Para¨ªsos laborales
Hay infiernos donde se ofrece a precio de saldo la mano de obra
¡°?A trabajar!¡±, fue la respuesta del empresario cuando las operarias le advirtieron de que en el edificio se hab¨ªan abierto unas terribles grietas. La orden no admit¨ªa r¨¦plica alguna y las mujeres volvieron r¨¢pidamente a la m¨¢quina temerosas de que, otro d¨ªa m¨¢s, cargaran sobre sus n¨®minas un descuento inexplicable por no alcanzar la producci¨®n prevista. El due?o de las instalaciones hab¨ªa trampeado en la construcci¨®n del edificio. Por su cuenta y riesgo hab¨ªa a?adido tres plantas a las cinco inicialmente previstas. Ninguna autoridad de Bangladesh le puso reparo alguno. La industria textil goza all¨ª de una impunidad absoluta. Al igual que hay para¨ªsos fiscales, hay en el mundo verdaderos para¨ªsos laborales, infiernos para los trabajadores, donde se ofrece a precio de saldo la mano de obra, especialmente si es femenina o menor de edad. A veces las f¨¢bricas arden, o los productos envenenan o, como en el caso de Dacca, se derrumban como un castillo de naipes con m¨¢s de 3.000 criaturas en sus entra?as.
La cifra de personas muertas supera las 400. Se estima que un n¨²mero similar ha sufrido amputaciones de sus extremidades. Tambi¨¦n se cree ¡ªa falta de datos oficiales¡ª que la mitad eran menores de edad. Cada dos o tres meses sucede un hecho similar, que no es accidente, ni desgracia, sino puro y simple efecto de un criminal beneficio, de una guerra no declarada para aumentar las ganancias. Pero no importa. La funci¨®n no se interrumpe. Sus v¨ªctimas no pasar¨¢n de ser un apunte a pie de p¨¢gina en la prensa, unas r¨¢fagas de dolor en los informativos que apenas si sentimos, aunque nuestra piel se cubra con las prendas que sus manos han confeccionado.
Mientras caminaba en la manifestaci¨®n del 1 de mayo por las calles de Sevilla, recordaba el origen de estas conmemoraciones. Esta fecha se escogi¨® en homenaje a los m¨¢rtires de Chicago, un grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados por impulsar huelgas para reducir la jornada laboral. La otra gran fecha reivindicativa, el 8 de marzo, posee una enorme similitud con lo sucedido en Dacca. Corr¨ªa el a?o 1908 y las trabajadoras de la f¨¢brica textil Cotton impulsaron huelgas y manifestaciones para conseguir reducir la jornada. El propietario decidi¨® incendiar el edificio para hacerlas salir y 129 mujeres perdieron la vida. En un mundo todav¨ªa no globalizado, esa barbarie hizo que de una esquina a otra del planeta, los trabajadores se uniesen y plantearan objetivos comunes. Nuestros actuales derechos tienen sus ra¨ªces en esos lugares remotos, en esas v¨ªctimas desconocidas.
Sus manos y sus rostros,
Pero nuestro planeta, tan globalizado en el consumo, ha deslocalizado la conciencia. Las v¨ªctimas de Dacca no nos impulsan a la acci¨®n, sino a una breve indignaci¨®n ante las pantallas de la televisi¨®n. Sus manos y sus rostros, con los que compartimos no palabras sino marcas comerciales, tejidos industriales, consumo masivo, nos son totalmente ajenos. No pertenecen a la ¨¦pica del movimiento obrero tradicional sino que perecen en una subasta infame por reducir cada vez m¨¢s los derechos laborales. Son nuestra amenaza y nuestro espejo. El valor de la nada en que quieren convertir el trabajo productivo. Son nosotros diez escalones por abajo, despose¨ªdos de Estado, de democracia, de sindicatos y de derechos laborales. Cre¨ªamos que eran cosas del pasado, pero el nuevo capital dibuja con este nuevo reparto del trabajo el rostro del futuro. Experimentan con su piel, con su sangre, con su desesperanza, el l¨ªmite exacto de la tasa de ganancia.
No escuch¨¦ los discursos del primero de mayo. Solo fui a hacer bulto. A ocupar espacio. A hacer un poco menos ajena la calle. No s¨¦ si hablaron de Dacca y de la hermosa Bangladesh; si denunciaron o no la connivencia de nuestras empresas con la terrible explotaci¨®n de seres humanos. Si explicaron que aquellas v¨ªctimas somos nosotros. Si no lo hicieron, mal podremos defender nuestros derechos si no sabemos que se juegan en las calles de cualquier ciudad de Bangladesh.
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