2001 junto a otras 11 compa?eras, la primera Asociaci¨®n de Mujeres Gitanas Universitarias, Amuradi, de la que es presidenta desde su fundaci¨®n. Tambi¨¦n dirige, desde 2003, la Federaci¨®n de Mujeres Gitanas de Andaluc¨ªa, y es miembro del Consejo Estatal del Pueblo Gitano. Trabaja en exclusiva por los derechos de su pueblo, prepara campa?as formativas y se pasa la vida viajando para defender sus objetivos fundacionales: romper los estereotipos contra los gitanos y servir de referencia para la poblaci¨®n.
¡°A m¨ª me encanta que las ni?as gitanas me digan desde muy peque?as, ¡®yo quiero ser como t¨²¡¯. O quiero ser abogada, o lo que sea. Pero que tanto ellas como los padres vean en la formaci¨®n y la educaci¨®n una alternativa vital¡±, dice con ¨¦nfasis. Lo tiene claro: ¡°Una mujer que estudia es una familia entera que se beneficia de esa educaci¨®n. Porque compartimos con nuestros hermanos y padres lo que vamos aprendiendo¡±, asegura.
As¨ª lo vieron las 12 amigas que montaron la asociaci¨®n, que provoc¨® un fuerte impacto medi¨¢tico y social. ¡°?ramos estudiantes de Econom¨ªa, Derecho, Filolog¨ªa Inglesa, Psicolog¨ªa, Magisterio... de todo. Y todav¨ªa seguimos juntas todas en la asociaci¨®n, aunque ya somos m¨¢s de 500 miembros entre gitanos, payos, hombres y mujeres. Hay mucha gente volcada en dar visibilidad positiva a una poblaci¨®n marcada por los estereotipos y la represi¨®n hist¨®rica¡±, declara.
No se enfrentan a una tarea f¨¢cil. Como ejemplo, la cuarta acepci¨®n de la Real Academia Espa?ola define gitano como ¡°persona que estafa u obra con enga?o¡±. ¡°Estamos hartos de reclamar un cambio, pero nos duele m¨¢s el rechazo social, la marginaci¨®n o la dificultad del gitano para encontrar un empleo¡±, explica Carrillo, quien cree que en los ¨²ltimos ocho a?os se han dado pasos hacia atr¨¢s en el proyecto de reconocimiento de la cultura gitana. ¡°Se nos pide integraci¨®n, y por supuesto que tenemos que trabajar en ello. Pero el esfuerzo deber¨ªa ser bidireccional. Nuestra cultura est¨¢ enmudecida, no existe en los libros de texto, no est¨¢ presente en el ¨¢mbito p¨²blico m¨¢s all¨¢ del flamenco. De nosotros se extrapola lo peor. Si aparecemos en algo, siempre se nos presenta como un problema¡±, destaca Carrillo con el gesto indignado.
Pr¨®ximos proyectos
- Gu¨ªa de Cooperaci¨®n con Mujeres Gitanas."Dise?ada para t¨¦cnicos, funcionarios y agentes sociales. Son herramientas para abordar la realidad gitana con sus particularidades". "Hicimos cursos de formaci¨®n para 15 personas, lo ampliamos a 50 y hay gente que se ha quedado fuera. Un ¨¦xito".
- Campa?a Las mujeres gitanas cuidamos de nuestra salud. "Comprobamos que los gitanos ten¨ªamos una esperanza de vida inferior a la de los dem¨¢s y estamos trabajando en programas de educaci¨®n en salud".
Y enumera sin dilaci¨®n lo que le gustar¨ªa que la sociedad supiera de los gitanos: Hemos sido perseguidos desde 1499 por los monarcas, hemos sufrido genocidios, nos condenaron en el holocausto nazi y, durante la dictadura espa?ola, fuimos desplazados a las periferias de las ciudades y se prohibi¨® nuestra lengua. Eso ha provocado que se haya construido a un pueblo visto como un problema y en consecuencia que nos encerremos en nosotros mismos¡±, relata.
Se enfrenta tambi¨¦n a una poblaci¨®n con un alto ¨ªndice de absentismo escolar. ¡°Es una lucha que tenemos y en la que trabajamos sobre el terreno. Aunque a veces es dif¨ªcil convencer a unos padres de que la escuela es buena para su hijo porque no siempre coincide con los valores de familia, comunidad y cohesi¨®n que tienen los gitanos. No ven la formaci¨®n como una expectativa de futuro porque sienten que el sistema les rechaza. Eso es lo parad¨®jico¡±, considera Carrillo.
¡°Por eso, con nuestra presencia intentamos decirles que estudiar nos arma de mecanismos para luchar contra la discriminaci¨®n, que tenemos la posibilidad de crecer personalmente y en familia¡±, repite en su discurso. Y se muestra optimista en cuanto a la respuesta de los padres cuando se enfrentan ante una joven que decide estudiar una carrera. ¡°En ocasiones nos encontramos con reticencias, pero en general les apoyan¡±, valora Carrillo y ofrece datos que lo ilustran: el 80% de los gitanos que estudian en la universidad son mujeres. ¡°Hay gitanas fiscales. Chaplin era gitano, el jugador de f¨²tbol Ibrahimovic es gitano¡±, ejemplifica. ¡°Solo nos falta llegar a la pol¨ªtica en Espa?a¡±, dice mirando hacia el cielo. ¡°Es important¨ªsimo¡±, a?ade.
Beatriz habla de pol¨ªtica y se altera. ¡°Es que vamos para atr¨¢s en derechos, en igualdad, en justicia. No tiene sentido, en el crac de 1929 se suicidaban los banqueros, ahora los que se suicidan son los ciudadanos¡±, observa. ¡°Un cambio es posible y necesario. Este sistema que mantenemos es un desprop¨®sito en cuanto a distribuci¨®n de riquezas. No han sido los gitanos los que han provocado que dos terceras partes del mundo pase hambre. No tenemos poder representativo para eso¡±, dice hilando conceptos.
¡°Por eso es muy necesario que haya gitanos en la pol¨ªtica¡±, reclama. ¡°Nosotros tenemos modelos econ¨®micos alternativos al consumismo, a la individualidad, al abuso de recursos. Hay principios de cooperaci¨®n, redes de cohesi¨®n. Estar¨ªa bien volver a algunas tradiciones, con un sistema de producci¨®n bien adaptado¡±, suelta como en un discurso. ¡°Los gitanos somos algo m¨¢s que bodas¡±, dice en referencia a un programa televisivo que se emite actualmente y que seg¨²n considera va en contra de toda su lucha de a?os.
¡°Pero vamos a seguir trabajando duro, a pesar de los recortes y de la pol¨ªtica¡±, concluye convencida. Despu¨¦s de la entrevista se va a la facultad. Est¨¢ terminando Antropolog¨ªa. Ya no le da miedo la Universidad.
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