El cine m¨¢s joven
Peque?as pel¨ªculas, sutiles y honestas, impulsadas en institutos y escuelas por A Bao A Qu
Un milagro se produce desde hace ocho a?os en institutos y escuelas. Se trata del proyecto ¡°Cinema en curs¡± (con edici¨®n tambi¨¦n en Galicia y Argentina). Junto a profesores, maestros y j¨®venes cineastas, lo llevan a cabo N¨²ria Aidelman, Laia Colell y Laia Monta?¨¤, de la asociaci¨®n A Bao A Qu, nombre surgido de un cuento de Borges. Los once films de los talleres catalanes anuales de este curso, v¨¦anlos en bloc.cinemaencurs.org/, son preciosos. En tiempos de recortes salvajes, los docentes y alumnos, sabiamente guiados por estas pedagogas visuales, ofrecen una alternativa, un respiro, eso que tanta falta hace. Para los que amamos el cine y la vida en ¨¦l, estas minipel¨ªculas son un regalo por su sutileza, honestidad y fuerza visual poco com¨²n.
Los filmes est¨¢n hechos por alumnos de 8 a 18 a?os, aunque tambi¨¦n los hay m¨¢s j¨®venes. No sabr¨ªa por cu¨¢l empezar a recomendar el visionado, lo mejor es que entren en la web y los vean. Suelen durar entre ocho y doce minutos. Los temas propios de la edad adquieren resonancias agudas: los cambios, algunos tan indeseados, como la separaci¨®n de los padres, o del grupo de amigos cuando te toca ir al instituto, o porque cambias de pa¨ªs; o ser un bicho raro. Los alumnos, ayudados por sus maestros, tambi¨¦n aportan m¨²sicas y sonidos. Y eso es importante en este cine, que apuesta por la veracidad de la imagen m¨¢s que por los di¨¢logos, animando a los j¨®venes guionistas y realizadores, as¨ª como a sus maestros, a evitar la palabra tal vez mal usada y dejar hablar a lo visible.
El ministro Wert no lo podr¨ªa soportar, me comentaba un profesor tras el pase de los films en la Filmoteca, una experiencia tan inusual como emocionante
Y qu¨¦ im¨¢genes. Los centros que han participado son institutos y escuelas de Montbau, Sant Adri¨¤ del Bes¨°s, Badalona, Matar¨®, Vallvidrera, Bordils, Sant Vicen? de Castellet, Vic, Bellvitge y el Raval. El urbanismo y el paisaje urbano, la humanidad de sus calles, pocas veces las vemos as¨ª ni en la tele ni en el cine. No como lo hacen estos chicos. Han conseguido que los espacios urbanos, o los rurales, sus espacios, sean tambi¨¦n ¡°actores naturales¡±, como ellos mismos lo son. Sin impostaciones, sin adornos ni mucho menos truculencia. Estas son sus calles, sus puentes, su trozo de mar, su lugar en la monta?a, sus pisos, sus mercados, sus gentes, sus terrados, su r¨ªo, sus Mistos del escultor Oldenburg, su Carmel, desde donde dos adolescentes que al d¨ªa siguiente ya no estar¨¢n juntos se re¨²nen de noche con Barcelona a sus pies. Esta es Catalu?a. Pasolini, al que el CCCB homenajea estos d¨ªas, estar¨ªa orgulloso.
Un aparte para los cortos elaborados por las Aulas d'Acollida. Son los alumnos que seguramente m¨¢s empe?o exigen a la instituci¨®n escolar, por sus dificultades de inserci¨®n ya sea ling¨¹¨ªstica o familiar. El ministro Wert no lo podr¨ªa soportar, me comentaba un profesor tras el pase de los films en la Filmoteca, una experiencia tan inusual como emocionante. Chavales que apenas saben hablarlo presentaban en catal¨¢n su filme y sus compa?eros de otros centros les preguntaban muy interesados c¨®mo hab¨ªan realizado esta toma o este plano. Todos se preguntan unos a otros. Atentos, escuch¨¢ndose. Muchachos que no tienen un presente f¨¢cil han realizado bell¨ªsimos apuntes, casi un diario, de sus primeros d¨ªas en Barcelona hasta llegar a la puerta del instituto, o de c¨®mo se ayudan dos hermanos en la noche badalonesa, o c¨®mo las amigas est¨¢n ah¨ª cuando las cosas andan mal y t¨² est¨¢s rara.
A Bao A Qu tambi¨¦n ha apostado por la ense?anza de la fotograf¨ªa. Realiza una funci¨®n de extraordinaria repercusi¨®n docente que ahora vive en el vilo de la ayuda p¨²blica. Los fondos deben seguir llegando para que el cine y la fotograf¨ªa de los j¨®venes prosigan. Otro programa es art¨ªstico. En el instituto Men¨¦ndez y Pelayo se ha gestado la exposici¨®n que Fernando Prats presenta en la Capella de Santa ?gueda (hasta el 23 de junio), ¡°Acci¨® defensa passiva¡±. Junto a quince estudiantes, el artista pone de relieve la huella de los refugios y de la ciudad bombardeada durante la guerra. El Institut de Cultura de Barcelona y el Consorci d'Educaci¨® tienen en su haber este programa art¨ªstico y eso les honra.
Educar la mirada, entrenarla, saber ver lo que pasa, lo que ha sucedido y sobre todo lo que nos pasa por dentro, son objetivos de A Bao A Qu muy pero que muy logrados.
Merc¨¨ Ibarz es escritora.
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