Por unos estados generales contra la crisis
Los partidos, para no ahogarse en la charca del servilismo, tienen que mirar de cara a la ciudadan¨ªa y ser sensibles a sus ideas
En Europa, la inteligencia parece estar de vacaciones. La brutal intervenci¨®n de la Uni¨®n Europea en Chipre, poni¨¦ndose la legalidad por montera para confiscar parte de los ahorros de los ciudadanos, coloca a Europa en una situaci¨®n de incertidumbre absoluta y confirma que los prejuicios y una mezquina interpretaci¨®n de los intereses nacionales se han impuesto a cualquier intento racional de ofrecer una salida de la crisis. Hay que hurgar en la enorme mochila alemana, cargada de desatinos hist¨®ricos y de psicopatolog¨ªas colectivas, que lleva Angela Merkel sobre sus espaldas, para entender lo que est¨¢ pasando. Y, sin embargo, todos los gobernantes europeos han dado el visto bueno al descomunal castigo que la UE ha impuesto a los chipriotas. En la pol¨ªtica europea reina el silencio de los mansos.
Mientras esto ocurr¨ªa, el presidente Artur Mas, ha dicho, en una reuni¨®n semiclandestina de su gobierno, que la prioridad es defender el estado del bienestar. Solo si los pol¨ªticos buscan una alianza firme con sus ciudadanos, que genere inquietud en Berl¨ªn y en Bruselas, y les obligue a rectificar, pueden devolver a la pol¨ªtica autoridad y respeto. Y, sin embargo, los partidos catalanes han sido incapaces de ponerse de acuerdo para celebrar un encuentro sobre el paro y la crisis social que est¨¢ devastando el pa¨ªs. Una vez m¨¢s la impresi¨®n que se ha transmitido a la ciudadan¨ªa es que las mezquinas intrigas partidarias lo arruinan todo. Entre tanto, Alemania hace y deshace aprovech¨¢ndose de la impotencia de los dem¨¢s.
Los gobernantes europeos han dado el visto bueno al castigo que la UE ha impuesto a los chipriotas. En la pol¨ªtica europea reina el silencio de los mansos
El fracaso de la cumbre no nata en Catalu?a coincide con la publicaci¨®n de una encuesta en este peri¨®dico, seg¨²n la cual el 86% de los encuestados no conf¨ªa en que los partidos pol¨ªticos les protejan en caso de enfrentarse a un problema de desahucio, al tiempo que ven mucho m¨¢s de fiar a los movimientos sociales. Estos se han ganado su reconocimiento obligando al parlamento a debatir una iniciativa legislativa popular sobre los desahucios y paralizando con sus acciones varios intentos de expulsar a ciudadanos insolventes de sus viviendas. La pasada semana, adem¨¢s, el Tribunal de Luxemburgo declar¨® fuera de la legalidad europea a la legislaci¨®n hipotecaria espa?ola. Es decir, tanto el PSOE como el PP han sido incapaces, por su reverencial temor a los bancos, de cambiar una ley de 1905, y ahora tendr¨¢n que hacerlo obligados por la justicia europea. Son todos ellos ejemplos de que la pol¨ªtica llega m¨¢s tarde que nunca. Los movimientos sociales les adelantan por un lado, la justicia por otro. La pol¨ªtica, bloqueada por poderes externos y contramayoritarios es incapaz de asumir la iniciativa. Solo reacciona cuando ya no le queda otro remedio.
En un momento en que la estrategia pol¨ªtica impuesta desde Europa es asfixiante y discutida en todas partes, ?no tendr¨ªa sentido abrir un poco las v¨ªas de comunicaci¨®n con instituciones privadas, agentes y movimientos sociales? La respuesta de la pol¨ªtica es: que viene el lobo. Que la gente se preocupe por los problemas de todos y preste atenci¨®n a los que se movilizan y hacen propuestas es, dicen, antipol¨ªtica, porque la pol¨ªtica somos nosotros. Este es el mensaje: fuera de la pol¨ªtica solo cabe el populismo o el caos. Populismo es hacer propuestas imposibles de ser cumplidas. ?No fue as¨ª como el PP gan¨® las ¨²ltimas elecciones? La crisis social se agudiza y el territorio acotado ¡ªque los partidos controlan en r¨¦gimen de oligopolio¡ª se desmorona. Si los partidos no quieren ahogarse en la charca del servilismo en que se han metido, tienen que mirar de cara a la ciudadan¨ªa y ser sensibles a sus ideas y a sus impulsos. ?No ser¨ªa el momento de convocar unos estados generales para remontar la crisis social y explorar una alianza entre pol¨ªtica y ciudadan¨ªa? ?O tenemos que dar por hecho que la pol¨ªtica est¨¢ en frente de la ciudadan¨ªa y no con ella? Es muy importante que pol¨ªticos y movimientos sociales se hablen, para reconocerse y poner todas las cartas sobre la mesa. Y, despu¨¦s, que cada palo aguante su vela. La representaci¨®n de la ciudadan¨ªa corresponde a los parlamentos y son ellos los que tienen que tomar las decisiones legislativas. Pero, precisamente para que el v¨ªnculo no se rompa y para que la pol¨ªtica no llegue siempre tarde, podr¨ªa ser ¨²til escuchar a los dem¨¢s. Especialmente cuando la ciudadan¨ªa se siente m¨¢s representada por los movimientos sociales que por los partidos pol¨ªticos. Escuchar, dialogar y decidir, cada cual en funci¨®n de su papel. ?No es esto la democracia? Ser¨ªa una oportunidad para demostrar que Catalu?a puede ser pionera.
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