Perplejidad y dudas entre los arquitectos
Los expertos reclaman una alternativa para el espacio que quedar¨¢ vac¨ªo tras la decisi¨®n de no terminar las obras
Sorpresa y perplejidad entre los arquitectos gallegos ante la inesperada decisi¨®n de parar la inacabada Cidade da Cultura. Y tambi¨¦n mucha expectativa por saber cu¨¢l ser¨¢ ahora el plan del Ejecutivo para este descomunal conjunto arquitect¨®nico que a lo largo de los 14 a?os fue generando lenta pero progresivamente cr¨ªtica y rechazo entre este colectivo. ¡°Paralizarlo es lo m¨¢s sensato, no es el momento econ¨®mico, hay muchas otras actuaciones que necesitan inversi¨®n p¨²blica¡±, proclama Isabel Aguirre.
Coautora con ?lvaro Siza de una de las intervenciones contempor¨¢neas m¨¢s emblem¨¢ticas en Santiago, el parque de Bonaval, esta arquitecta est¨¢ convencida de que no quedaba otra que renunciar a terminar unas obras ¡°que ya estaban paradas¡±, rese?a. Y tampoco cree dif¨ªcil buscar una soluci¨®n para que funcione el resto del conjunto construido. No lo ven tan claro otros de sus colegas como uno de los arquitectos gallegos con m¨¢s prestigio, Manuel Gallego Jorreto, o el director de la Escuela T¨¦cnica Superior de A Coru?a, Fernando Agrasar. ¡°Es costos¨ªsimo parar, pero tampoco hay manera de seguir adelante¡± en el actual escenario de crisis, subraya Gallego. Sorprendido por la noticia, llama a ser ¡°prudente¡± ante la falta de datos sobre alternativas o costes de una decisi¨®n que genera ¡°demasiados¡± interrogantes. ¡°Siempre me sent¨ª en el fondo manipulado por la falta de datos¡± sobre el proyecto, a?ade Gallego.
¡°El problema es ambiguo¡±, coincide Agrasar, para quien la suspensi¨®n no es necesariamente ¡°una buena noticia¡±, ni algo ¡°que haya que celebrar¡± sin saber la alternativa. Este monumental proyecto ¡°siempre plante¨® un importante problema social, econ¨®mico y de gesti¨®n, y paralizarlo sin m¨¢s no resuelve las cosas, como tampoco lo hace seguir adelante como si no pasara nada¡±. Espera un plan de viabilidad ¡°que deber¨¢ ser muy inteligente e imaginativo¡± para un complejo con ¡°un futuro muy dif¨ªcil¡±. Agrasar rese?a que indemnizar a las constructoras y articular ¡°la convivencia¡± de los cuatro edificios ya construidos con ¡°las ruinas¡± de los que nunca se acabar¨¢n tambi¨¦n ¡°genera problemas de uso y gesti¨®n adem¨¢s de elevados costes de mantenimiento¡±. En su opini¨®n, ya se desaprovecharon ¡°momentos estupendos para parar las obras¡± y replantear este conjunto ¡°descomunal¡±.
A Xerardo Est¨¦vez, arquitecto y exalcalde de Santiago, tambi¨¦n le preocupa que la suspensi¨®n se anuncie sin presentar ¡°un plan alternativo a cuatro o cinco a?os que d¨¦ una soluci¨®n a lo que ya hay construido¡±. ¡°Es una decisi¨®n un tanto precipitada¡±, insiste. ¡°No puede quedar as¨ª, tiene que tener un final¡±, reclama el exregidor, quien considera que sin una alternativa se ¡°da?a la promoci¨®n e imagen¡± de los inmuebles existentes, adem¨¢s del ¡°grave deterioro paisaj¨ªstico y arquitect¨®nico¡± de un entorno muy visible de la capital gallega. Una alternativa ¡°interesante¡±, sugiere Aguirre, ser¨ªa que ese gran hueco de obras inacabadas se incluya en el circuito de las visitas. ¡°Se podr¨ªa explicar y as¨ª mejor entender la historia de todo lo que pas¨®¡±, apunta.
Guarda silencio Antonio Maro?o, que lleva m¨¢s de una d¨¦cada en la direcci¨®n t¨¦cnica del desarrollo de la Cidade da Cultura y fue elegido la semana pasada decano del Colexio Oficial de Arquitectos. Quien nunca call¨®, y desde el principio, su encendida oposici¨®n a este proyecto, Pedro de Llano, ve ahora confirmada todas sus denuncias de hace casi 14 a?os. Mantiene ¡°sin variar una coma¡± un critico art¨ªculo que public¨® tras fallarse el concurso que gan¨® Eisenman ¡°cuando nadie abr¨ªa la boca¡±. Ya vaticinaba entonces que este ¡°megal¨®mano, sobredimensionado, fara¨®nico y deprimente¡± proyecto multiplicar¨ªa por cuatro su presupuesto inicial. Y ahora, ¡°como socialista¡± de ideolog¨ªa se declara ¡°avergonzado¡± de que el PSdeG, en la votaci¨®n del Parlamento, se hubiera abstenido.
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