Los nuevos retos de Iniciativa per Catalunya

A lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada, Iniciativa per Catalu?a ha demostrado contar con un electorado excepcionalmente fiel, capaz de cerrar filas en torno a su partido incluso en las situaciones m¨¢s adversas. Su experiencia en el gobierno Tripartito da buena cuenta de ello. Si bien el paso por la Generalitat cost¨® tanto a PSC como a ERC alrededor de la mitad de sus votantes, ICV acab¨® saliendo pr¨¢cticamente ilesa. Tras siete a?os en el Gobierno catal¨¢n, Iniciativa apenas perdi¨® un cuatro por ciento de sus votos, un retroceso muy modesto si tenemos en cuenta que la mayor¨ªa de sus votantes no acabaron satisfechos de la gesti¨®n del gobierno tripartito.

La experiencia del Tripartito pone en relieve una de las principales caracter¨ªsticas del electorado de ICV: su fidelidad. Estos votantes ecosocialistas fieles se han caracterizado hasta hoy por su perfil urbano, marcadamente de izquierda, ligeramente simpatizante con las posturas nacionalistas y m¨¢s de clase alta (y media-alta) que de clase obrera. En definitiva, progresistas s¨ª, pero con dinero.

El objetivo m¨¢s inmediato al que debe enfrentarse el partido no sea tanto el de captar nuevos adeptos como el de gestionar el mantenimiento de sus actuales apoyos

En las ¨²ltimas elecciones, ICV ha conseguido que a sus votantes fieles se sumaran nuevos apoyos procedentes de otras opciones pol¨ªticas. Los an¨¢lisis que disponemos indican que el reciente incremento de Iniciativa per Catalu?a se ha alimentado particularmente de la participaci¨®n y de las fugas de las filas socialistas. Gracias a estos nuevos apoyos, ICV ha conseguido obtener sus mejores resultados en unas elecciones auton¨®micas tanto en n¨²mero de votantes como en esca?os.

As¨ª, la historia de ICV durante la ¨²ltima d¨¦cada ha sido una de relativo ¨¦xito: ha mantenido un suelo s¨®lido en ¨¦pocas dif¨ªciles y ha sabido beneficiarse del descalabro del PSC cuando se present¨® la oportunidad. Pero a la formaci¨®n ecosocialista le han surgido nuevos retos por delante. Las generosas fuentes de donde ha recibido sus nuevos votantes se secan. No es de esperar que ICV reciba mucho m¨¢s electorado de las ya muy mermadas filas socialistas. Tampoco parece f¨¢cil que pueda atraer nuevos votantes de las fronteras ideol¨®gicas que comparte con ERC o las CUP. La actual din¨¢mica de polarizaci¨®n en el conflicto identitario est¨¢ beneficiando a los partidos m¨¢s extremos a costa de los m¨¢s moderados en la dimensi¨®n nacionalista. Con todo, es muy probable que en esta din¨¢mica centrifuga sea CiU, y no tanto ICV, la que se lleve la peor parte.

En realidad, es probable que el reto m¨¢s inmediato al que debe enfrentarse Iniciativa per Catalu?a no sea tanto el de captar nuevos adeptos como el de gestionar el mantenimiento de sus actuales apoyos. Es cierto que, de momento, el frente con el PSC no parece excesivamente conflictivo. Siguen sin verse ¡°brotes verdes¡± en la crisis electoral del socialismo catal¨¢n y espa?ol, por lo que no cabe esperar p¨¦rdidas en esa direcci¨®n a corto plazo. Pero m¨¢s peligrosos son los trasvases con la abstenci¨®n y especialmente con las formaciones nacionalistas de ERC i las CUP. Seg¨²n encuestas recientes, casi uno de cada tres votantes ecosocialistas ser¨ªa partidario de la independencia de Catalu?a. El mantenimiento de la espiral de polarizaci¨®n nacionalista puede representar, pues, un potencial h¨¢ndicap para esta formaci¨®n.

En definitiva, ICV ha demostrado en el pasado tener un suelo electoral s¨®lido, pero su nuevo reto es demostrar que su techo est¨¢ a¨²n por conocer.

Llu¨ªs Orriols profesor de ciencia pol¨ªtica de la Universitat de Girona.