Radiograf¨ªa de una autonom¨ªa quebrada

La Comunidad Valenciana est¨¢ a un paso de convertirse en la Grecia espa?ola. La autonom¨ªa que el PP present¨® como un modelo de gesti¨®n en los a?os de Gobierno socialista est¨¢ hoy al borde del default.Los datos econ¨®micos referidos a las cuentas de 2012 han evidenciado que la Generalitat, que preside Alberto Fabra, ser¨¢ incapaz este a?o de cubrir el coste de servicios esenciales, como sanidad y educaci¨®n, sin la aportaci¨®n de fondos de rescate adicionales por parte del Gobierno que preside Mariano Rajoy.

El caso de la Comunidad Valenciana no es ¨²nico, hay otras autonom¨ªas en situaciones similares, pero nunca antes hab¨ªa sido expuesto con tanta crudeza por parte del Gobierno valenciano. Su consejero de Hacienda, Juan Carlos Moragues, no oculta su impotencia para sostener servicios b¨¢sicos ¡ªsolo el sostenimiento de la sanidad y la educaci¨®n rondar¨¢ los 9.000 millones de euros¡ª con una financiaci¨®n auton¨®mica que este a?o rondar¨¢ los 8.300 millones. ¡°Hay que establecer una ruptura con el modelo de financiaci¨®n existente basado en el statu quo y dise?ar un nuevo modelo m¨¢s simple y basado en criterios poblacionales¡±, se?ala Moragues.

Y es que los indicadores sobre la ejecuci¨®n presupuestaria de 2012, han supuesto un mazazo para el presidente valenciano. Desde que sustituy¨® a Francisco Camps al frente de la Generalitat, en julio de 2011, Alberto Fabra ha vivido obsesionado por reducir la ingente deuda acumulada por su antecesor y por evitar que los cortes de luz en la Administraci¨®n auton¨®mica, la falta de calefacci¨®n en los colegios y las protestas por los impagos a discapacitados, farmac¨¦uticos y colectivos de todo tipo se convirtiesen en la imagen diaria de la Comunidad Valenciana en los noticieros.

Sin embargo, pese a que el a?o pasado Fabra logr¨® recortar distintas partidas de gasto, por un importe cercano a 2.000 millones de euros, el esfuerzo parece haber sido bald¨ªo. El ejercicio de 2012 se cerr¨® con un d¨¦ficit rayano en el 3,5%, m¨¢s del doble del objetivo del 1,5% del PIB fijado por el Ministerio de Hacienda y el mayor de todas las autonom¨ªas espa?olas. El desfase entre ingresos y gastos no financieros super¨® el 40% y las perspectivas para este a?o no son mejores.

La burbuja inmobiliaria cre¨® un espejismo y anim¨® el despilfarro

Todo ello ha hecho que Standard & Poor's (S&P) rebajase la calificaci¨®n de la Comunidad Valenciana a largo plazo hasta BB negativo. Se trata del segundo nivel de grado especulativo o bono basura, que est¨¢ tan solo un escal¨®n por encima de la calificaci¨®n griega. "Las cifras de Valencia est¨¢n por debajo de nuestro escenario m¨¢s pesimista, lo que se?ala posibles dificultades para lograr una consolidaci¨®n fiscal", afirma en su informe la agencia.

Algunos de los indicadores son para ponerse a temblar. Pese a los ajustes acometidos, entre 2008 y 2012, la Generalitat duplic¨® con creces la deuda acumulada desde la d¨¦cada de los ochenta. De 13.052 millones, que representaban el 12,1% del PIB hace cuatro a?os, se pas¨® a una deuda de 29.437 millones en 2012, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Banco de Espa?a. Una cifra que representa el 29,3% del PIB regional y la mayor de todas las autonom¨ªas en t¨¦rminos relativos.

A pesar de ello, el 1 de enero de este a?o, la Generalitat ten¨ªa 4.600 millones de euros pendientes de pagar a sus proveedores y, a fecha de hoy, tan solo conf¨ªa en poder transformar esta deuda comercial en deuda financiera a trav¨¦s de las l¨ªneas de cr¨¦dito del Gobierno. El problema es de tal magnitud que, tras las consejer¨ªas de Sanidad y Educaci¨®n, el departamento con mayor dotaci¨®n presupuestaria en 2013 es el de servicio de la deuda, con 1.300 millones de euros destinados a pagar intereses. Una cantidad que permitir¨ªa construir solo en un a?o casi diez aeropuertos como el de Castell¨®n.

La partida m¨¢s grande, tras Sanidad y Educaci¨®n, va a pagar los intereses

Las razones que han llevado al borde del precipicio la autonom¨ªa que preside Fabra hay que buscarlas, sin embargo, en otros puertos. La Comunidad Valenciana re¨²ne tres indicadores que han sido letales en esta larga crisis econ¨®mica: una renta per c¨¤pita un 12% inferior a la espa?ola, una balanza fiscal negativa y una financiaci¨®n auton¨®mica que siempre ha sido inferior a la media del conjunto de las autonom¨ªas de r¨¦gimen com¨²n (211 euros menos por habitante en 2010, ¨²ltimo a?o de referencia).

Durante los a?os de crecimiento econ¨®mico, gestionados mayoritariamente por Camps, la mayor participaci¨®n en los ingresos del Estado y, sobre todo, la recaudaci¨®n generada por la burbuja inmobiliaria permitieron al PP valenciano compensar la deficiente financiaci¨®n auton¨®mica y desplegar una pol¨ªtica de escaparate. Tan solo en 2006 ¡ªel a?o de la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia, las regatas previas de la Copa del Am¨¦rica y las conversaciones con Bernie Ecclestone para conseguir el premio de Europa de f¨®rmula 1¡ª se recaudaron 2.421 millones de euros gracias a la econom¨ªa del ladrillo.

Esos ingresos extraordinarios, que inyectaron r¨ªos de dinero, sobre todo a orillas del Mediterr¨¢neo, permitieron impulsar grandes eventos; hitos arquitect¨®nicos y espectaculares infraestructuras. Todo ello posibilit¨® que Francisco Camps ¡ª¡°un fen¨®meno¡±, como lo calific¨® Mariano Rajoy en 2007¡ª levantase un espejismo de prosperidad por el que se colaron el despilfarro y la corrupci¨®n. El a?o pasado, los ingresos procedentes del sector inmobiliario no alcanzaron ni la cuarta parte de lo recaudado en la ¨¦poca dorada (630 millones) y hoy la mayor parte de las grandes infraestructuras tienen puesto el cartel de ¡°se vende o se alquila¡± mientras los servicios b¨¢sicos sufren una situaci¨®n de deterioro paulatino.

Seg¨²n un estudio encargado por la potente Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios, el gasto en grandes eventos explica el 12% de la deuda acumulada por la Generalitat, al que hay que a?adir otro 8% procedente del sector p¨²blico valenciano. El 80% restante tendr¨ªa su origen en la deficiente financiaci¨®n acumulada, seg¨²n este estudio. "La ¨²nica soluci¨®n es que el Gobierno modifique el sistema para equiparar la financiaci¨®n valenciana a la media estatal y que, mientras tanto, arbitre una soluci¨®n de emergencia", admite el Gobierno valenciano.