Sant¨ªsimo D¨¦ficit

Estamos en el mes mariano. No el de Rajoy, no. El de la virgen Mar¨ªa. Mes de salves y procesiones, rosarios de la aurora y auroras rocieras. Curas y beatos, rezos y capillas. No es extra?o que el discurso de un comunista como Valderas se haya impregnado de ese tono clerical¨®n y nos hable de la ¡°santificaci¨®n y sacralizaci¨®n¡± del d¨¦ficit, esa nueva deidad que los ultraliberales europeos han elevado a los altares.

Desde la capilla monclovita ha salido con destino a las autonom¨ªas el nuevo dogma: este a?o no podr¨¢n sobrepasar el 1,2% de d¨¦ficit. Bajo pena de ser condenadas al infierno controlado por Montoro.

Al tiempo, se ha filtrado que Catalu?a podr¨ªa recibir un trato especial, ante las dificultades de su maltrecha econom¨ªa. Y se ha armado la marimorena.

Los barones del PP que cumplieron el pasado a?o con el l¨ªmite del 1,5% del d¨¦ficit se oponen a que los ¡°incumplidores¡±, de manera especial Catalu?a, reciban un trato de favor este a?o. Se olvidan de que las dos comunidades con mayor nivel de incumplimiento son de su cofrad¨ªa, Valencia (3,5%) y Murcia (3%).

Andaluc¨ªa, que qued¨® medio punto por encima del d¨¦ficit exigido el pasado a?o, a la par de Catalu?a (2%), intenta poner calma y sensatez en el debate. En la Consejer¨ªa de Hacienda tienen clara la jugada del Gobierno central: culpan a las autonom¨ªas de ser unas gastonas y azuzan el trato diferenciado a Catalu?a como ¡°carnaza para que la mordamos y nos pongamos a parir entre nosotros¡±.

Andaluc¨ªa, una vez m¨¢s, puede ser clave en el conflicto, que tiene muchos tintes populistas. De entrada, el presidente Gri?¨¢n ha advertido de que ¡°el enfrentamiento entre comunidades lleva siempre al desastre¡±.

Hay que ir a lo relevante. En primer lugar, distribuir mejor el esfuerzo ahorrador. Si la Uni¨®n Europea ha permitido a Rajoy un d¨¦ficit del 6,3% (frente al 4,5% previsto), lo l¨®gico es que esa flexibilidad se traslade a las autonom¨ªas.

Pero Madrid propone quedarse pr¨¢cticamente como el pasado a?o (5,1%) y exige a las comunidades que no sobrepasen el 1,2%. Unas administraciones que corren con el cuantioso gasto en educaci¨®n, sanidad y servicios sociales, entre ellos la maltratada dependencia.

La Junta propone que se eleve ese tope hasta por lo menos el 1,8% para todas las comunidades y luego se aplique una ¡°f¨®rmula objetiva¡± para compensar a las que tengan mayores problemas. Entre ellas, la catalana, pero tambi¨¦n la valenciana, la murciana y la andaluza. Una formula asim¨¦trica, pero basada en datos objetivos: la financiaci¨®n que recibe cada autonom¨ªa y su nivel de endeudamiento.

Esta f¨®rmula molesta a los nuevos gallos del corral pepero, que est¨¢n utilizando la batalla del d¨¦ficit para sacar pecho. Un arte en el que sobresale el extreme?o Monago, quien presume de haber pasado de ser la comunidad con m¨¢s d¨¦ficit a la que menos tiene. Una trola como una bola: la reducci¨®n de su d¨¦ficit se sustenta en los ingresos at¨ªpicos del pasado ejercicio, pero que se generaron hace una d¨¦cada. Sin esos ingresos, su d¨¦ficit habr¨ªa sido similar al andaluz, como han demostrado en este peri¨®dico los profesores Conde-Ruiz y Rubio-Ram¨ªrez.

En segundo lugar, habr¨¢ que revisar el modelo de financiaci¨®n actual. Que produce desequilibrios como ¨¦ste: Extremadura recibe 2.509 euros por habitante y Andaluc¨ªa 2.195. Si recibieran el mismo trato, esta comunidad ingresar¨ªa 2.500 millones de euros m¨¢s al a?o, con lo que la Junta solventar¨ªa buena parte de sus problemas financieros.

Por tanto, parece sensato dejar de morder la carnaza de Rajoy para concentrarse en lo fundamental: un nuevo y m¨¢s equilibrado sistema de financiaci¨®n y una mejor distribuci¨®n del esfuerzo entre todas las administraciones para controlar el d¨¦ficit. Sin santificarlo.

Bastantes santos, v¨ªrgenes y beatos tiene ya el vasto santoral de la Iglesia.