A 20 metros del mar, a 300 del diputado
El poder parece no tener suficiente con moldear cada d¨ªa la legalidad a su antojo, sino que trata de convertir sus deseos en leyes
La legalidad es muy flexible en ¨¦pocas de crisis. M¨¢s que una bailarina en ejercicios de barra. A veces los poderes ningunean, vulneran y muestran escaso respeto por esas reglas sagradas cuya transgresi¨®n est¨¢ prohibida para la ciudadan¨ªa com¨²n. Retuercen el Estado de derecho y cambian el sentido de las leyes, con lo que finalmente desvirt¨²an el sentido original de la democracia.
En las ¨²ltimas semanas Chipre, con su quita a escote por dep¨®sito bancario, hizo saltar todas las alarmas. Abr¨ªa el precedente de la socializaci¨®n directa de la deuda por orden de la autoridad, mientras los depositantes rusos retiraban desde Londres sus fondos de los bancos chipriotas. Hace unos d¨ªas, el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, desautoriz¨® a su Tribunal Constitucional por fallar en contra del recorte de pensiones y salarios de funcionarios proyectado por su Gobierno.
Y es que la crisis ha hecho perder el respeto por el poder judicial en una carrera en la que lo que importa es recortar el d¨¦ficit y ser un alumno aventajado de la troika. Artur Mas es uno de los primeros de la clase. ?l puso como ejemplo de trabajo bien hecho al Portugal intervenido durante su visita a Lisboa de julio de 2012, porque ¡°tiene un Gobierno fiable¡±. El poder parece no tener suficiente con malear cada d¨ªa la legalidad a su antojo, sino que trata de embutir moldear sus m¨¢s m¨ªnimos caprichos en leyes. En ese 2012, el mismo a?o del viaje lisboeta de Mas, Catalu?a aprob¨® ¡ªcon los votos de CiU y PP¡ª situar el objetivo de d¨¦ficit en el 0,14% del PIB a partir de 2018, dos a?os antes de lo que hab¨ªa fijado la ley estatal de estabilidad presupuestaria en el Congreso de los Diputados. Ambos textos declaran prioritario el pago de intereses y capital a los bancos: el techo de d¨¦ficit solo lo pueden levantar ¡ªseg¨²n el texto¡ª las cat¨¢strofes naturales. ¡°Es para no estirar m¨¢s el brazo que la manga, porque si de lo que se trata es de ganar credibilidad en los mercados, la Generalitat tiene m¨¢s que unos prop¨®sitos de enmienda para 2011¡±, dijo entonces el portavoz del Gobierno, Francesc Homs.
En la carrera por ganar la confianza de mercados y mercaderes, el Gobierno de Mas derog¨® la ley de 2007 del tripartito que pon¨ªa en alquiler forzoso las viviendas que llevaban m¨¢s de dos a?os desocupadas. Aquellos eran momentos en que el problema no parec¨ªa ser ni el sobreendeudamiento ni los desahucios, sino los altos precios y el mobbing a los inquilinos de rentas bajas. Pero, con todo, en 2011 CiU la enterr¨®.
Ahora han llegado nuevos y peores tiempos con los desahucios y CiU considera que la daci¨®n en pago no es soluci¨®n. Tal vez el Consejo de Transici¨®n Nacional, reci¨¦n inaugurado esta semana, deber¨ªa encargarse de redactar un estudio de cu¨¢les ser¨¢n las pol¨ªticas sociales en la Catalu?a independiente. Si el Ejecutivo de Mas est¨¢ interesado en sopesar si la Catalu?a futura debe o no tener ej¨¦rcito o qu¨¦ parte del pastel de la Seguridad Social o del Fondo de Garant¨ªa Salarial le corresponde, no estar¨ªa mal que planease y explicase c¨®mo funcionar¨¢n las estructuras de Estado respecto al pago de la deuda y c¨®mo se restaurar¨¢ el desconchado edificio del Estado de bienestar¡ De otra manera puede dar la impresi¨®n de que el modelo catal¨¢n que impulsa CiU guarda demasiados parecidos con el del Ejecutivo central. El Gabinete de Rajoy interpreta a los mercados neg¨¢ndose a la daci¨®n en pago, al tiempo que blinda a sus diputados, alejando los escraches de los manifestantes antidesahucios a una distancia prudencial (300 metros se dijo inicialmente) de sus viviendas. Tambi¨¦n los sigue interpretando cuando rebaja las zonas de protecci¨®n para construir en primera l¨ªnea de mar de 100 a 20 imprudentes metros, como prev¨¦ la reforma de la Ley de Costas que proyecta el PP. Mientras la mayor¨ªa de los pol¨ªticos se blindan y convierten sus fantas¨ªas en leyes, la realidad sigue siendo una pesadilla.
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