Empleados p¨²blicos cercan la Generalitat

¡°Habr¨¢ un d¨ªa en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad¡±. Estas eran las palabras que corearon los cientos de m¨¦dicos, profesores, mossos, enfermeros y funcionarios de justicia que abarrotaron ayer la plaza de Sant Jaume de Barcelona para protestar contra los recortes sociales y laborales que est¨¢ sufriendo el sector p¨²blico.

Al son del famoso Canto a la libertad de Jos¨¦ Antonio Labordeta y rodeados por una nube de tijeras de cart¨®n sobre sus cabezas, los empleados p¨²blicos sitiaron la entrada del Palau de la Generalitat en una nueva jornada de protesta convocada, esta vez, por la Plataforma Sindical Unitaria.

Bajo los lemas No aguantes m¨¢s y Nos roban nuestro futuro, una decena de sindicatos se dieron la mano en la concentraci¨®n para protestar conjuntamente contra la subida de las tasas judiciales, el aumento de la jornada laboral o los recortes en sanidad, entre otras reivindicaciones. ¡°Se ha sobrepasado la l¨ªnea roja. Lo que tenemos en juego es el servicio p¨²blico, y el ciudadano ya empieza a notar las carencias. La justicia, por ejemplo, ya se ha convertido en un servicio para ricos¡±, se?al¨® el presidente de la Junta de Personal de Justicia, Eduardo Montesino.

Sobre un manto de pancartas, todas de distinta firma, pero con el mismo mensaje, las pegatinas rojas de ¡°mossos en lucha¡±, se entremezclaron con las samarretes negres ¡ªcamisetas negras, abanderadas de la lucha contra los recortes en sanidad¡ª y las amarillas, de protesta del profesorado catal¨¢n, todas al grito de ¡°No a los recortes¡±.

¡°Llevamos dos a?os luchando contra unos recortes que siempre van a parar a los mismos, los empleados p¨²blicos. Hay que concienciar a la Administraci¨®n de que existen otras medidas¡±, explic¨® la secretaria de comunicaci¨®n del sindicato de enfermer¨ªa SATSE, Sheila Gasc¨®n.

Siete agentes de los Mossos d¡¯Esquadra y una hilera de vallas met¨¢licas marcaban el per¨ªmetro de seguridad que separaba a los manifestantes de la sede del Gobierno catal¨¢n. Solo los representantes de los distintos sindicatos se atrevieron a cruzarlo, de forma pac¨ªfica, para entregar una carta al presidente de la Generalitat, Artur Mas. Finalmente, los l¨ªderes sindicales tuvieron que conformarse con ser recibidos por el jefe de Gabinete de la Presidencia, aunque se mostraron satisfechos dadas las numerosas negativas con la que se encontraron en otras ocasiones.