De abajo arriba

?Existe o no guerra sucia por parte del Gobierno central y de los aparatos del Estado contra el proceso soberanista catal¨¢n? Bizantinismos y nominalismos al margen, hay un pu?ado de hechos objetivos. A mediados del pasado noviembre, en plena campa?a electoral a la Generalitat, fueron divulgados supuestos informes policiales que atribu¨ªan al expresidente Pujol y al presidente Mas conductas delictivas, y relevantes ministros o dirigentes del PP dieron por buenas tales imputaciones; cuatro meses m¨¢s tarde, el ministro del Interior admiti¨® en sede parlamentaria que aquellos informes eran ap¨®crifos y que, en 120 d¨ªas, no hab¨ªa podido averiguar nada acerca de su autor¨ªa. Sin embargo, en esa misma y pat¨¦tica comparecencia, el se?or Fern¨¢ndez D¨ªaz amenaz¨® con la existencia de otros informes policiales (?cabe entender que aut¨¦nticos, esta vez?) muy perjudiciales para Converg¨¨ncia i Uni¨®.

Paralelamente, y a partir del 25-N, la prensa madrile?a m¨¢s gubernamental y m¨¢s subvencionada no ha cejado en su ofensiva por presentar el soberanismo catal¨¢n como la cueva de Al¨ª Bab¨¢. No importa que el banco suizo aludido haya negado la existencia de las supuestas cuentas, da igual la ausencia absoluta de pruebas: los iluminados que pretenden gobernar Espa?a a golpe de editorial y de portada, y sus palmeros a sueldo, siguen aferrados a la cantilena acusatoria, difamatoria y descalificadora, en perfecta sinton¨ªa con el Ejecutivo de Rajoy. Fue fascinante ver, la pasada semana, c¨®mo uno de esos peri¨®dicos se inventaba un supuesto modelo kosovar que inspirar¨ªa el proceso pol¨ªtico catal¨¢n, s¨®lo para que, a los tres d¨ªas, la vicepresidenta S¨¢enz de Santamar¨ªa pudiese glosar la m¨ªsera situaci¨®n de Kosovo y arremeter con ella contra el Gobierno de Catalu?a. Eso se llama trabajar en equipo.

En fin, ?qu¨¦ diremos de la comparecencia en el Congreso, el pasado martes, del general Sanz Rold¨¢n, y de sus sensacionales revelaciones sobre la presunta labor de contrainteligencia que desarrolla la Generalitat en el extranjero? Si el CNI siente amenazada su tarea exterior por el rudimentario y amateur despliegue de la flamante red DiploCat, entonces al Centro Nacional de Inteligencia m¨¢s le valdr¨ªa disolverse, ahorrarnos su cuantioso presupuesto y reconvertir su imponente sede del norte de Madrid en viviendas sociales para desahuciados, que buena falta hacen.

Si el CNI siente amenazada su tarea exterior por el rudimentario y amateur despliegue de la flamante red DiploCat,? m¨¢s le valdr¨ªa disolverse

Anteayer, este diario se hac¨ªa eco de la discreta pero honda satisfacci¨®n, en el v¨¦rtice del Gobierno central y del PP, ante la imputaci¨®n de Oriol Pujol por el caso de las ITV. Es una prueba m¨¢s, la en¨¦sima, de que el Madrid del poder no entiende la naturaleza de lo que est¨¢ ocurriendo en Catalu?a desde el verano de 2010, y en especial desde el pasado oto?o. Creen que todo es consecuencia de la radicalizaci¨®n de Converg¨¨ncia, de la deslealtad y la cobard¨ªa del PSC, etc¨¦tera. Por tanto ¡ªrazonan¡ª si se logra dinamitar a CDC destruyendo su legitimidad hist¨®rica (Jordi Pujol Soley), acabando con su liderazgo actual (Artur Mas) y poniendo fin a la carrera pol¨ªtica del supuesto hereu, la amenaza soberanista estar¨¢ neutralizada, el PSC volver¨¢ al redil del PSOE y regresar¨¢n los buenos viejos tiempos de la conllevancia.

Se trata de un diagn¨®stico completamente equivocado, porque el cambio de paradigma pol¨ªtico en Catalu?a no se ha producido de arriba abajo, sino de abajo arriba, de la calle a los despachos. Y no va a ser f¨¢cil imputar por corrupci¨®n a todos los ciudadanos que se manifestaron el pasado 11 de septiembre, ni siquiera a las decenas de miles de activistas que orbitan alrededor de la Assemblea Nacional Catalana. El liderazgo pol¨ªtico-institucional es muy importante, sin duda. Pero, ?se han detenido en Moncloa y G¨¦nova a pensar qui¨¦n ocupar¨¢ en el seno de CDC el vac¨ªo dejado por Oriol Pujol? ?Han reflexionado sobre a qui¨¦n beneficiar¨ªa el desmoronamiento socio-electoral de CiU? Ciertamente no al PP, ni a Ciudadanos, ni al PSC, sino m¨¢s bien a Esquerra Republicana y a Oriol Junqueras; al cual, por cierto, el CNI ya debe estar inspeccionando hasta las hortalizas de su huerto en Sant Vicen? dels Horts.

Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador.