Los dos a?os de Fabra en el filo de la navaja
Financiaci¨®n y paro lastran la gesti¨®n de la Generalitat El tratamiento a los imputados divide a los populares La estructura del Consell se ha alterado cinco veces
Esta semana se cumplen dos a?os desde que Alberto Fabra fue designado por G¨¦nova para sustituir a Francisco Camps al frente de la Generalitat y del PP valenciano. Una llamada telef¨®nica a Fabra el 20 de julio de 2011, mientras com¨ªa con su mujer en un restaurante italiano de Castell¨®n, lo alert¨® de que Camps dimit¨ªa y deb¨ªa prepararse para asumir la mayor¨ªa de Gobierno reci¨¦n revalidada en las urnas.
Desde entonces, Fabra ha transitado por el filo de la navaja, obsesionado por no verse arrollado por los graves problemas financieros de la Generalitat y asfixiado por el aluvi¨®n de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que afectan al PP.
Cruzado el ecuador de la legislatura, el jefe del Consell se muestra moderadamente optimista respecto a la situaci¨®n econ¨®mica. La situaci¨®n sigue siendo dram¨¢tica pero Fabra parece estar convencido de que, tras el striptease contable realizado ante el Ministerio de Hacienda, el Gobierno no volver¨¢ a someter a la Generalitat a las tensiones financieras que en 2012 provocaron centenares de manifestaciones callejeras motivadas por los impagos y los recortes.
Cuando Alberto Fabra asumi¨® el poder hace dos a?os, la tasa de paro era del 23,65%, seg¨²n los datos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA). Hoy la tasa es del 29,19%, casi seis puntos m¨¢s. Si se observa el n¨²mero de inscritos en las oficinas del paro, en julio de 2011 hab¨ªa 519.200 personas. Hoy hay 572.400. Y otros indicadores, como el crecimiento de la deuda p¨²blica de la Generalitat, que ha pasado de los 20.998 millones de euros del tercer trimestre de 2011 a los 29.037 del primer trimestre de este a?o tampoco dejan mucho margen al optimismo.
Desempleo y deuda se han disparado, pero se exporta m¨¢s y hay m¨¢s turistas
?Qu¨¦ empuja entonces a Fabra y a su Gobierno a construir un discurso en positivo? Fundamentalmente el comportamiento de las exportaciones, que en el ¨²ltimo a?o han crecido un 10% ¡ªfundamentalmente gracias a la devaluaci¨®n de los salarios¡ª y el comportamiento del sector tur¨ªstico, que ha registrado un aumento de pernoctaciones, viajeros y gasto realizado por parte de los extranjeros.
Pese a ello, en Presidencia son conscientes de que si el Gobierno no modifica de manera urgente el sistema de financiaci¨®n auton¨®mico para acercar la Comunidad Valenciana a la media estatal ser¨¢ muy dif¨ªcil contrarrestar la idea de que Fabra pesa muy poco en el PP nacional. Los reveses p¨²blicos que ha recibido el jefe del Consell del Ministerio de Hacienda, que se neg¨® a incluir una sola enmienda de la Comunidad Valenciana en los presupuestos generales del Estado de 2013 y que se muestra contrario a reformar el sistema auton¨®mico de financiaci¨®n antes de 2015, complican mucho el final de la legislatura. Tanto que el Consell ha centrado sus esperanzas en el d¨¦ficit flexible y en el plan contra la morosidad para obtener del Gobiernos cr¨¦ditos suficientes con los que capear unas tensiones financieras insoportables.
La situaci¨®n interna del PP, que inicialmente no pareci¨® preocupar demasiado a un Fabra ungido por Rajoy, ha ido ganando espacio en la gesti¨®n de la Generalitat a medida que los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n avanzaban su tramitaci¨®n en los juzgados.
Montoro no ha dudado en torpedear las exigencias del Gobierno valenciano
Deseoso de cumplir con el mandato de G¨¦nova de barrer de corrupci¨®n el PP valenciano sin levantar demasiado polvo, Fabra ha comprobado c¨®mo su pol¨ªtica de tolerancia cero, consistente en apartar a cualquier cargo imputado, levantaba ampollas.
Fabra presume de haber apartado de la Administraci¨®n valenciana y de la direcci¨®n regional del PP a un total de 15 cargos imputados en esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Sin embargo, las contradicciones han aflorado con toda intensidad al actuar contra el exconsejero Rafael Blasco, finalmente, apartado del PP por unas declaraciones contra el presidente del Consell y no por estar procesado en el caso judicial que investiga el saqueo de las ayudas a la cooperaci¨®n.
Las matizaciones y la ¡°excepcionalidad¡± del caso Blasco han creado un ambiente de confusi¨®n en el seno del PP, donde las voces cr¨ªticas con la actitud del jefe del Consell han empezado a fluir, conforme se amontonan las imputaciones en casos de corrupci¨®n.
El alcalde de Castell¨®n, Alfonso Bataller, imputado por una contrataci¨®n menor con G¨¹rtel en su etapa de subsecretario de Sanidad, no oculta su malestar en p¨²blico por el vac¨ªo al que le someten. La apertura de juicio oral contra las exconsejeras de Turismo Milagrosa Mart¨ªnez y Ang¨¦lica Such ¡ªa la primera la Fiscal¨ªa le pide 11 a?os de c¨¢rcel y el TSJ le reclama 636.500 euros de fianza por las contrataciones con Orange Market¡ª ha abierto otra caja de Pandora, que Fabra no sabe todav¨ªa c¨®mo cerrar. Y para terminar de arreglarlo una reci¨¦n creada Asociaci¨®n contra la Corrupci¨®n ¡ªque el PP ve inspirada por Blasco¡ª ha denunciado al propio Fabra y se ha querellado contra el secretario general del PP y consejero de Gobernaci¨®n, Seraf¨ªn Castellano. Un elemento adicional que genera grave preocupaci¨®n en el entorno de Fabra ¡ªalarmado por la posibilidad de que imputen a Castellano, ya cuestionado por amplios sectores del PP¡ª.
Con la crisis econ¨®mica de tel¨®n de fondo y la corrupci¨®n en primer plano, en el entorno de Presidencia no se descarta la posibilidad de un retoque en el Gobierno el pr¨®ximo oto?o con el objetivo de imprimir un nuevo ritmo al Ejecutivo valenciano. El propio presidente est¨¢ preocupado por su falta de imagen, lo que le ha llevado a contratar un asesor personal para mejorar su imagen que pagar¨¢ de su bolsillo tras la pol¨¦mica creada al saberse que iba a cargar la factura a las arcas p¨²blicas.
Remoledaci¨®n
Fabra ha tenido en apenas dos a?os tres cambios forzados en el Consell que hered¨® de Francisco Camps (las marchas de la vicepresidenta Paula S¨¢nchez de Le¨®n; el consejero de Econom¨ªa, Enrique Verdeguer; y la dimisi¨®n del consejero de Hacienda, Jos¨¦ Manuel Vela) y una remodelaci¨®n completa en diciembre del a?o pasado que le permiti¨® reducir las consejer¨ªas de diez a 8 y construir un Gobierno conforme a sus intereses con la incorporaci¨®n de otras tres personas de su confianza.
Sin embargo, el mes pasado, por sorpresa, Fabra remodel¨® el ¨¢rea de Presidencia para dar mayor protagonismo a Esther Pastor, actual secretaria auton¨®mica de Coordinaci¨®n, en detrimento del vicepresidente Jos¨¦ Ciscar, al que se le inform¨® de que desaparec¨ªan los delegados provinciales que depend¨ªan con anterioridad de su cartera.
Y no parece que sea esta vaya a ser la ¨²ltima decisi¨®n que adopte, con ayuda de un estrecho c¨ªrculo de confianza que apenas integran media docena de personas. Con Francisco Camps ya amortizado, los sondeos a la baja y un escenario complejo, que no le ha ahorrado las cr¨ªticas internas, Fabra parece decidido a dar un nuevo paso al frente. Tiene otros dos a?os para lograr sobrevivir al tsunami.
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