50 Cents: la m¨²sica de los X Games
El rapero norteamericano despleg¨® un show apa?ado en el Poble Espanyol
Un mar de cabezas tachonado por gorras. Vestimenta deportiva, como para salir corriendo a la voz de ¡°start¡±, -el ¡°ya¡± quedar¨ªa muy paleto-. Mucho idioma, mucho deportista ¡°extremo¡±. Pueblo Espanyol, acto musical central de los X Games, esos deportes que precisan que el practicante se ponga cabeza abajo con algo entre las piernas (motos, bicis, tablas, etc¨¦tera). Se aguarda en escena a 50 Cent, ejemplo del sue?o americano al protagonizar una vida que sali¨® del trapicheo para alcanzar el empresariado mediante la liberaci¨®n por la m¨²sica. Faltaban s¨®lo unas banderas con las barras y estrellas. Expectaci¨®n bajo las gorras, el recitador que sali¨® de la nieve estaba a punto de aparecer.
En escena siete negros que para reiterar su color vest¨ªan camisetas negras. Negros de esos que ya s¨®lo con ver c¨®mo se ponen tras sus instrumentos se perciben como buenos m¨²sicos, personas el¨¢sticas a las que el t¨®pico vincula gen¨¦ticamente con el ritmo. Se ve¨ªan bater¨ªa, teclados, guitarras, en fin, esos instrumentos que la nueva adjetivaci¨®n de lo viejo denomina org¨¢nicos. Hip hop tocado, como el de The Roots. Sale 50 Cents dando botes, sin duda impronta del baloncesto, llamando la atenci¨®n, y aquello comienza a sonar a desbarajuste en el que s¨®lo se puede asegurar estar oyendo la bater¨ªa. L¨¢stima, tanto m¨²sico para tan poco resultado. Esto de lo org¨¢nico no es tan f¨¢cil.
Tarea durante la siguiente hora: olvidar que el sonido tira a muy malo y que los tres teclistas parecen responsables del estruendo. Ayuda, un poco, el apartado visual, ya que tras In the club el escenario se oscurece para que relumbren unas lucecitas adheridas a la ropa de los m¨²sicos. New day y I get money suben el octanaje de la noche y en Down on me los confetis vuelan sobre las gorras. Es hip hop, pero es cada vez m¨¢s funk de los setenta, I just wanna, y siempre orgullo racial de quien ha dado esquinazo a la miseria, y que en pantallas se traduce con brillantes, coches y se?oritas. Mucho lustre.
Con el o¨ªdo hecho, el concierto avanza veloz. Hay fragmentos de hip hop s¨®lo con disc-jockey, Rider pt 2, pero la mayor parte del sprint se toca con banda, Caen How we do, Disco inferno y I just a lil bit. La cosa se acaba. Candy shop y poco m¨¢s. Marcha 50 Cents de escena y la megafon¨ªa vuelve a escupir hip-hop para que nadie pierda el tiempo pidiendo un bis. Los yanquis organizan bien. Un concierto apa?ado. Divertido fue.
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