La memoria viva de la Barceloneta
La Casa museo recupera el pasado del barrio marinero
¡°No es verdad que en la Barceloneta no tengamos nada m¨¢s interesante que las playas. Es que, hasta ahora, nadie se ha dedicado a investigar y escudri?ar en el pasado, algo que s¨ª se ha hecho en Sant Andreu o Sants¡±, afirma Andr¨¦s Antebi, antrop¨®logo y profesor de la Pompeu Fabra. Nacido en la Barceloneta, est¨¢ preparando una muestra sobre el fen¨®meno de la cooperativas del barrio y la lucha obrera. ¡°El cooperativismo en las primeras d¨¦cadas del siglo XX, hasta la guerra, fue importante en la Barceloneta. La Fraternitat, Siglo XX y Centre Pescadors eran las tres cooperativas de consumo¡±, apunta. Se crearon, a?ade, para gestionar la miseria y facilitar los productos b¨¢sicos pero acabaron transform¨¢ndose en entidades sociales de encuentro.
Esa es parte de la memoria ¡ªhecha de documentos y de los testimonios de personas¡ª que ahora quiere reconstruir la Barceloneta y es, precisamente, uno de los objetivos de la Casa de la Barcelona 1761.
Est¨¢ en la calle de Sant Carles y es el ¨²nico testigo que queda de c¨®mo eran los edificios originarios del barrio. El edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona y ha sido rehabilitado recuperando la originaria planta de 60 metros cuadrados. Porque la divisi¨®n en dos que dio lugar a los famosos quarts de casa se generaliz¨® con la llegada de la industria de La Maquinista a la Barceloneta (en 1861) y con ella la de cientos de trabajadores.
La Casa de la Barceloneta abri¨® sus puertas en setiembre pasado. La entrada es libre y la visita sirve para tener una idea de la evoluci¨®n de ese peculiar territorio de la ciudad y retazos de su historia. Ahora hay una exposici¨®n sobre los Diables. ¡°Muchos creen que en la Barceloneta no hay nada de inter¨¦s m¨¢s all¨¢ de la playa y los paseos y aqu¨ª se descubren cosas¡±, explica Isabel Centeno, una de las encargadas de atender a qui¨¦n pregunte. La Casa tiene en una piedra cantonera de su fachada unos n¨²meros y letras grabados. Son las inscripciones parcelarias que se utilizaron en la construcci¨®n del primer sector del barrio marinero, en 1753. A modo de referencia catastral, pero del siglo XVIII.
La Barceloneta fue dise?ada por el ingeniero militar Juan Mart¨ªn Cerme?o, el mismo que dise?¨® la fortaleza del San Fernando de Figueres y el que reform¨® el castillo de Montju?c. El barrio marinero se levant¨® para alojar a los desahuciados a consecuencia de la edificaci¨®n de la fortaleza de la Ciudadela. Supuso el derribo de las chabolas y la alineaci¨®n ordenada de casas de planta baja y primer piso rematadas por un front¨®n.
La Casa, hoy museo, la construy¨® el espartero Joan Coll en 1761, explica uno de los plafones. De generaci¨®n en generaci¨®n se mantuvo ligada a la actividad marinera hasta entrado el siglo XX. Tambi¨¦n fue el colmado Can Ramon hasta la d¨¦cada de los 60, y, despu¨¦s, se convirti¨® en el restaurante El Porr¨®n hasta finales de los 80. El edificio se fue degradando hasta que fue okupada. Finalmente, el plan de barrios de la Barceloneta fue el instrumento del Ayuntamiento para recuperarla.
Uno de los plafones que cuelgan en la planta baja de La Casa explica la evoluci¨®n del barrio. De por qu¨¦ inicialmente todas las construcciones eran de planta baja y un piso para evitar ser blanco de los proyectiles de la Ciudadela. Y de c¨®mo fueron creciendo a partir de 1837, cuando se permiti¨® construir una planta m¨¢s, y hasta cinco alturas despu¨¦s de que el barrio se incorpor¨® al territorio municipal, en 1872.
La Barceloneta de la Postguerra 1939-1953 fue la primera exposici¨®n de la rehabilitada casa, en el oto?o pasado, y recogi¨® cientos de fotos que conservan los vecinos.Para dentro de unos meses est¨¢ prevista una exposici¨®n sobre los bombardeos que sufri¨® el barrio¡ªque fueron muchos y muy intensos¡ª que prepara Lidia Garc¨ªa, antrop¨®loga de la UB y nacida en la Barceloneta.
La Casa tambi¨¦n organiza charlas, talleres y rutas, la Barceloneta Secrets, que recorre diferentes puntos para descubrir detalles arquitect¨®nicos de las casas que tienen historia. Como unas peque?as baldosas que se pon¨ªan en el remate entre la planta baja y la primera para evitar que los ratones se colaran en las viviendas.
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