Seis mansos con estampa de toros bravos
Urdiales, Mora y Fortes se estrellan con los de Alcurruc¨¦n
La bien pintada corrida de Alcurruc¨¦n sali¨® rana. De principio a fin, sin excepci¨®n. No se salv¨® ni un toro; ni medio. Desde el primero al ¨²ltimo, toda una exposici¨®n de mansedumbre para desesperaci¨®n de lidiadores y p¨²blico. Seria, en tipo, de finas puntas, pero nada m¨¢s. Un dato: tres de los toros, primero, cuarto y sexto, tomaron la primera vara del picador que hac¨ªa puerta. Clara evidencia de su condici¨®n.
Lo de mayor inter¨¦s se vio en el tercero. Un toro al que cost¨® meter en vereda. Huy¨® de los capotes como asustado, hasta que Fortes, erre que erre, logr¨® que metiera la cara aunque tampoco tardar¨ªa en tomar de nuevo un camino sin retorno. No enga?¨® al entrar al caballo. Tres veces fue y las tres se march¨® del trance sin permiso, huyendo a toda m¨¢quina. Y cada vez que sal¨ªa se aculaba en tablas a contemplar el panorama. Esper¨® en banderillas y en una de esas brinc¨® al callej¨®n por la zona cercana a toriles. El futuro no se presentaba feliz para Jim¨¦nez Fortes, pero el malague?o plant¨® cara. Muy quieto de zapatillas, le consinti¨®. Ni hubo ligaz¨®n ni limpieza absoluta, pero s¨ª mucho m¨¦rito en todo. La faena se convirti¨® en un cuerpo a cuerpo; con uno con ganas de luchar, el torero, y otro con ganas de buscar la puerta de la calle, el toro. Un improvisado pase por la espalda, que sorprendi¨® al propio toro, puso nota a la faena. La espada le hizo guardia en primera instancia y rest¨® para el resultado final.
Alcurruc¨¦n / Urdiales, Mora, Fortes
Toros de Alcurruc¨¦n. Bien presentados y de astifinas defensas. De notable mansedumbre, llegaron a la muleta sin entrega ni viaje.
Diego Urdiales: casi entera atravesada que asoma ¨Caviso- y dos descabellos (silencio); pinchazo y dos descabellos (silencio).
David Mora: dos pinchazos ¨Caviso- y descabello (saludos); pinchazo y estocada (saludos).
Jim¨¦nez Fortes: casi entera quasoma ¨Caviso-, m¨¢s de media perdiendo muleta y descabello (saludos); entera y dos descabellos (palmas).
Plaza de Valencia, 14 de marzo. 6? de Fallas. Menos de media.
El toro que abri¨® plaza, al pasito y con la cara alta, fue un soseras. Urdiales dibuj¨® aislados derechazos y naturales pero todo carente de emoci¨®n. Alarg¨® demasiado la faena ante un toro cada vez m¨¢s parado. El cuarto, que ya manse¨® en los lances de recibo, recul¨® en el caballo y fue remiso en banderillas. Desganado en la muleta, embisti¨® a golpes. Urdiales le provoc¨® sin resultado. Le puso inter¨¦s de entrada pero acab¨® por aceptar la verdad. El de Alcurruc¨¦n, lejos de mejorar, dijo que no iba m¨¢s, puso mala cara e incluso mostr¨® su lado agresivo.
El segundo de la tarde floje¨® en el primer tercio y David Mora aplic¨® muleta a media altura. C¨®modo el torero, al aire del toro, la faena no termin¨® de arrancar de verdad. Tir¨® del toro, pero el toro no tiraba. Bocetos de muletazos que siempre se quedaron a mitad. Con el de Alcurruc¨¦n muy a menos, las manoletinas finales pusieron algo de color. Pero no el suficiente.
El quinto pareci¨® tener m¨¢s actitud en la muleta. Mora se meti¨® con ¨¦l, los doblones resultaron vibrantes y aquello tuvo eco. Pero una vez el toro fuera del tercio, no quiso ser la excepci¨®n de sus hermanos. Sin entrega y a medio viaje, Mora aprovech¨® como bien pudo y lo llev¨® a su aire. Mucha voluntad pero escaso rendimiento. El toro, tras recibir el primer pinchazo, cant¨® que lo suyo no era pelear. Y como buen manso, se march¨® a terrenos de toriles.
De sexto y ¨²ltimo salt¨® otro bien pintado toro de Alcurruc¨¦n. Todo estampa, pero nada m¨¢s que eso. Tres veces fue picado y las tres gir¨® grupas en busca de una salida. No quiso caballo ni capote. Fortes, consentidor otra vez, fij¨® las zapatillas en la arena. Pero ni por esas. El toro tomaba dos veces la muleta a la fuerza, pero a la tercera marchaba suelto a terreno de nadie. El asunto acab¨® con Fortes ense?ando la muleta y el toro mirando al tendido o al infinito. Un borrico de toro. Fortes, que hizo bien en no perder m¨¢s tiempo, desisti¨® y se lo quit¨® de encima.
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