Expl¨ªcamelo con clicks

Miguel Siles tiene 10 barcos en su casa. Y asegura que no es una vivienda muy grande. Cuando viv¨ªa en un pueblo de Ja¨¦n, pensaba que era el ¨²nico ¡°loco¡±. Cuando descubri¨® en Internet que hab¨ªa otros como ¨¦l, se tranquiliz¨®. Tras trasladarse a Madrid y encontrar asociaciones de personas en su misma situaci¨®n, se sinti¨®, por fin, ¡°normal¡±. Siles es el presidente de la asociaci¨®n de coleccionistas de Playmobil de Madrid y tiene todas sus colecciones de piratas. Es tambi¨¦n poseedor de casi 6.000 clicks, nombre que reciben las peque?as figuras con las que han jugado varias generaciones. Algunos de ellos dan vida a la exposici¨®n que se podr¨¢ visitar hoy y ma?ana en el centro Dune Experience de Pozuelo de Alarc¨®n.

Lo de dar vida es casi literal, porque el visitante podr¨¢ ver a los mu?equitos de cara inmutable en las m¨¢s variadas situaciones. Esto es lo importante de la muestra. Las escenas que han conseguido recrear con los mu?ecos, que llevan todo un estudio detr¨¢s. Si alguien desea ver algunas de las batallas m¨¢s famosas, las formaciones militares romanas o el arresto de unos narcotraficantes en alta mar de una manera diferente, este es el lugar. As¨ª que es una actividad m¨¢s que apta para los alumnos reticentes a estudiar la asignatura de historia.

Los coleccionistas han trabajado durante semanas para que las miles de piezas que componen la muestra recreen estos pasajes. ¡°Algunas de las esposas me han dado las gracias por sacar tanto juguete de casa unos d¨ªas¡±, asegura Antonio Montana, organizador de la muestra. Al finalizar, cada uno se llevar¨¢ sus clicks de vuelta a casa. Los reconocer¨¢n por la marca que llevan las figuritas, la de Siles, que dedica una habitaci¨®n de la casa a guardarlos, es la planta de un pie pintada de color dorado.

El grueso de la exhibici¨®n, 1.200 clicks, se concentran en vender ganado y construir una catedral. La gran maqueta reconstruye la vida en una ciudad medieval en plena celebraci¨®n de una feria. Los compradores llegan a trav¨¦s de los bosques y entran por la muralla. Cerdos, caballos y vacas est¨¢n en venta. A las puertas de la iglesia, los monjes reparten comida a los pobres. Un chaval permanece ajeno a todo tumbado encima de un mont¨®n de paja. Las vendedoras se afanan por vender pescado y los caballeros aparcan sus caballos a la entrada de la posada. En el centro de la maqueta, los obreros levantan el nuevo templo de la ciudad.

Ocho personas dedicaron casi tres semanas en montar la ciudad, que tiene incluso una historia detr¨¢s. El r¨ªo, por ejemplo, se llama Pommes (manzanas en franc¨¦s), un gui?o al Manzanares. Algunos visitantes rastrear¨¢n entre las piececitas tratando de adivinar a qu¨¦ colecci¨®n de Playmobil pertenecen. Para muchos de ellos la respuesta es: a ninguna. Los coleccionistas customizan los clicks para adecuarlos a la escena que se quiere representar.

¡°Es uno de los pocos juegos capaz de unir generaciones¡±, asegura Siles. Los coleccionistas viven impacientes por tener entre sus manos las nuevas creaciones de Playmobil meses antes de que lleguen al mercado. ¡°Antes hac¨ªan una y aguantaba mucho tiempo, ahora sacan cuatro o cinco diferentes cada a?o¡±, explica. Una oferta capaz de saciar el hambre de acumulaci¨®n de unas figuritas por las que no pasa el tiempo.

Centro Dune Experience. 13 y 14 de abril. Entrada gratuita