La belleza de lo escueto
El tr¨ªo Low ofrece un inmaculado concierto en Barcelona
Se dice f¨¢cil, se hace dif¨ªcil. ?Una m¨²sica pl¨¢cida que no propone la cabezada?, ?una sutileza escabull¨¦ndose de los lugares comunes de la tranquilidad?, ?un sonido sosegado que no sugiere el uso de sustancias sedantes?, ?una m¨²sica ba?ada por la religiosidad que se puede escuchar en un plano llanamente espiritual? S¨ª, la hace un tr¨ªo, se llama Low y en la noche del lunes ofrecieron un inmaculado concierto en Barcelona. No pas¨® nada que no se pudiese esperar, pero, a diferencia de otras ocasiones, esta certeza confirmada sobre el escenario en hora y media de m¨²sica result¨® maravillosa.
No hay muchos mimbres en la cesta. Una bater¨ªa que por lo general se percute con suavidad, una guitarra que en ocasiones marca s¨®lo acordes ¨C¡°Plastic cup¡±- y en otras evoca el sonido de Neil Young ¨C¡°Witches¡±-, y un tercer m¨²sico que en ocasiones toma el bajo y en otras el teclado. Eso y un juego de voces entre bater¨ªa ¨Cella, Mimi Parker- y guitarra ¨C¨¦l, Alan Sparhawk- dan forma a una propuesta matizada en la que una sola ausencia desmontar¨ªa el delicado entramado de sus canciones. ?stas, en ocasiones iniciadas con tiento para en su parte final perderlo en favor del arrojo ¨C¡°Monkey¡±, ¡°Especially me¡±, ¡°Pissing¡±-, funcionaron como peque?os mecanismos de preciosismo no rebuscado, de humilde filigrana.
Esta m¨²sica, como de transici¨®n del rom¨¢nico al g¨®tico, austera pero con el adorno de melod¨ªas deliciosas, seca pero a la vez acogedora, se despleg¨® tomando ¡°The invisible way¡±, su ¨²ltimo trabajo, como referente. Piezas como ¡°Clarence White¡±, ¡°Just make it stop¡± o ¡°Mother¡± brillaron en una noche que bien podr¨ªa haber durado mucho m¨¢s tiempo. Aunque, t¨®meselo como consuelo, en apenas hora y media el teatro entero pudo olvidar que el lunes hab¨ªa comenzado a deja mella. Con m¨²sica escueta y c¨¢lida.
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