Enladrillar a toda costa
Ganan quienes cometieron ilegalidades porque ellos lo val¨ªan y nos quedamos con cara de tonto los ciudadanos que no incumplimos las normas
Si en enero ya avis¨¢bamos de que Generalitat valenciana y sospechosos habituales han decidido reactivar la econom¨ªa encomend¨¢ndose de nuevo a la gallina de los huevos de cemento, la reforma de la Ley de Costas (por medio de una ley llamada ¡°de protecci¨®n y uso sostenible del litoral¡±, por si queda alguna duda a alguien respecto de qu¨¦ va la pel¨ªcula) finalmente publicada en el BOE el pasado jueves deja muy claro que desde el Gobierno central tampoco hay m¨¢s ideas. Lo de siempre, con los errores de siempre, a mayor gloria de los de siempre.
No voy a aburrirles reiterando una y otra vez hasta qu¨¦ punto es suicida destrozar nuestro patrimonio natural para conseguir algo de riqueza a corto plazo. Vista la escas¨ªsima reacci¨®n cr¨ªtica ante destrozos pasados y barbaridades presentes como la nueva reforma o la manera en que los lobbies ladrill¨ªsticos empiezan a cocinar esa ¡°ley urban¨ªstica valenciana menos absurdamente respetuosa con el medio ambiente¡± est¨¢ claro que tiene poco sentido. Por lo visto, necesitamos m¨¢s evidencias, en forma de desastres futuros (econ¨®micos, ambientales, de modelo social, de igualdad¡) para entender hasta qu¨¦ punto son nefastos estos peculiares programas de reactivaci¨®n econ¨®mica basados en salir de la crisis en que estamos metidos por culpa del ladrillazo y del copazo sin control¡ con m¨¢s ladrillazo y copazo (y mucho menos control sobre sus agentes privilegiados).
Sin embargo, de los efectos de este tipo de reformas, que amnist¨ªan miles de ilegalidades en nuestras costas y les dan carta de naturaleza jur¨ªdica futura, que ampl¨ªan las posibilidades de privatizaci¨®n de bienes p¨²blicos, que degradan el medio ambiente de todos para disfrute y ganancia de unos pocos¡ ya sea en este ¨¢mbito o en el urbanismo, s¨ª que vale la pena hablar analizando qu¨¦ comportamientos incentivan y los correspondientes ganadores y perdedores:
-Ganan quienes cometieron ilegalidades porque ellos lo val¨ªan (casas ilegales, chiringuitos fuera de medida¡) y nos quedamos con cara de tonto los ciudadanos que no incumplimos las normas, viendo c¨®mo no s¨®lo no obtuvimos ventaja pasando de la ley sino que ahora los pillastres consolidan para siempre el r¨¦dito logrado con su caradura.
-Ganan quienes controlan ciertos resortes econ¨®micos que les han permitido durante a?os usar y abusar de bienes p¨²blicos en perjuicio del resto de ciudadanos y adem¨¢s, para m¨¢s escarnio, lo hacen invocando esos poblados de pescadores y de gente humilde que sirven como grotesca pantalla medi¨¢tica para tapar una apropiaci¨®n tremenda de bienes y espacios de gran valor (y de todos) en beneficio de ciertas oligarqu¨ªas.
-Ganan actividades econ¨®micas que tienen cautivo el rendimiento de espacios y bienes p¨²blicos (y una sorprendente capacidad de control de las decisiones pol¨ªticas), no se sabe bien por qu¨¦ raz¨®n, y perdemos quienes deseamos una econom¨ªa m¨¢s din¨¢mica en sectores abiertos o incluso en esos mismos pero en r¨¦gimen de libre competencia, condenados por una econom¨ªa esclerotizada y que drena recursos a favor de estas actividades de poco valor a?adido.
Ganancias todas ellas amparadas en un discurso que apela a la ¡°necesidad¡± de no desaprovechar ciertas oportunidades en tiempos tan duros como los presentes. Ocurre, sin embargo, que esas ¡°oportunidades¡± no rentan igual a todos. A ver si vamos aprendiendo.
@Andres_Boix, blog en http://blogs.elpais.com/no-se-trata-de-hacer-leer/
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