Rigau ahorra nueve millones en becas comedor con la jornada intensiva
Consejos comarcales, escuelas y familias dicen que las ayudas son insuficientes
La aplicaci¨®n de la jornada intensiva en el 71% de los institutos p¨²blicos este curso ha permitido a la Generalitat ahorrarse nueve millones de euros en becas comedor. Seg¨²n datos del Departamento de Ense?anza, que dirige Irene Rigau, este a?o se destinar¨¢n 15,3 millones de euros a las llamadas becas comedor obligatorias (cuando el alumno debe desplazarse a otro municipio para ir a clase, lo que se da principalmente en la secundaria), mientras que el curso pasado fueron 24,6 millones.
La reducci¨®n tambi¨¦n afecta a las becas comedor no obligatorias (el alumno no cambia de poblaci¨®n). Estas son las conocidas como becas sociales, porque son las que reciben las familias sin recursos. De los 40 millones destinados hace tres cursos, en el actual se han quedado en 32 millones. Los beneficiarios, en cambio, casi se mantienen: de los 62.677 de 2010 a los 64.000 este a?o, seg¨²n Rigau. Esto se explica porque muchos consejos comarcales (que son los que gestionan las becas) han decidido reducir el importe de la ayuda para llegar a m¨¢s familias. Por ejemplo, en el Alt Camp las becas han pasado de cubrir hasta el 100% del importe del comedor (un m¨¢ximo de 6,2 euros diarios) al 50% actual.
¡°Las becas actuales no son suficientes, no llega a todas las familias que lo necesitan¡±, afirma tajantemente un responsable del ¨¢rea de educaci¨®n de un consejo comarcal. En ello coincide el presidente del consejo del Baix Llobregat, Joaquim Balsera, que ha visto c¨®mo este curso se reduc¨ªa en medio mill¨®n de euros la partida para estas becas (1.500 beneficiarios menos). ¡°Empieza a ser un problema preocupante y un problema social¡±.
El Baix Llobregat reduce
Una de las familias que no ha podido acceder a una de estas ayudas por los recortes es la de Celestina. Su hijo mayor, en secundaria,este curso come en casa por la jornada intensiva. La peque?a, en primer curso de Primaria, no se queda en el comedor porque los padres no pod¨ªan pagarlo. Celestina trabaja como monitora de comedor y percibe apenas 300 euros al mes. Su marido, en paro, cobra una ayuda de 420 al mes. Tienen la suerte de no tener hipoteca, pero con estos ingresos, los 120 euros mensuales del comedor eran inasumibles. ¡°Nos dijeron que nos denegaban la beca porque hay gente con m¨¢s dificultades, pero no lo encuentro justo¡±, se queja Celestina.
Pero las becas no cubren todo el coste del comedor, as¨ª que ¨²ltimamente est¨¢ creciendo el n¨²mero de familias que no pueden asumir su parte. Le sucedi¨® a Jorge Urrez, con dos ni?os de 14 y 8 a?os, y su mujer, con depresi¨®n por la situaci¨®n. Jorge solo ha trabajado 12 meses en cuatro a?os. Este antiguo trabajador de la construcci¨®n de Cornell¨¤ de Llobregat y su familia sobreviven con los 420 euros del paro de su ¨²ltimo trabajo. Con estos exiguos n¨²meros, Jorge acudi¨® a Cruz Roja. La entidad paga la parte del comedor que la beca no cubre.
"No sabemos lo que es comer
El programa de becas comedor de Cruz Roja, puesto en marcha este curso, beneficia a 670 ni?os y tiene una dotaci¨®n de 200.000 euros, una cifra insuficiente para la larga cola de demandantes que tiene la entidad. Muchos de estos, dice su coordinador en Catalunya, Enric Morist, son los llamados nuevos pobres que no recurren a los servicios sociales municipales por verg¨¹enza a que los reconozcan.
La crisis est¨¢ vaciando los comedores escolares. A la espera de datos oficiales, las empresas y entidades sociales que gestionan este servicio cifran entre un 10 y un 20% la ca¨ªda de men¨²s que sirven. Escuelas y AMPAs hace tiempo que alertan del peligro que los ni?os abandonen el comedor, ya que supone para muchos la ¨²nica comida que los peque?os realizan al d¨ªa. Con gran franqueza, Jorge Urrez reconoce que en su hogar la alimentaci¨®n es deficiente. ¡°No sabemos lo que es comer pescado o carne roja. Comemos lo m¨¢s barato, arroz y pastas¡±, admite Jorge. ¡°Que los recortes lleguen a la alimentaci¨®n b¨¢sica de los ni?os no se entiende¡±, a?ade. Desde todos los sectores lanzan un grito de alerta ante esta situaci¨®n y reclaman a la administraci¨®n m¨¢s ayudas. ¡°Pueden haber recortes en otros aspectos, pero no se puede tocar la alimentaci¨®n infantil¡±, reclama Morist.
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