Vivir con miedo: ni justo ni sensato
Con los actuales sueldos, el 20% de las familias no llega a final de mes y el 60% no podr¨ªan afrontar un gasto imprevisto
La crisis ¨¦tica y sus derivaciones econ¨®mica y social, porque aquella es el origen, no lo dudemos, se han concretado en el Estado espa?ol de m¨²ltiples formas, alguna de ellas ciertamente dram¨¢tica, como el ¨ªndice de paro. Pero hay otras manifestaciones intangibles, no mensurables num¨¦ricamente, pero igual de ciertas, tan injustas y socialmente m¨¢s peligrosas que aquellas. Una de ellas es el miedo. La ciudadan¨ªa espa?ola tiene miedo. Las familias tienen miedo. Y a nadie parece importarle. Recientemente, recibimos la visita de una delegaci¨®n del Fondo Monetario Internacional. Su portavoz, James Daniel, afirm¨® que era necesario abaratar m¨¢s el despido y rebajar los sueldos. Miedo. El Gobierno espa?ol ha dado a conocer las conclusiones del ¡°Comit¨¦ de Expertos¡± sobre las pensiones: hay que apostar por las ¡°capitalizaciones privadas¡±, es decir, los planes de pensiones, porque las pensiones futuras ser¨¢n de mucha menor cuant¨ªa que las actuales. M¨¢s miedo.
Sin entrar a preguntar qu¨¦ cobra el se?or Daniel o qu¨¦ tipo de contrato tiene, ni a valorar las sospechas de determinados intereses para que el sistema de pensiones p¨²blico se convierta en privado, lo cierto es que ambas afirmaciones, la rebaja de los sueldos y de las pensiones, no hacen m¨¢s que aumentar el miedo en nuestra sociedad. Y hay razones para tenerlo. ?Sabe el se?or Daniel y el FMI que el salario m¨ªnimo en Espa?a son 645 euros mensuales (un 0,6% mayor que en 2012) cuando en Francia son 1.430 o en B¨¦lgica 1.502, tan europeos como nosotros? ?Nadie le ha recordado que el salario medio en Espa?a, seg¨²n el INE, es de 21.500 euros brutos anuales, por los 41.000 de los alemanes, y que, seg¨²n la Agencia Tributaria, este ha disminuido un 11% entre el 2007 y el 2011? Es decir: aquel o aquella que, felizmente, tiene trabajo (en un contexto de un 25% de paro) cobra menos cada a?o, en t¨¦rminos absolutos... y relativos. Aumentos de impuestos, directos (como el IBI de los ayuntamientos, obligados por ley por el propio estado) o indirectos como el IVA (calificado como ¡°sablazo de mal gobernante¡± por Rajoy tras la subida de Zapatero); un IPC (el coste de las cosas) del 2,4% en 2012; o el pago por servicios considerados hasta hace muy poco como p¨²blicos e intocables (sanidad, educaci¨®n,...)... ?Claro que la gente tiene miedo!
Con los actuales sueldos, el 20% de las familias no llega a final de mes y el 60% no podr¨ªan afrontar un gasto imprevisto. Con una nueva rebaja, ?qu¨¦ porcentajes alcanzar¨ªamos? Las esperanzas de encontrar trabajo son cada vez m¨¢s escasas, los que lo tienen han visto recortados sus derechos, los pensionistas mantienen a sus familias con pensiones que no se han revalorizado conforme al IPC perdiendo, por tanto, poder adquisitivo... Los estudiantes pierden sus becas porque un ministro valorado por la ciudadan¨ªa con un 1,76 sobre 10, pide un 6,5 de nota para acceder a ellas... y unos umbrales econ¨®micos de pseudomiseria. El 21% de la poblaci¨®n espa?ola se encuentra en el umbral de la pobreza (la infantil ha aumentado un 30% en los ¨²ltimos diez a?os y muchos ni?os y ni?as solo reciben una alimentaci¨®n adecuada en los comedores escolares, a los que se les aplica el 21% del IVA en contra de las recomendaciones europeas).
Miedo. Miedo a no encontrar trabajo, miedo a no poder alimentar o educar a sus hijos, miedo a perder sus casas, mientras la banca que les embarga recibe ayudas millonarias de sus propios impuestos y jubilan a sus directivos con cantidades indecentes o los defraudadores se benefician de asombrosas amnist¨ªas fiscales. Miedo por el presente y por el futuro. En estas condiciones o en las que se insin¨²an, ?qui¨¦n es capaz de contratar planes de pensiones privados? ?Con qu¨¦ dinero? ?De qu¨¦ estamos hablando? ?Qui¨¦n asegura nada cuando centenares de miles de ahorradores, preferentemente jubilados, han visto como se les robaba su dinero con la pasividad o complicidad de los gobiernos de turno?
S¨¦ que habr¨¢ quien me acuse de alarmista. Son los oteadores de brotes verdes, los videntes de luces al final del t¨²nel. Aquellos que esconden la realidad, niegan la evidencia o, quiz¨¢s, sencillamente, no la sufren. Esos que, cierto, no tienen ning¨²n miedo porque, como dec¨ªa Esopo, ¡°es f¨¢cil ser valiente desde lejos¡±.
Joan Baldov¨ª es diputado de Comprom¨ªs-Equo en el Congreso
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