Leguina vuelve a Los Molinos

Carpetazo al culebr¨®n urban¨ªstico que se ha vivido durante m¨¢s de dos d¨¦cadas en el municipio de Los Molinos, al pie de la sierra de Guadarrama.

Veintid¨®s a?os cerrados el pasado 10 de abril, cuando la Comunidad de Madrid, cumpliendo sendas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), de 6 de junio de 2008, y del Tribunal Supremo, de 11 de mayo de 2012, publicaba en el Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad las Normas Subsidiarias de Planeamiento de 1991, cuya no publicaci¨®n en su momento dio lugar a un sinf¨ªn de desencuentros jur¨ªdicos por las iniciativas urban¨ªsticas acometidas.

Once meses, pues, ha tardado la Comunidad de Madrid en reconocer oficialmente la sentencia del Supremo que confirmaba la anterior del TSJM en la que se reconoc¨ªa que el Gobierno regional hab¨ªa incurrido en "desv¨ªo de poder y actuado il¨ªcitamente" al no reconocer la validez de las normas de planeamiento de 1991 y negarse a publicarlas.

Vac¨ªo administrativo que el Ejecutivo regional, entonces presidido por Esperanza Aguirre, aprovech¨® para, en 2007, aprobar unas normas transitorias que permit¨ªan construir en suelo protegido m¨¢s de 1.000 viviendas.

El origen de todo este desaguisado urban¨ªstico se inici¨® en 2005, en la fase ¨¢lgida del boom inmobiliario, cuando la entonces Consejer¨ªa de Medio Ambiente y Ordenaci¨®n del Territorio dio por hecho que las normas de 1991 eran ilegales y que, por tanto, reg¨ªan las antediluvianas y tremendamente desarrollistas de 1969.

Dicho y hecho. La Consejer¨ªa, dirigida por Mariano Zab¨ªa, se subrog¨® en las competencias municipales de urbanismo y procedi¨®, en funci¨®n del supuesto plan vigente, a redactar unas normas de ordenaci¨®n transitorias que recalificaban 41 hect¨¢reas para construir 1.045 viviendas y el traslado de las peque?as industrias dispersas por el casco y las colonias residenciales a la zona de Matalongiles, entre Cerca de la Mora y los terrenos del sanatorio de La Marina.

Las normas de 1991 son mucho m¨¢s restrictivas que el planeamiento? que permit¨ªa construir m¨¢s de 1.000 viviendas

Adem¨¢s, declaraba como suelo urbano consolidado las cerca de 400 hect¨¢reas entre el casco urbano y las urbanizaciones perif¨¦ricas, donde exist¨ªan grandes bolsas de suelo sin edificar.

Como complemento a ese suelo urbano se establec¨ªa una ¨²nica unidad de ejecuci¨®n (UE-1), para desarrollar las 8,8 hect¨¢reas del terreno del antiguo sanatorio militar con la construcci¨®n de 119 viviendas (80 pisos y 39 chal¨¦s en parcela m¨ªnima de 200 metros cuadrados), dos nuevos equipamientos y el mantenimiento de los inmuebles existentes.

El argumento para facilitar todos estos desarrollos, el de "enjugar en buena parte" el d¨¦ficit residencial acumulado en los ¨²ltimos 20 a?os respecto al resto de municipios de la comarca y para que "pueda asumir la cuota de mercado que le corresponde, superando las dificultades estructurales que hasta ahora lo hab¨ªan impedido", dec¨ªa entonces la consejer¨ªa.

Pero los ecologistas no lo vieron claro y no tardaron en reaccionar. Ecologistas en Acci¨®n recurri¨®, en febrero de 2006, la orden por la que se declaraba vigente el plan general de 1969 y se iniciaba la tramitaci¨®n de unas nuevas normas transitorias basadas en ese planeamiento. Y en junio de 2008, el TSJM les dio la raz¨®n, declarando la nulidad de esa Orden al considerar que se hab¨ªa incurrido en desviaci¨®n de poder.

La Comunidad recurri¨®, pero el Supremo, en mayo de 2012, ratific¨® la sentencia del TSJM en la que se especificaba la desviaci¨®n de poder en la que hab¨ªa incurrido la Comunidad de Madrid "al haberse actuado il¨ªcitamente", asumiendo planteamientos que dan lugar a "una inaceptable alteraci¨®n del marco jur¨ªdico regulador del urbanismo de la localidad que parte de presupuesto falso".

Con todo, lo que vuelve a regir en Los Molinos son las normas urban¨ªsticas de 1991, dictadas por la extinta Consejer¨ªa de Pol¨ªtica Territorial, siendo Joaqu¨ªn Leguina presidente de la Comunidad de Madrid. Planeamiento que limitaba el desarrollo al casco urbano y a las zonas ya en construcci¨®n, pero que no lleg¨® a publicarse de forma ¨ªntegra en el Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM) y que, en 2002, ante la denuncia de un vecino, fue anulado.

Unas normas que proteg¨ªan el entorno del r¨ªo Guadarrama y el piedemonte serrano, con zonas como la ladera de La Pe?ota, que la Comunidad de Madrid, en el planeamiento de 2007, intent¨® colar como urbanizables.