El Supremo revisar¨¢ la absoluci¨®n de Camps por el ¡®caso de los trajes¡¯

Un a?o despu¨¦s de la absoluci¨®n por un jurado popular del expresidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps por los regalos de los trajes, llega el momento de la justicia profesional. Cinco jueces del Tribunal Supremo deliberar¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 9 de abril, a puerta cerrada, si fue justa la absoluci¨®n de Camps por parte de un jurado popular de esa comunidad que ¡ªpor un resultado de cinco votos contra cuatro¡ª decidi¨® exonerarle en el juicio de los trajes que recibi¨® durante a?os por parte de la red corrupta de G¨¹rtel, que floreci¨® con contratos auton¨®micos durante su mandato en esa comunidad.

No es habitual, pero hay sobrados precedentes de resoluciones del Supremo que revocan decisiones adoptadas por un jurado popular. El Supremo tendr¨¢ ahora tres opciones en esta nueva cita: confirmar la absoluci¨®n de Camps, ordenar repetir el juicio con otro jurado o, directamente, redactar una sentencia condenatoria contra el expresidente. Fuentes jur¨ªdicas de alto tribunal no descartan un vuelco a la decisi¨®n del jurado que se constituy¨® en Valencia (con seis hombres y tres mujeres) para juzgar a quien hab¨ªa sido su presidente, elegido tres veces por amplias mayor¨ªas absolutas.

A juicio de expertos en derecho, el jurado popular obvi¨® pruebas incriminatorias que presentaron en el juicio las fiscales Anticorrupci¨®n Miriam Segura y Concepci¨®n Sabadell, as¨ª como el abogado de los socialistas valencianos, Virgilio Latorre, y liber¨® a Camps y a su otrora n¨²mero dos del PP de Valencia, Ricardo Costa, del delito de cohecho pasivo que se les imputaba. Es decir, de haber aceptado ambos trajes y otras prendas de la red G¨¹rtel valoradas en unos 21.350 euros. Quien supuestamente se los regal¨® fue el hombre fuerte de la trama en Valencia, ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, ¡°el amiguito del alma¡± de Camps. Durante el juicio, fueron especialmente elocuentes los silencios, o los intentos de negativas de los acusados ante las preguntas, adobadas con documentos, que formularon las fiscales y el abogado del PSOE.De nada sirvi¨®. Al t¨¦rmino del juicio, las partes elevaron al jurado una serie de preguntas sobre la conducta de Camps, y aqu¨¦l lleg¨® a la conclusi¨®n de que, incluso en el supuesto de que hubiera aceptado trajes de la trama, estos no se realizaron ¡°en funci¨®n de su cargo¡±. Y le absolvieron.

Y a este argumento sumaron otro, extra¨ªdo de una testigo de referencia (que no tuvo acceso personal a los hechos), Isabel Jord¨¢n, que decay¨® ante otros siete testimonios directos (entre ellos, el de Jos¨¦ Tom¨¢s, el propio sastre de Camps). Estos ¨²ltimos proclamaron que Camps fue el destinatario gratis total de la veintena de trajes y prendas adquiridos por G¨¹rtel en las tiendas madrile?as de Milano y Forever Young. Las mismas en las que se trastoc¨® la base de datos para borrar de los albaranes (as¨ª lo dijo un inform¨¢tico) el apellido Camps y mutarlo por el de P¨¦rez (El Bigotes). El art¨ªculo que imputaban a Camps las fiscales era el 426 del C¨®digo Penal, que castiga con pena de multa (33.000 euros ped¨ªan para Camps) a la autoridad o cargo p¨²blico que recibiere d¨¢divas en ¡°funci¨®n de su cargo¡±. Este fue el gran debate en el seno del jurado, que desoy¨®, adem¨¢s, grabaciones policiales telef¨®nicas entre Camps y El Bigotes en plenos Reyes Magos de 2009. En una de ellas el hombre de G¨¹rtel en Valencia recordaba a Camps el tarjet¨®n navide?o que le acababa de enviar, y zanjaba el distendido di¨¢logo con un ¡°f¨ªjate si te debo [presidente]¡±.

Y todo esto en el marco de las jugosas contratas a dedo (por importe de casi ocho millones de euros) con que la Administraci¨®n de Camps hab¨ªa agasajado a la firma cabecera del PP en la regi¨®n: Orange Market, la sucursal G¨¹rtel en Valencia. El grueso de esos fondos, cinco millones de euros, fueron entregados por la Agencia Valenciana de Turismo a Orange Market por el dise?o y montaje del pabell¨®n valenciano en la feria Fitur entre 2005 y 2009.

El fallo dio m¨¢s peso a testigos indirectos que a quienes vieron los hechos

Las m¨²ltiples irregularidades que, seg¨²n la fiscal¨ªa, cometieron los altos cargos de la Administraci¨®n auton¨®mica al conceder dichos contratos, est¨¢n a punto de ser juzgados despu¨¦s de que el magistrado instructor de la rama G¨¹rtel en Valencia haya dado por finalizada la instrucci¨®n. La de los trajes es una de las seis piezas judiciales abiertas en Valencia por el caso G¨¹rtel. Otra de ellas, es la supuesta financiaci¨®n ilegal del PP regional por parte de ocho empresas constructoras valencianas.

El recurso que analizar¨¢ el d¨ªa 9 el Supremo fue presentado por el Partido Socialista del Pa¨ªs Valenciano (PSPV), pero no lo secund¨® la hasta ese momento especialmente combativa Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. El que, tras mostrar su estupefacci¨®n por la absoluci¨®n, s¨ª vio abundante base para recurrir fue el lac¨®nico y contundente abogado del PSOE, Virgilio Latorre. El letrado sostiene que el jurado incurri¨® en una ¡°manifiesta contradicci¨®n¡± entre los hechos declarados probados por el fallo final. El Supremo, la justicia profesional, tiene ahora la palabra.