Cinco minutos de silencio y sigue la fiesta

Alicante se sumi¨® en el dolor y tambi¨¦n en la contradicci¨®n con la muerte del peque?o Aaron: al mismo tiempo que se guardaban cinco minutos de silencio frente al Ayuntamiento, en el centro de la ciudad continuaba el concurso de mascletades, si bien en la del d¨ªa de ayer la Bellesa del Foc no dio su t¨ªpico pistoletazo de salida (¡°Senyor pirot¨¨cnic, pot comen?ar...¡±).

¡°Habr¨¢ siempre un recuerdo para el peque?o Aaron¡±, dijo la alcaldesa Sonia Castedo tras poner un cresp¨®n negro en la hoguera oficial: ¡°Tanto dolor nos hace sentir indefensos ante el latigazo del infortunio¡±, lament¨® Castedo, acompa?ada del presidente de la Comisi¨®n Gestora de las fiestas, Manuel Jim¨¦nez, visiblemente emocionado.

A la pregunta de si el incidente deb¨ªa replantear el reglamento del uso de pirotecnias, Castedo aseguro que la venta de petardos est¨¢ ¡°regulada, controlada y vigilada perfectamente¡± en la ciudad. Para adquirir petardos se debe presentar el DNI.

En la barraca de Sant Blai de Dalt, donde muri¨® el ni?o, cancelaron su participaci¨®n en los actos festeros del d¨ªa, si bien mantuvieron su cena como hicieron en la noche que ocurri¨® el suceso.

A las dos en punto del mediod¨ªa, desde el mismo reguero de sangre que dej¨® el ni?o pod¨ªa verse como sub¨ªan los cohetes de la masclet¨¤ y c¨®mo crec¨ªa la nube de humo. Dos vecinas con comercios en la plaza no sab¨ªan si deb¨ªan de haberse aplazado los fuegos durante un d¨ªa. ¡°Me dice mi hija que es un concurso y que no pueden¡±, dec¨ªa una. La otra comentaba: ¡°No pasa nada hasta que ocurre y todos nos ponemos a cabecear contra un muro¡±.

De no haber estado en ese momento en el tanatorio, la familia del fallecido hubiera escuchado y visto toda la humareda de la p¨®lvora desde su balc¨®n. En el tanatorio la madre lloraba desconsolada en una habitaci¨®n mientras fuera esperaban vecinos del barrio. Uno de ellos dijo: ¡°Lo han matado¡±, contestando a la pregunta de si se hab¨ªa hecho todo por salvar al ni?o.