Mas potencia la agenda internacional pese a los fiascos de Par¨ªs y Mosc¨²

Con un Gobierno encallado por la falta de Presupuestos y por el bloqueo a que le somete el Ejecutivo de Mariano Rajoy, Artur Mas est¨¢ buscando en la acci¨®n exterior el bal¨®n de ox¨ªgeno que todos parecen negarle en Catalu?a. El presidente de la Generalitat ha decidido reactivar al m¨¢ximo su agenda internacional los pr¨®ximos meses en un intento de retomar la iniciativa pol¨ªtica y a pesar del escaso brillo que han tenido sus recientes viajes a Par¨ªs y Mosc¨². A comienzos de julio el presidente catal¨¢n viajar¨¢ a Brasil en la que deber¨ªa ser la expedici¨®n de mayor calado econ¨®mico y pol¨ªtico de sus dos a?os y medio como presidente. El reto ser¨¢ conseguir que las canciller¨ªas extranjeras vuelvan a abrir sus puertas al presidente de la Generalitat, hoy por hoy cerradas a cal y canto por las suspicacias que genera el proceso soberanista.

La secretar¨ªa de Exteriores de la Generalitat est¨¢ cerrando estos d¨ªas la agenda brasile?a del presidente catal¨¢n. Ser¨¢ un viaje eminentemente econ¨®mico, para dar brillo a las inversiones catalanas en Brasil y para buscar socios, inversiones y potenciales turistas en una de las potencias emergentes que todos se disputan en estos momentos. Mas visitar¨¢ Sao Paulo, Rio de Janeiro, Florian¨¢polis y Fortaleza entre otros lugares. Y no renuncia a tener una agenda pol¨ªtica al margen de la estrictamente econ¨®mica. Los contactos con el Ministerio de Exteriores y la Embajada de Espa?a han comenzado pese a las relaciones tan complicadas de los ¨²ltimos tiempos.

Mas ha sufrido en primera persona estas malas relaciones en sus ¨²ltimos viajes. En Par¨ªs, la semana pasada, Mas vio c¨®mo naufragaba su publicitada entrevista con el ministro de Defensa franc¨¦s. Lo mismo le ocurri¨® en Mosc¨² el pasado noviembre, donde no consigui¨® reunirse con ning¨²n dirigente pol¨ªtico de relevancia. La influencia de la embajada espa?ola en estos pinchazos var¨ªa seg¨²n las fuentes que se consulten, pero todas concluyen en que ante la duda, las autoridades extranjeras prefieren evitar cualquier atisbo de crisis con el Gobierno de Espa?a. De ah¨ª que Mas tenga hoy m¨¢s dif¨ªcil que sus predecesores reunirse con mandatarios extranjeros.

El caso del ministro de Defensa franc¨¦s fue especialmente flagrante. La reuni¨®n con Jean-Yves Le Drian fue suspendida oficialmente por "problemas de agenda" del ministro. Fuentes diplom¨¢ticas explican que esta cancelaci¨®n de ¨²ltima hora se produjo por m¨²ltiples desprop¨®sitos y equ¨ªvocos que acabaron aconsejando al ministro dejar el encuentro para otra ocasi¨®n. Ciertamente, como dijo Mas, la reuni¨®n la hab¨ªa pedido el ministro. Pero ¨¦ste no lo hab¨ªa hecho en calidad de miembro del Gobierno franc¨¦s, sino como presidente de la Conferencia de Regiones Perif¨¦ricas Mar¨ªtimas de Europa. La Generalitat no explicit¨® este punto en las notas oficiales, "jug¨® al equ¨ªvoco", seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. Y motiv¨® el enfado del Gobierno franc¨¦s, que pudo sentirse utilizado en la campa?a que lleva a cabo Artur Mas para demostrar que puede reunirse con mandatarios europeos pese a su agenda soberanista.

Las mismas fuentes se?alan otro error que, en este caso tambi¨¦n afectar¨ªan el ministro. La reuni¨®n se organiz¨® sin la mediaci¨®n del ministerio de Exteriores, algo que atenta contra los usos y costumbres del a diplomacia internacional. El ministro convoc¨® por carta a Mas meses atr¨¢s y ¨¦ste le respondi¨® directamente. "Este simple gesto fue suficiente para que, posteriormente el Gobierno franc¨¦s se diera cuenta del error y cancelara la entrevista", explican. No hizo falta pues, la intervenci¨®n directa de la embajada de Espa?a como ha pasado en otras ocasiones. Fuentes del Gobierno catal¨¢n admitieron que "esta vez" no fue la embajada de Espa?a quien torpede¨® el viaje.

Se da la circunstancia de que la parte del viaje a Par¨ªs que s¨ª funcion¨® fue la que la Generalitat organiz¨® conjuntamente con el Ministerio de Exteriores: la firma de un convenio con la Unesco para que Catalu?a pueda tener delegados temporales en la instituci¨®n. Ser¨ªa un primer paso para el reconocimiento de Catalu?a en este organismo y hacia un objetivo a medio plazo de que Catalu?a, como Quebec, pueda tener una delegaci¨®n permanente al margen de Espa?a. La firma del convenio, entre Mas y la directora de la Unesco, Irina Bokova, se hizo presidida por la bandera espa?ola y fue posible porque el Estatuto de Autonom¨ªa de Catalu?a recoge que la Generalitat pueda tener presencia exterior.

Mas no tuvo otro remedio que invocar una segunda vez el Estatuto que tantas veces ha denostado. Fue a la hora de reunirse con el presidente de la compa?¨ªa ferroviaria francesa SNCF, con la que intenta romper el monopolio de Renfe en Catalu?a. La carta auton¨®mica permite a la Generalitat gestionar los trenes de cercan¨ªas.

La colaboraci¨®n entre la Generalitat y el Ministerio de Exteriores ante futuros viajes del presidente catal¨¢n no se adivina f¨¢cil. Ni unos ni otros se profesan ning¨²n tipo de confianza mutua despu¨¦s de que en Mosc¨² Exteriores optara por no facilitar la entrada por la aduana de los productos de exposici¨®n que los empresarios que acompa?aban a Mas quer¨ªan llevar. El resultado fueron serios retrasos y un caos importante. Tampoco ayudan declaraciones como las del consejero de Presidencia y responsable de Exteriores, Francesc Homs, esta semana, cuando respondi¨® al ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, que es "mejor ir solos que mal acompa?ados".