Otra luz sobre la cat¨¢strofe

Casi siete a?os han tenido que transcurrir para que los valencianos ¡ªsobre todo los capitalinos, pero tambi¨¦n Espa?a entera¡ª recal¨¢semos con pasmo en el accidente del metro acontecido el tres de julio de 2006 en la estaci¨®n de Jes¨²s de esta capital, aviesamente rebautizada para maquillar el recuerdo. Durante este tiempo, por m¨¢s que ahora nos duela, poco o nada hemos querido saber de aquel suceso que se iba diluyendo en el olvido, a pesar de las 43 v¨ªctimas mortales y 47 heridos graves que caus¨®, y a pesar tambi¨¦n del testimonio implacable, silente y desolado de sus familiares y deudos reunidos en la Asociaci¨®n de V¨ªctimas que cada d¨ªa tres del mes han comparecido puntualmente desde entonces ante la puerta de los Ap¨®stoles de la catedral valentina.

As¨ª ha venido aconteciendo hasta que Jordi ?vole y La Sexta dieron un aldabonazo el domingo pasado en su programa Salvados. El periodista escudri?¨® los precedentes y consecuentes del suceso, entrevist¨® ¡ªo lo intent¨®¡ª a muchos de los protagonistas, aflor¨® las numerosas contradicciones entre los presuntos responsables, desmont¨® la coralmente aducida fatalidad del accidente y mediante sus preguntas incisivas, insistentes y aparentemente ingenuas acabo por arrojar otra luz sobre la tragedia y descubrirnos que quienes nos gobernaban en aquel momento hicieron lo imposible, adem¨¢s de inmoral e ilegal, por soterrarla bajo una mara?a de enga?os con el concurso de una justicia que, desde esta nueva perspectiva y moderadamente dicho, no pas¨® de hacer una faena de ali?o manifiesta o necesariamente mejorable.

De lo visto y o¨ªdo en el mencionado programa, los miles o acaso millones de telespectadores dedujeron lo que estaba claro como un vaso de agua clara: que los gestores del metro se comportaron mafiosamente para encubrir la investigaci¨®n de la cat¨¢strofe, vali¨¦ndose adem¨¢s de la complicidad de un Consell de la Generalitat ¡ªo de sus m¨¢ximos responsables, al menos¡ª obsesionado en liquidar a todo trance el asunto antes que ahondar en sus causas y depurar las eventuales responsabilidades. Impagable resultaron a este respecto las recuperadas im¨¢genes filmadas de la comisi¨®n investigadora de las Cortes valencianas que, no obstante las limitaciones con que fue aprobada por el partido mayoritario, nos permitieron constatar la sospechosa falsedad e histrionismo de los t¨¦cnicos y directivos que comparecieron recitando cual loros las componendas acordadas y, para mayor escarnio, financiadas con dineros p¨²blicos.

Sin menoscabo del admirable periodista, ni de su glosado programa, estamos seguros de que una denuncia similar se hubiera podido llevar a cabo desde una TV valenciana, p¨²blica, plural e independiente, un riesgo que el PP neutraliz¨® amordazando, primero, y desguazando despu¨¦s dicho medio. El partido sabe qu¨¦ le conviene, pero tambi¨¦n los ciudadanos hemos de saber que tal mutilaci¨®n nos sale cara en punto a calidad democr¨¢tica y decencia pol¨ªtica, como alecciona el colega Miguel ?ngel Aguilar en su libro Espa?a contra pron¨®stico, presentado este viernes en la Fira de Llibre de Valencia.

La Asociaci¨®n de V¨ªctimas volvi¨® a concentrarse en su punto y hora, pero con una novedad jubilosa: ¨¦ramos muchos, much¨ªsimos m¨¢s, quienes nos solidariz¨¢bamos con ellas clamando por la justicia pendiente que los partidos de izquierda ¡ªPSOE, Comprom¨ªs, EU¡ª han asumido como un objetivo tan pronto se produzca el ineluctable relevo pol¨ªtico de los Cotino y compa?¨ªa.