Los accionistas portugueses cambian el rumbo de La Seda tras retomar el control

La Seda de Barcelona hizo ayer tabla rasa de los dos ¨²ltimos meses de su historia. Sus dos principales accionistas, BA Vidro (20% del capital) y Caixa Geral (14,77%) decidieron dar un golpe sobre la mesa, recuperar el control del Consejo de Administraci¨®n ¡ªdel que hab¨ªan salido voluntariamente¡ª y dar marcha atr¨¢s a todos los acuerdos tomados en ese periodo de tiempo. Especialmente el pacto para refinanciar un cr¨¦dito sindicado de 235 millones de euros que ahogaba a la compa?¨ªa y que iba a suponer un vuelco en el accionariado, con el fondo buitre Anchorage cambiando 100 millones de deuda por capital y erigi¨¦ndose en el principal accionista de la compa?¨ªa.

BA Vidro ha querido evitar a toda costa esa situaci¨®n. De hecho, su presidente y desde ayer nuevo presidente de La Seda, Carlos Moreira, apunt¨® ayer que el grupo qu¨ªmico mantendr¨¢ el concurso de acreedores anunciado hace una semana con el objetivo de presionar a la banca y forzarle a llegar a otro acuerdo de refinanciaci¨®n con la compa?¨ªa. A La Seda le sigue urgiendo hallar recursos econ¨®micos. Y ahondar¨¢ en esa b¨²squeda con la venta de su divisi¨®n qu¨ªmica, incluidas las dos f¨¢bricas catalanas: las de El Prat de Llobregat y Tarragona. El objetivo es sacar 30 millones de euros de su venta.

Con su irrupci¨®n ayer en la junta de accionistas, BA Vidro se apunta la primera victoria en la lucha por el poder de La Seda, que manten¨ªa bloqueada la compa?¨ªa. Los accionistas portugueses pasaron el rodillo avalados por una escasa participaci¨®n en la junta, a la que apenas acudieron los propietarios de la mitad de las acciones. En el curso de las numerosas votaciones sac¨® adelante todas sus propuestas y tumb¨® las que consideraba de sus rivales. Le dej¨® claro a Anchorage que, de momento, el poder es de los accionistas y como prueba fehaciente dej¨® una v¨ªctima en el camino: la del vicepresidente Jos¨¦ Luis Morlanes, que se hab¨ªa posicionado a favor del fondo buitre. Quien hasta ayer era el primer ejecutivo de La Seda abandon¨® la junta mucho antes de que esta acabara, una vez que los accionistas hab¨ªan votado su cese inmediato, con un 81% de votos a favor, pese a que ya hab¨ªa anunciado su marcha.

Con esas se?as y el concurso de acreedores en ciernes, el accionista de referencia de La Seda no reh¨²ye el pacto con los sus bancos. Incluso que estos conviertan cr¨¦ditos en capital. Pero las condiciones han cambiado sustancialmente. BA Vidro no est¨¢ dispuesto a perder su posici¨®n de primer accionista y solo permitir¨¢ que los acreedores puedan cambiar un m¨¢ximo de 60,4 millones de euros y repartirse as¨ª como m¨¢ximo el 25% de las acciones de La Seda. De esa forma, Anchorage quedar¨ªa limitado al 10% del capital, seg¨²n explic¨® Moreira, frente al 27% al que optaba.

El resto del cr¨¦dito sindicado que se ha de refinanciar se repartir¨ªa entre los 145 millones que quedar¨ªan adscritos al negocio de envases y los 30 millones que se recaudar¨ªan con la venta del negocio qu¨ªmico, si es que se vende.

Quienes tambi¨¦n volver¨¢n a ser v¨ªctimas del futuro de La Seda ser¨¢n los accionistas minoritarios, que sufrir¨¢n una nueva reducci¨®n de capital. La en¨¦sima en los ¨²ltimos a?os, que ahora ser¨¢ el primer paso de la nueva etapa que quiere abrir BA Vidro en el grupo qu¨ªmico. Tras esa reducci¨®n de capital, La Seda afrontar¨¢ una nueva ampliaci¨®n por un importe de 40 millones de euros, abierta a todos los accionistas pero que BA Vidro se compromete a cubrir si no la apoyan el resto de sus socios.

Esa misma ampliaci¨®n es justo la que fracas¨® hace un a?o, por la negativa de BA Vidro a asumirla totalmente, y la que inici¨® la nueva crisis en la que ahora est¨¢ inmersa La Seda. Tambi¨¦n fruto de aquel fracaso el consejo de administraci¨®n puso en marcha un plan de desinversiones en el que no descartaba desprenderse de los activos, por partes, de su divisi¨®n qu¨ªmica. Como los que ayer anunci¨® Moreira, aunque ayer a?adi¨® dos f¨¢bricas que hasta ahora no se mencionaban: El Prat de Llobregat y Tarragona, las ra¨ªces catalanas de La Seda.

Carlos Moreira vuelve a iniciar un plan de trabajo que ya conoce pero ahora deber¨¢ tener en cuenta a un actor que hasta ahora hab¨ªa obviado, Anchorage. Y un concurso de acreedores que cuando ¨¦l lo propuso, no tuvo el consenso del consejo y que ahora lo han aprobado por ¨¦l.