Caen un 11% las matr¨ªculas en las guarder¨ªas p¨²blicas
Los centros privados tambi¨¦n se resienten con un 9% menos de ni?os en sus aulas
Daniel Monroy inscribi¨® este curso a su hijo Carlos, de un a?o, en la guarder¨ªa L¡¯Estel, de Santa Margarida de Montbui. Hasta entonces, la salud de las finanzas familiares no era holgada, pero suficiente para asumir los 135 euros mensuales de la guarder¨ªa. El plan se fue al traste cuando la empresa de su mujer, en permiso maternal, no la volvi¨® a contratar y se qued¨® en paro. La familia de Daniel no vive tan ahogada como otras, pero su sueldo de 1.600 euros llega justo para pagar la hipoteca, facturas, comida, ropa, material escolar¡ ¡°Simplemente llegamos, pero ya no vamos al cine ni de vacaciones¡±, admite Daniel. Es una de las numerosas familias que este curso no han podido asumir la cuota de la guarder¨ªa y han tenido que sacar a sus hijos de los jardines de infancia. O, directamente, no los han llegado a matricular. Las matriculaciones en guarder¨ªas municipales han ca¨ªdo un 11%.
Este a?o hay, de momento ¡ªlos datos oscilan durante el curso¡ª 48.624 alumnos matriculados en guarder¨ªas de titularidad municipal, frente a los 54.706 del a?o anterior, seg¨²n datos del Departamento de Ense?anza. Las privadas tambi¨¦n pierden ni?os, un 9%, y se quedan en 32.032.
Los centros, sin embargo, ofertan m¨¢s plazas. En el ¨²ltimo a?o se han abierto muchas guarder¨ªas, especialmente en Barcelona, mientras otras cerraban por falta de ni?os y el ahogo econ¨®mico de los Ayuntamientos. La subida de la oferta tambi¨¦n se explica por el incremento de las ratios de alumnos por aula, de hasta tres ni?os m¨¢s por clase.
Las causas del descenso de las matriculaciones cabe buscarlas en un c¨®ctel demoledor de factores, formado por el efecto de la crisis en las familias (m¨¢s paro y menos ingresos) y en las administraciones (reducci¨®n de la subvenci¨®n de la Generalitat de un 51% en dos a?os). Todo ello ha desembocado en un aumento generalizado de las cuotas de las guarder¨ªas, que fue especialmente importante en ciudades como Sabadell o Lleida, aunque con efectos dispares.
En la capital de poniente las tasas subieron un 12% (10 euros), pero las matriculaciones han aumentado levemente. Para el pr¨®ximo curso, la cuota se encarecer¨¢ el 33%: 30 euros m¨¢s, hasta los 125 euros mensuales sin comedor. Caso diferente es Sabadell. Aqu¨ª hay casi 270 alumnos menos este curso, despu¨¦s de que aumentaran un 40% los precios, hasta un m¨¢ximo de 220 euros mensuales (sin comedor). Y ello a pesar de que se implant¨® un sistema de tarificaci¨®n social, esto es, que el importe var¨ªa seg¨²n la renta. El concejal de Educaci¨®n de Sabadell, Ramon Burgu¨¦s, admite que los precios pueden haber influido ¡°un poquito¡± en el descenso, que achaca principalmente a la ca¨ªda de la demograf¨ªa.
Tambi¨¦n se cobra seg¨²n renta en las guarder¨ªas de Santa Margarida de Montbui, el municipio con m¨¢s paro de Catalu?a, cosa que no ha evitado el hundimiento de las matr¨ªculas hasta un 27%, seg¨²n Teresa Golano, coordinadora de las guarder¨ªas municipales.
Barcelona, tradicionalmente falta de plazas y con largas listas de espera, tambi¨¦n ha empezado a notar la crisis. Este curso hab¨ªa 7.926 plazas, una oferta creciente despu¨¦s que el a?o pasado se abrieran 25 nuevas guarder¨ªas. Pero los centros no se han llenado. Seg¨²n datos del Ayuntamiento, en noviembre hab¨ªa 7.598 ni?os inscritos y se han cerrado grupos en seis guarder¨ªas.
Una decena de centros barceloneses consultados coinciden que se est¨¢n registrando m¨¢s bajas y muchas familias en lista de espera han conseguido plaza, una misi¨®n imposible hasta ahora. ¡°Hemos tenido alrededor de 15 bajas y muchas son por cuestiones monetarias. Alg¨²n miembro se ha quedado en paro y nos dicen que no pueden hacer frente a las mensualidades¡±, sostiene el director de la guarder¨ªa Carabassa, Jos¨¦ Luis Alfranca. ¡°La gente est¨¢ muy asustada. Antes ten¨ªamos ni?os con dos padres en el paro, pero ahora ya no, porque no saben si encontrar¨¢n trabajo en meses o a?os¡±, tercia Montse Fern¨¢ndez, presidenta de la Coordinadora de Escoles Bressol de Catalu?a.
¡°Hay que dar prioridad a las familias que peor lo pasan¡±
El sector alerta de que las guarder¨ªas son m¨¢s necesarias que nunca. ¡°Hay muchas familias con depresi¨®n y con una situaci¨®n muy triste y este ambiente no es bueno para el ni?o¡±, subraya Teresa Golano, coordinadora de las guarder¨ªas de Santa Margarida de Montbui. ¡°Se tendr¨ªa que dar prioridad de acceso a las familias que lo est¨¢n pasando peor, ya que si dejan al ni?o en la guarder¨ªa pueden descansar y buscar trabajo, mientras los ni?os est¨¢n en un ambiente estimulante¡±, a?ade Alba Castelltort, del AMPA de la Escola Bressol Creu Alta de Sabadell.
Montse Fern¨¢ndez, presidenta de la Coordinadora de Escoles Bressol, lamenta que los m¨¢s peque?os se conviertan ¡°en una v¨ªctima m¨¢s de la crisis. La guarder¨ªa no es obligatoria, pero s¨ª necesaria¡±. Adem¨¢s de necesarias para la formaci¨®n, desde la Federaci¨®n de Entidades de Atenci¨®n y de Educaci¨®n a la Infancia y a la Adolescencia (FEDAIA), Carmen Calafat, destaca el papel de las guarder¨ªas para ¡°combatir la desigualdad y la exclusi¨®n social en una etapa en la que se ve comprometido el desarrollo de los ni?os¡±. Josep Maria Freixenet, responsable de Educaci¨®n de la Federaci¨®n de Municipios de Catalu?a, alerta que la imposibilidad de acceder a una guarder¨ªa por motivos econ¨®micos puede hacer aumentar el desequilibrio social. ¡°A medio plazo puede incrementarse la exclusi¨®n social, de manera que solo se salgan de la crisis aquellos que pueden, los que tienen recursos. S¨ª habr¨¢ una generaci¨®n marcada por la crisis¡±.
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