Una bancada dif¨ªcil de gestionar

Hay en el seno del PP quienes piensan que la suerte del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, es que cada semana aparece un problema nuevo que oculta el anterior. El inconveniente es que, al final, se acumulan los problemas a la espera de una soluci¨®n definitiva. Eso es, m¨¢s o menos, lo que ha ocurrido esta semana con el diputado Rafael Blasco, que ha participado con normalidad en la vida del Grupo Popular en las Cortes Valencianas. Como si la Abogac¨ªa de la Generalitat no pidiese para ¨¦l 11 a?os de c¨¢rcel y 31 de inhabilitaci¨®n como responsable de buena parte de las supuestas irregularidades cometidas en la gesti¨®n de los fondos destinados al Tercer Mundo.

El exconsejero y exportavoz parlamentario Rafael Blasco sabe que forma parte de un partido donde impera una cultura basada en la resistencia, donde agotar por cansancio al adversario tiene sus frutos, aunque ello implique arrastrar por el fango los valores m¨¢s elementales.

Esa resistencia es la que le ha permitido a Blasco ganar tiempo ¡ªobligando al jefe del Consell a esperar el auto de apertura del juicio oral¡ª y diluir el elemento diferenciador que le separaba del resto de diputados imputados ¡ªla petici¨®n de penas de la Abogac¨ªa de la Generalitat¡ª.

No es el primer rev¨¦s que sufre la pol¨ªtica de tolerancia cero contra la corrupci¨®n por parte del presidente de la Generalitat. Otros imputados del Grupo Popular tambi¨¦n han conseguido rebajar la presi¨®n sobre ellos. La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, anunci¨® a finales de julio de 2012 que dimitir¨ªa como diputada auton¨®mica si resultaba imputada. Casi un a?o despu¨¦s, Castedo sigue en su esca?o. Igual que su antecesor en el Ayuntamiento de Alicante, Luis D¨ªaz Alperi, que acude a las sesiones parlamentarias acompa?ado de su hija Elisa.

Tambi¨¦n Ricardo Costa, imputado en varias piezas del caso G¨¹rtel, sigue siendo indispensable en la bancada popular en los debates econ¨®micos. Otros imputados de relumbr¨®n, como las exconsejeras de Turismo Milagrosa Mart¨ªnez (para quien la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n tambi¨¦n pide penas de c¨¢rcel) y Ang¨¦lica Such (la Fiscal¨ªa pide penas de inhabilitaci¨®n) complican tambi¨¦n la toma de decisiones. En este caso, ambas a¨²nan el simbolismo de haber estado en la Mesa de las Cortes. Mart¨ªnez como presidenta y Such como secretaria primera.

En total Fabra debe gestionar una bancada con nueve imputados, varios ya procesados, y dos pesos pesados como Rita Barber¨¢ y Francisco Camps ¡ªque llen¨® el grupo de fieles¡ª pendientes de lo que decida el TSJ. Y por ahora solo una baja: la del dimitido alcalde de Torrevieja, Pedro Hern¨¢ndez Mateo, que esper¨® a tener una sentencia condenatoria. Toda una bancada muy dif¨ªcil de gestionar.