Mucho lector, pocas ventas
La celebraci¨®n de la Noche de los Libros anima el centro de Madrid con distintas actividades
Muchos curiosos pero pocas ventas. As¨ª resumieron los libreros de la plaza de Callao el ambiente durante las primeras horas de La noche de los libros,que se celebr¨® ayer, 23 de abril, en conmemoraci¨®n del D¨ªa Internacional de las Letras. El espacio acogi¨® hasta las once de la noche los puestos de 42 librer¨ªas madrile?as grandes y peque?as. Firmas de autores, un mosaico de fotos en la pantalla gigante de los cines Callao y m¨²sica en directo amenizaron la jornada.
El buen tiempo ayud¨® a que los madrile?os salieran a la calle a pasear y, en algunos casos, a comprar libros. ¡°Viene mucha gente, pero pocos compran¡±, se quejaba Pablo Bonet, de Muga. Carlos Sevilla, de La Marabunta, daba la raz¨®n a su colega. ¡°Esperamos que seg¨²n avance el d¨ªa, la gente se vaya animando a comprar¡±.
Parejas como Adriana y Carlos, ambos estudiantes, posaban para el fot¨®grafo de la organizaci¨®n con la ¨²nica adquisici¨®n del d¨ªa: un manual sobre dibujo en 3D titulado Animation Now. Mejor provista iba Araceli Olmedo, con varias bolsas ¡°En nuestra familia es una tradici¨®n regalar libros, nos gusta comentarlos e iniciar en la lectura a los peque?os de la casa¡±, explicaba mientras empujaba del carrito de sus dos nietas mellizas. A unos metros, el ilustrador Enrique de la Rubia firmaba ejemplares de su ¨²ltimo trabajo junto al franc¨¦s Laurent Binet ¡ªautor de HHhH¡ª y el fot¨®grafo Alberto Garc¨ªa-Alix.
Hubo cantidad y variedad en las librer¨ªas, pero en ning¨²n puesto falt¨® el ¨²ltimo libro de Javier Sierra, El maestro de El Prado, o la trilog¨ªa de Cincuenta sombras de Grey, que siguen batiendo r¨¦cords de ventas seg¨²n una empleada de El Corte Ingl¨¦s que ayer cambi¨® los fluorescentes de su centro de trabajo por el aire libre de la calle Preciados.
Durante el d¨ªa se realizaron m¨¢s de 500 actividades en 43 municipios de la regi¨®n
¡°Claro que me gustar¨ªa comprar m¨¢s libros, se me van los ojos, pero no tengo dinero¡±, lamentaba Marina, estudiante de Historia, frente a la extensa s¨¢bana de libros de arte de Taschen de una de las tiendas de Book Store. Rosa, una de las empleadas, comentaba que las ofertas de un libro por un euro o de tres por 10 fueron las m¨¢s vendidas.
Durante todo el d¨ªa se realizaron m¨¢s de 500 actividades en 43 municipios de la regi¨®n. La capital aglutin¨® la mayor¨ªa: a los descuentos y la firma de m¨¢s de 200 autores se unieron originales actividades como catas, intercambio de libros (bookcrossing), talleres variados o conciertos. Cristina Di¨¦guez, de GraphicBook, tir¨® la casa por la ventana con una degustaci¨®n de tequila y una demostraci¨®n de arte urbano a cargo del grafitero Naone, que pas¨® m¨¢s de tres horas pintando un mural. Frente a ¨¦l, ocho alumnos de la escuela Arte 10 organizaron un mercadillo de trueque de libros autoeditados al que acudieron docenas de j¨®venes.
En Lavapi¨¦s, el ambiente sosegado de la librer¨ªa La infinito contrastaba con el bullicio de la zona centro. En la planta baja, un reducido grupo de ni?os y adultos escuch¨® durante gran parte de la tarde un cuento de dragones, guerreros y princesas de los labios de Paloma, la due?a del local. En Malasa?a, los due?os de Tipos Infames contaron con la presencia del periodista Enric Gonz¨¢lez, que habl¨® durante casi tres horas sobre sus libros favoritos. Vino y unas cuantas partidas de futbol¨ªn contra los editores de Libros del KO sirvieron para que el local se llenase.
La Real Casa de Correos fue uno de los lugares donde m¨¢s se trasnoch¨®. A las diez, Javier Cercas y Almudena Fern¨¢ndez conversaban ante un centenar de oyentes sobre la obra del escritor. ¡°Una de las primeras cosas que ha de aprender un lector de novelas es a no fiarse del narrador¡±, afirmaba Cercas.
Tras ellos, la periodista Montserrat Dom¨ªnguez y Mar¨ªa Due?as, autora de Un tiempo entre costuras, pusieron el punto y final a las actividades en Sol, pero no fueron las ¨²ltimas: en la librer¨ªa Bella Ciao, por ejemplo, ten¨ªan pensado estar leyendo relatos de los propios asistentes hasta las tres de la ma?ana.
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