El ocaso solitario de Pacheco

M¨¢s de 35.000 personas se echaron a la calle en Jerez para defender a Pedro Pacheco. El alcalde hab¨ªa sido condenado por la Audiencia Territorial de Sevilla a seis a?os de inhabilitaci¨®n por decir ¡°la Justicia es un cachondeo¡±. Aquel 14 de diciembre de 1986, una plataforma c¨ªvica integrada por 65 organizaciones, sindicatos y partidos pol¨ªticos clamaba en la manifestaci¨®n m¨¢s numerosa que se recordaba en la ciudad por la defensa de la libertad de expresi¨®n del lenguaraz y joven regidor. Casi tres d¨¦cadas despu¨¦s, una condena de m¨¢s de cuatro a?os de prisi¨®n y ocho de inhabilitaci¨®n est¨¢ a punto de sepultar de la manera m¨¢s abrupta la trayectoria de quien dirigi¨® los designios de Jerez durante 24 a?os. En esta ocasi¨®n, en las redes sociales apenas ha habido un amago de convocatoria p¨²blica para rechazar la sentencia. La cita era en la plaza del Arenal. Nadie fue.

Es el declive de un carism¨¢tico alcalde que no supo retirarse a tiempo. Tras el mazazo judicial, Pacheco se resiste a dimitir. En los pr¨®ximos d¨ªas recurrir¨¢ el fallo en el Tribunal Supremo, aunque pocos le ven recorrido. La Audiencia de C¨¢diz ha concluido que el ex alcalde coloc¨® a dos compa?eros de partido en sociedades municipales burlando todos los procedimientos. La sala suma a la prevaricaci¨®n la pena m¨ªnima por un delito de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos: los dos cargos de confianza cobraron m¨¢s de 200.000 euros sin que conste que prestaran servicio alguno para las empresas en las que fueron fichados.

Y el calvario judicial puede no acabar aqu¨ª. En noviembre de 2011, un juez embarg¨® las cuentas corrientes de Pacheco a la espera de un juicio en el que el andalucista deber¨¢ responder de la venta de m¨¢s de 4.000 metros cuadrados de suelo, seg¨²n la Fiscal¨ªa sin concurso ni publicidad, a un empresario af¨ªn. No es todo. En diciembre de 2011, el edil tuvo que declarar en un proceso que sigue su curso por el pago de facturas supuestamente falsas a una constructora local.

En el origen de todas las denuncias aparece la exalcaldesa Pilar S¨¢nchez (PSOE), quien fue socia de gobierno de Pacheco entre 2005 y 2007. La socialista sirvi¨® a Anticorrupci¨®n facturas y cobros de la constructora y denunci¨® en la Fiscal¨ªa las dos contrataciones irregulares de Pacheco poco despu¨¦s de destituirlo de todos sus cargos tras una relaci¨®n imposible. ¡°P-S-O-E: Pilar S¨¢nchez os enga?ar¨¢¡±, carcajeaba el edil cuando le ven¨ªa en gana. El acuerdo pol¨ªtico salt¨® por los aires. S¨¢nchez denunci¨® a su exsocio y ¨¦ste hizo lo propio contra la entonces alcaldesa, quien aguarda la celebraci¨®n de una vista oral por la contrataci¨®n supuestamente ilegal de cinco asesores.

Pedro Pacheco sufri¨® su primera derrota electoral en 2003. Era el principio del fin de este singular pol¨ªtico andaluz que accedi¨® a la alcald¨ªa de Jerez en 1979. Cualquier agente econ¨®mico, pol¨ªtico o social bendice los primeros compases del pachequismo. Moderniz¨® y transform¨® la ciudad, impuls¨® un innovador plan general de la mano del urbanista Manuel ?ngel Gonz¨¢lez Fustegueras, construy¨® el circuito de velocidad, elev¨® la v¨ªa f¨¦rrea y alej¨® la localidad de manidos t¨®picos se?oriales. El presidente de la patronal gaditana, Javier S¨¢nchez Rojas, subraya su ¡°capacidad para lograr que Jerez estuviera por encima de la media de la provincia de C¨¢diz y Andaluc¨ªa¡±. ¡°Fue un magn¨ªfico alcalde que no supo interpretar el final de su etapa¡±, resume.

¡°Hay que saber retirarse a tiempo¡±, comparte Luis Garc¨ªa, presidente de la patronal bodeguera en la d¨¦cada de la dura reconversi¨®n de la vid, entre 1986 y 1996, que provoc¨® la p¨¦rdida de hasta 5.000 puestos de trabajo. Durante la hist¨®rica huelga de la vid, Pacheco construy¨® casetas en las puertas de todas las bodegas de Jerez para que los piquetes comieran y durmieran durante los 59 d¨ªas de paro. ¡°Lleg¨® a desplegar una pancarta en plena calle con el lema ¡®Luis Garc¨ªa, persona non grata¡¯. A?os despu¨¦s me hizo Rey Mago¡±, rememora. ¡°Hasta el circuito podr¨ªa llevar su nombre, pero se obnubil¨®. Crey¨® que Jerez era su cortijo¡±, sentencia.

El sindicalista Jos¨¦ Manuel Trillo fue uno de los que se traslad¨® a Madrid para pedir el indulto de Pacheco tras la condena por desacato. Recuerda esa huelga de principios de los noventa en la que los piquetes se organizaban con los walkie talkies que facilitaba el alcalde. Trillo admite que Pacheco ¡°impregn¨® de irregularidades la contrataci¨®n en el Ayuntamiento¡±. ¡°Entr¨® la gente que ¨¦l quer¨ªa¡±, afirma antes de a?adir que las sucesoras en el cargo, Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo (PP) y Pilar S¨¢nchez (PSOE), han hecho ¡°tres cuartos de lo mismo¡±.

La gesti¨®n econ¨®mica de Pacheco en la ¨²ltima d¨¦cada como alcalde fue nefasta. El andalucista, enemistado con todas las administraciones, embarc¨® a la ciudad en proyectos costos¨ªsimos sin amarrar financiaci¨®n externa. El alcalde anunci¨® un fastuoso parque tem¨¢tico del motor y present¨® grupos inversores millonarios que resultaron ser un bluf y jam¨¢s dejaron un c¨¦ntimo. Pacheco se extralimit¨®. Bastan tres datos aportados por los sindicatos: el 75% de la plantilla municipal accedi¨® al Ayuntamiento sin oposici¨®n; cerca de 2.000 empleados fueron contratados sin superar un concurso de m¨¦ritos; en cuatro a?os triplic¨® el personal del ¨¢rea de Urbanismo que dirig¨ªa como vicealcalde en su ¨²ltima etapa.

El electorado le dio la espalda en 2003, 2007 y 2011. ¡°?Ni los m¨ªos me han votado!¡±, lamentaba cariacontecido tras la ¨²ltima derrota. El pachequismo da sus ¨²ltimos coletazos. En Jerez, Pedro Pacheco ha dejado de ser don Pedro.