¡°Mis padres pagaron 350.000 pesetas en Melilla por m¨ª¡±

¡°Mis padres fueron a Melilla en 1979. All¨ª una mujer les entreg¨® un beb¨¦. Era yo. Ellos le dieron un sobre. Pagaron 350.000 pesetas (2.100 euros) por m¨ª¡±. La madre de Mari Carmen se lo cont¨® muchos a?os despu¨¦s de que ella se diera cuenta de que sus rasgos eran diferentes de la mayor¨ªa de ni?os que jugaban con ella en la poblaci¨®n valenciana de Ontinyent. Hoy, Mari Carmen tiene 34 a?os. Ha decidido relatar una historia que comparte con, al menos, 28 beb¨¦s procedentes de Melilla y el norte de Marruecos que fueron vendidos entre 1978 y 1984 a parejas espa?olas que anhelaban tener un hijo.

Su voz en¨¦rgica y su tendencia a sonre¨ªr solo se quiebra un instante cuando recuerda su infancia ¡°feliz¡± con sus padres adoptivos, ya fallecidos, y con toda su familia. Quiere acallar ¡°habladur¨ªas¡± y sacar a la luz sus vivencias porque sospecha que hay m¨¢s personas como ella.

Mari Carmen ha dado la cara despu¨¦s de que la Guardia Civil hiciera p¨²blicos el pasado mi¨¦rcoles los primeros resultados de su investigaci¨®n. No lo hizo antes para no interferir en las pesquisas penales que arrancaron en febrero de 2011 cuando otras dos mujeres de Ontinyent (a 84 kil¨®metros al suroeste de Valencia, 37.000 habitantes) denunciaron una trama de tr¨¢fico de beb¨¦s al descubrir que eran adoptadas.

Con anterioridad, estas dos mujeres hab¨ªan acudido en busca de la ayuda para saber qui¨¦nes eran sus padres. Ya sab¨ªan por sus progenitores que hab¨ªan sido acogidas de forma irregular y que hab¨ªan sido falsificadas las partidas de nacimiento. Por su parte, Enrique Vila, entonces letrado de la Asociaci¨®n Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir), inici¨® un procedimiento civil en Melilla limitado a buscar los or¨ªgenes biol¨®gicos de sus clientes.

Ahora, las investigaciones de la Guardia Civil y del juez han desembocado en el desenmascaramiento de una trama que compraba beb¨¦s en Melilla y Marruecos para ser vendidos a parejas de la Pen¨ªnsula. Y que no es m¨¢s que un episodio de un drama que se extendi¨® por toda Espa?a, al menos entre los a?os 1959 y 1987, y que est¨¢ siendo investigado a ra¨ªz de las 2.000 denuncias de robos de beb¨¦s presentadas en los tribunales de todo el Estado.

La Operaci¨®n Oculta, relativa a la trama de Melilla y Marruecos, ha acabado con 19 imputados ¡ªotros 12 ya fallecidos¡ª entre los que se encuentran padres adoptivos, intermediarios ¡ªen Melilla y Ontinyent¡ª, matronas y un m¨¦dico, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas. Se les acusa de haber cometido delitos como suposici¨®n de parto, alteraci¨®n de la paternidad, detenci¨®n ilegal o falsificaci¨®n de documentos p¨²blicos.

Nosotras y nuestra familia adoptiva somos v¨ªctimas

Una de las imputadas es Isabel, en su caso, por ejercer de intermediaria. Esta anciana no quiere hacer declaraciones, al igual que su familia, pero hace un par de a?os sugiri¨® en un programa de Antena 3 que hab¨ªa facilitado traer 14 beb¨¦s a Ontinyent.

En esta poblaci¨®n con fuerte implantaci¨®n de la industria textil, los vecinos de m¨¢s edad conocen bien la historia, sobre todo los que viven en el barrio de San Rafael, donde reside Isabel, y una de sus dos hijas, ¡°tambi¨¦n adoptadas¡±, apunta una mujer en un bar. ¡°Yo trabajaba con su marido en una f¨¢brica y recuerdo c¨®mo nos trajo entusiasmado a una reci¨¦n nacida para que la vi¨¦ramos. Aqu¨ª se sab¨ªa que su mujer ten¨ªa contactos y ayudaba a traer ni?os a parejas que no pod¨ªan tenerlos¡±. ¡°En lo dem¨¢s no entro¡±, a?ade. A su lado, un hombre de edad avanzada sostiene que los ni?os ¡°tienen una vida posiblemente mejor que la que habr¨ªan tenido en su tierra¡±. ¡°Han vivido aqu¨ª como todos los dem¨¢s¡±, apunta otra vecina del barrio de San Rafael.

Mari Carmen solo recuerda un episodio de racismo, al margen de que algunos ni?os la llamaran negra. Fue en una discoteca. Ten¨ªa 16 a?os. Estaba con un amigo peruano que le advirti¨® de que estaban siendo rodeados por skin heads. Un primo suyo le sac¨® del apuro. Y con la misma edad, otra prima fue la primera que le habl¨® con sinceridad: ¡°Cuando le pregunt¨¦ si recordaba a mi madre embarazada de m¨ª, me dijo que no¡±.

Mari Carmen mantiene el contacto con, al menos, seis chicas adoptadas de Ontinyent, con las que entr¨® en contacto gracias a una p¨¢gina de Internet de ni?os robados. Entiende que no quieran dar la cara. Algunos de los padres viven. Ella no a¨²n ha presentado denuncia aunque lo est¨¢ estudiando. De hecho, ayer por la tarde ten¨ªa una reuni¨®n con el abogado Enrique Vila, ahora letrado de la asociaci¨®n SOS Beb¨¦s Robados para abordar esta cuesti¨®n.

Los vecinos de Ontinyent sab¨ªan que una mujer hac¨ªa de intermediaria

¡°Nosotras y nuestros padres adoptivos somos v¨ªctimas. No vamos contra ellos, aunque la ley les impone la figura de imputados que es un tanto confusa. Deb¨ªan ser testigos. Algunos padres, ya mayores, creen que pueden ir a prisi¨®n, pero no es eso. Algunos delitos han prescrito y otros, falta por ver¡±, explica Mari Carmen, mientras apura un cortado en compa?¨ªa de su esposa Sandra, ambas en el paro.

Su padre fue a inscribirla al registro en Ontinyent reci¨¦n nacida y cuando le pidieron los papeles del nacimiento su reacci¨®n fue ir a reclamarlos a Isabel, la intermediaria, que no los ten¨ªa. Su documentaci¨®n de reci¨¦n nacida no fue regularizada por comadronas o m¨¦dicos asociados a la trama, como fue el proceder en otros casos, seg¨²n la investigaci¨®n. Al final pudo regularizar la situaci¨®n con ayuda de personas de su entorno. ¡°Estoy segura de que ¨¦l no sab¨ªa muchas cosas¡±, comenta en relaci¨®n a la trama.

¡°Era un hombre maravilloso. Yo era su ojito derecho¡±, agrega. ¡°Cada vez que le preguntaba a mi madre por mi origen y c¨®mo fui adoptada se pon¨ªa llorar¡±, rememora. Al final su madre fue cont¨¢ndole todos los detalles del episodio que marc¨® su vida. Un relato que, ahora, Mari Carmen quiere exponer porque ya es hora de ¡°dar la cara¡±.