Escenarios sobrevolados
Las actividades culturales en las azoteas andaluzas devuelven a los vecinos un espacio de comunidad
¡°Recuerdo que cuando era ni?a las azoteas se convert¨ªan en el coraz¨®n de la casa. Sub¨ªamos y nos pon¨ªamos a jugar, a charlar con las vecinas, e incluso a dormir en las noches de calor¡±, cuenta conmovida la trianera Amparo Portillo, de 59 a?os. Habla desde la azotea de la Casa de la Provincia de Sevilla, despu¨¦s de asistir durante algo m¨¢s de una hora a un espect¨¢culo de m¨²sica y poes¨ªa, con la Giralda y las c¨²pulas de la catedral como atrezo de fondo. La azotea de este edificio se convierte por las noches en un escenario sobrevolado a 12 metros del suelo.
Entre campanadas y con la brisa nocturna en las alturas, suenan ¡ªhasta unos minutos antes de la medianoche¡ª la bater¨ªa, las guitarras, el teclado y la voz de los componentes del grupo Fiebre. Celebran un concierto que forma parte del circuito de actuaciones culturales en azoteas de Sevilla Entretejas, una iniciativa que comenz¨® el pasado a?o y que cada vez cuenta con m¨¢s seguidores dispuestos a subir escaleras y ascensores hasta llegar a los escenarios.
¡°Nos planteamos que las azoteas pod¨ªan servir como espacio cultural, antes eran espacios privilegiados y de uso constante, y hemos pasado varias d¨¦cadas en las que han quedado infrautilizadas¡±, cuenta Jaime Fern¨¢ndez, miembro de la empresa La Matraka, organizadora del circuito de Entretejas.
¡°Para nuestro grupo actuar aqu¨ª es un privilegio. Es perfecto contar con un espacio abierto como este y con p¨²blico en directo. Es una forma de salir de los bares¡±, cuenta Marta Fern¨¢ndez, int¨¦rprete de Fiebre, que ha aprovechado el concierto en la azotea para grabar un v¨ªdeo promocional y vender discos, ya que no cobran por actuar. ¡°Es un lugar muy po¨¦tico, tiene muchas posibilidades¡±, valora la cantante.
La Matraka gestiona dos actividades distintas en las azoteas de la ciudad. La primera es Entretejas, la de las actuaciones en azoteas de instituciones p¨²blicas o empresas privadas, de entrada gratuita o de hasta nueve euros y que este a?o ha ampliado sus localizaciones. A la iniciativa, que el a?o pasado estuvo apoyada por la Diputaci¨®n y la Universidad de Sevilla, se han sumado este a?o las azoteas del Hotel Plaza Santa Luc¨ªa, con tem¨¢tica de artes esc¨¦nicas y m¨²sica; el Hotel Alcoba del Rey, con talleres y poes¨ªa; y la de la academia de idiomas Clic, con un concierto que organiza la productora Live the Roof.
¡°Nosotros organizamos adem¨¢s desde 2011 ciclos independientes en otras azoteas de Sevilla y M¨¢laga. Para este verano tenemos previstas las actuaciones de Miguel Campello, Ni?os Mutantes o Coque Malla, entre otras¡±, explica Antonio Romero, director de Live the Roof. Estos conciertos tienen un formato diferente, los asistentes, que normalmente no son m¨¢s de 100 personas, pagan la entrada hasta llegar al cach¨¦ que solicitan los artistas. ¡°Generalmente las entradas suelen costar de 15 a 25 euros y siempre se agotan¡±, a?ade Romero.
Y en C¨®rdoba est¨¢n los veteranos de la organizaci¨®n de este tipo de conciertos en azoteas, el colectivo Luneados. ¡°Empezamos en 2009. Cogimos la idea de la iniciativa europea Live in the Living (Directo en el sal¨®n), pero la trasladamos a la azotea. La filosof¨ªa inicial fue reivindicar el que fuera el p¨²blico el que pagara por la actividad art¨ªstica y que se crearan espacios para socializar. Al principio solo hac¨ªamos conciertos, pero despu¨¦s lo hemos ampliado a conferencias, poes¨ªas, exposiciones e, incluso, editamos una revista¡±, cuenta Juan Bola?os, uno de los promotores de Luneados.
¡°Estas iniciativas en azoteas resurgen algo que estaba adormecido, pero que genera comunicaci¨®n¡±, declara ilusionada Portillo, que ha acudido al concierto con su familia. ¡°Mi hermana incluso ha dado de mamar a su hija durante el espect¨¢culo. Las azoteas, los espacios abiertos, te hacen ser natural¡±, dice.
Y de retomar esa comunicaci¨®n natural es de lo que trata la segunda actividad que organizan desde La Matraka. Se llama Redetejas y consiste en crear una red de personas que de forma particular ofrecen las azoteas de su casa para que se realicen ah¨ª las actividades culturales de sus vecinos o de cualquier otro ciudadano. ¡°Hay conciertos, exposiciones, proyecciones, microteatro, espect¨¢culos de magia... El anfitri¨®n pone una barra para vender algo de bebida, y el artista suele pasar la gorra. El esp¨ªritu de la actividad es la democratizaci¨®n de la cultura¡±, explica Jaime Fern¨¢ndez. Para mantener la privacidad del anfitri¨®n se organizan rutas secretas. ¡°Suelen ser cuatro grupos de 25 personas cada uno y vamos rotando por las azoteas¡±, explica Fern¨¢ndez. Y a?ade: ¡°De estas actividades han surgido casos de colaboraci¨®n vecinal, o comunidades que han utilizado lo recaudado para los gastos comunes del edificio¡±, a?ade.
Este proyecto que, seg¨²n cuenta Fern¨¢ndez, surgi¨® precisamente tomando cervezas en una azotea, va a exportarse a Barcelona y C¨®rdoba, entre otras ciudades. ¡°Es una alegr¨ªa que lo adopten. Antes de empezar a hacerlo celebramos un taller de legalidad para estudiar cuestiones como los derechos de autor, el uso de los edificios... Ese trabajo ya lo tenemos hecho y puede ser ¨²til para otros¡±, cuenta Fern¨¢ndez, que asume que este proyecto no est¨¢ concebido con ¨¢nimo de lucro. ¡°El a?o pasado, en la primera edici¨®n, contamos con m¨¢s apoyo financiero p¨²blico, pero este a?o nos estamos manteniendo con una campa?a de crowdfunding. Por cada euro que pone una persona, la Universidad Internacional de Andaluc¨ªa pone otro, y as¨ª llevamos 4.000 euros. Estamos encantados con el apoyo desinteresado de la gente¡±, explica.
M¨²sica, charla y estrellas han recautivado a los andaluces.
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