La elegancia ilumina la noche

Distinguidos, seductores y delicados: Pet Shop Boys. En la noche de ayer llenaron de destellos las pupilas de las m¨¢s de 10.000 personas que se citaron en el concierto inaugural del S¨®nar nocturno en el Pol¨ªgono Pedrosa, convertido en una discoteca sofisticada orlada por la clase del incombustible d¨²o brit¨¢nico. Y no, Pet Shop Boys no deslumbraron esta vez con un espect¨¢culo original como el de su ¨²ltima gira, sino con un montaje fundamentado en proyecciones, multitud de rayos l¨¢ser repartidos como d¨¢divas de la tecnolog¨ªa, dos bailarines y un vestuario llamativo pero no especialmente atrevido que, eso s¨ª, permiti¨® a Tennat y Lowe lucir capirotes negros en los primeros compases del concierto.

Luego llegar¨ªan los trajes, uno con fez, que, d¨ªgase tambi¨¦n, hay que saber llevar. Fue suficiente. El p¨²blico hac¨ªa coreograf¨ªas mientras bailaba los temas m¨¢s populares, hubo un buen ramillete ¡ªOpportunities, Suburbia, I¡¯m not scared, s¨®lo en el primer tramo de la actuaci¨®n¡ª, y el escenario se llenaba de luces que iluminaban a la pareja, generalmente sola o, m¨¢s bien, acompa?ada con la acentuada distancia y distinci¨®n propia de Tennat.

Lowe, como siempre a lo suyo, con su teclado, hier¨¢tico como un pin¨¢culo. Pese a que la excusa de la nueva gira era la presentaci¨®n de Electric, un disco que se publica el pr¨®ximo mes de julio, las sorpresas llegaron con una versi¨®n excelente de Bruce Springsteen, un Last to die desprovisto de ¨¦pica proletaria y llevado a los terrenos del pop electr¨®nico bailable, y un acercamiento igualmente brillante al Somewhere de Bernstein.

Del nuevo disco sonaron piezas como Axis, justo en el comienzo, Thursday y la final Vocal. El resto del repertorio lo compusieron temas cl¨¢sicos infalibles y otros recientes, con momentos deliciosos como los apuntados en Invisible o la turbadora sutileza de Leaving.

M¨²sica de c¨¢mara electr¨®nica, pop bailable, alimento para el abandono de los sentidos, una fiesta impecable que deslumbr¨® a los espectadores que para acceder a las tripas del hangar del S¨®nar nocturno hab¨ªan canjeado etiquetas de la bebida patrocinadora del festival.

Ma?ana, Pet Shop Boys repetir¨¢n el espect¨¢culo que de nuevo les sit¨²a como los m¨¢s sensibles, inteligentes y elegantes de la clase. Para ello, esta vez, no han necesitado un derroche de originalidad, sino la aplicaci¨®n de un buen gusto indiscutible. El suyo.