El Consell intenta acotar el descontento tras fracasar el pacto social
Las reformas en Educaci¨®n se aceleran, mientras se ralentizan en Sanidad
¡°El Gobierno valenciano tiene unas l¨ªneas rojas en materia de sanidad, educaci¨®n y bienestar social que no vamos a sobrepasar¡±. El Consell repite la frase como un mantra para recalcar que, ni los servicios b¨¢sicos ni los funcionarios que los prestan volver¨¢n a ser objeto de unos recortes tan duros como los efectuados en los dos ¨²ltimos a?os.
Tras un ¨²ltimo a?o cargado de tensi¨®n, el Consell parece haber acotado parte del malestar, aunque a costa de renunciar a algunas de sus propuestas estrella como la privatizaci¨®n integral, no asistencial, del sistema sanitario valenciano. Una medida que se incluy¨® en el plan de estabilidad de la Comunidad Valenciana y que se tuvo que abandonar ante el temor a una nueva marea ciudadana de protestas. El consejero de Sanidad, Manuel Llombart, se ha centrado, desde entonces, en reducir el gasto farmac¨¦utico ¡ªsin acumular muchos meses de retraso en los pagos para no enfurecer a los boticarios¡ª, mejorar el funcionamiento de las centrales de compra y en congelar la partida destinada a personal evitando cubrir las jubilaciones y acotando la carrera profesional.
Donde no se han detenido las reformas ha sido en el sector educativo, uno de los m¨¢s combativos socialmente. La consejera de Educaci¨®n, Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢, ha conseguido romper la unidad de acci¨®n de los sindicatos docentes e imponer reformas estructurales para aumentar el peso de la educaci¨®n concertada y privada en detrimento de la p¨²blica. La consejera, que muchos ven como una apuesta segura de futuro, ha implantado los distritos ¨²nicos, ha ampliado a la concertada las becas de comedor, ha facilitado la cesi¨®n de suelo p¨²blico a empresas privadas a cambio de conciertos educativos y ha roto varios tab¨²es, como el modelo ling¨¹¨ªstico ¡ªpara dar entrada al ingl¨¦s en detrimento del valenciano¡ª, la ratio de alumnos ¡ªque aumenta¡ª o el cambio en la regulaci¨®n de los interinos ¡ªque tambi¨¦n han sido suprimidos¡ª; adem¨¢s de lidiar con un nuevo mapa de titulaciones universitarias.
En materia de dependencia, Fabra se ha escudado tras los recortes del Gobierno, mientras la consejera Asunci¨®n S¨¢nchez-Zaplana ha intentado ofrecer una cara amable a los distintos colectivos, evitando llevar las tensiones presupuestarias al l¨ªmite.
En una situaci¨®n de tanta agitaci¨®n social, el presidente de la Generalitat ha tenido que renunciar al gran pacto social que prometi¨® en su discurso de A?o Nuevo para canalizar las demandas de los valencianos en materia de financiaci¨®n, infraestructuras y defensa de los servicios sociales y la imagen de la Comunidad Valenciana.
La falta de apoyos de toda clase de colectivos, que acumulan impagos de meses o a?os, ha hecho que Fabra guardase el proyecto en el caj¨®n en espera de mejores coyunturas.
Otra propuesta estrella del jefe del Consell, como la idea de trasladar la festividad de San Jos¨¦ o el 9 d¡¯Octubre al lunes m¨¢s pr¨®ximo, sencillamente han terminado en el cesto de los papeles ante la sublevaci¨®n del colectivo fallero o el rechazo frontal de oposici¨®n y colectivos ciudadanos.
Tampoco ha habido mejor suerte con el intento de vender grandes infraestructuras como el aeropuerto de Castell¨®n o la Ciudad de la Luz de Alicante, que siguen siendo una patata caliente. Aunque, por ahora, el Consell intenta completar el proceso de reestructuraci¨®n del sector p¨²blico valenciano, que se juega gran parte del ¨¦xito en el resultado del expediente de regulaci¨®n de empleo de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana (RTVV). Una empresa que tiene el reto de completar el despido en las pr¨®ximas semanas de los 1.200 empleados previstos sin ir al fundido en negro y sin que los tribunales declaren improcedente el ERE.
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