La ¡®meritocracia¡¯
La casa inc¨®moda para vivir es a¨²n m¨¢s inc¨®moda para estudiar
Me acuerdo de cuando en los a?os de oro, hace apenas unos d¨ªas, se puso aqu¨ª de moda la palabra meritocracia, una idea que gustaba a la derecha, pero tambi¨¦n a Tony Blair y a la izquierda que lo tom¨® como modelo, antes de que el primer ministro brit¨¢nico se convirtiera en personaje siniestro y fuente de inspiraci¨®n para la novela y la pel¨ªcula El escritor (The Ghost Writer), de Robert Harris y Roman Polanski. La meritocracia parece, en principio, un concepto razonable: la distribuci¨®n de cargos y empleos depender¨ªan en una sociedad meritocr¨¢tica del esfuerzo, la voluntad, la capacidad y el talento personal, es decir, de los m¨¦ritos de los individuos. En las diferencias sociales y econ¨®micas no influir¨ªan el sexo, la procedencia geogr¨¢fica, las ventajas heredadas.
La palabra la invent¨® un ide¨®logo laborista, Michael Young, que, sin embargo, el 29 de junio de 2001, desde las p¨¢ginas de The Guardian, le ped¨ªa al jefe de su partido, Tony Blair, que dejara de referirse a la meritocracia como algo positivo. Young hab¨ªa publicado en 1958 una s¨¢tira sobre el futuro, The Rise of Meritocracy, 1870-2033, donde aparec¨ªa el t¨¦rmino por primera vez. El auge de la meritocracia fabulaba sobre los devastadores efectos clasistas de la meritocracia en Gran Breta?a. Con el pretexto de que a partir de 1870, fecha en que se implant¨® la ense?anza obligatoria en Inglaterra, la educaci¨®n hab¨ªa estado al alcance de todos, la minor¨ªa dominante, avalada por su saber y poder, se sentir¨ªa hacia el a?o 2000 m¨¢s legitimada que nunca. En 2001, y no en una f¨¢bula, sino en un peri¨®dico, Michael Young insist¨ªa: ¡°Jam¨¢s antes las clases bajas han quedado tan desarmadas moralmente como ahora¡±.
Educaci¨®n no sube la nota de acceso a la ayuda por razones acad¨¦micas, sino porque hay m¨¢s necesitados de ayuda
Conozco a fan¨¢ticos defensores de que en una sociedad como la espa?ola todos los ciudadanos son iguales ante la ley, todos iguales en oportunidades. Esos guardianes de la igualdad vigente est¨¢n empe?ados en la lucha por abolir los ¨²ltimos privilegios. Creen que los ¨²nicos que todav¨ªa disfrutan de privilegios son los pobres, que no pagan por los servicios p¨²blicos, y, dado que no pueden acabar con los pobres, trabajan en la liquidaci¨®n de los servicios p¨²blicos. Son los m¨¢ximos partidarios de la meritocracia. Cuando gobiernan, abaratan la ense?anza p¨²blica, que les parece despreciable, pero se confiesan convencidos de que el ¨¦xito social depende de los conocimientos y merecimientos de cada uno. No admiten que no todo el mundo tiene las mismas posibilidades de cultivar sus m¨¦ritos.
Elisa Sili¨® e Ivanna Vallesp¨ªn informaban hace cinco d¨ªas en las p¨¢ginas de este peri¨®dico de que este a?o se han concedido 10.000 becas menos para estudiar en la Universidad y ha habido 30.000 peticiones m¨¢s que el curso pasado. En Andaluc¨ªa habr¨¢ 2.300 becarios menos, aunque los tiempos sean de empobrecimiento general. A falta de presupuesto para tanta necesidad de becas, el PP no sube los impuestos al gran dinero, sino la nota media para tener derecho a ayuda, 5,5.
Pienso que vivo en un pa¨ªs que renuncia al conocimiento en favor de pa¨ªses m¨¢s ricos
Los responsables universitarios consideran una injusticia que quienes no necesiten beca puedan entrar en la universidad con un 5 y a los estudiantes con menos dinero se les exija medio punto m¨¢s, es decir, m¨¢s m¨¦ritos. El Ministerio de Educaci¨®n no sube la nota de acceso a la ayuda por razones acad¨¦micas, sino porque hay m¨¢s necesitados de ayuda. Es una manera de reconocer que las desigualdades aumentan despu¨¦s de a?os de propaganda de que todos somos iguales en oportunidades y ante la ley.
No son iguales todas las escuelas, ni todos los barrios. Las casas inc¨®modas para vivir son a¨²n m¨¢s inc¨®modas para estudiar. Supongo que quienes necesitan una beca tienen menos posibilidades de adquirir m¨¦ritos que los hijos de esos padres que se permiten despreciar la universidad p¨²blica espa?ola, miembros o aspirantes a miembros de una nueva aristocracia educada, internacional, abundante en m¨¢steres y doctorados y estudios de postgrado en universidades privadas extranjeras. A la vista de c¨®mo reduce el Gobierno del PP el dinero dedicado al estudio y a la investigaci¨®n, pienso que vivo en un pa¨ªs que renuncia al conocimiento en favor de pa¨ªses m¨¢s ricos, conforme con ser un rinc¨®n fundamentalmente hostelero y servicial, tur¨ªstico.
Justo Navarro es escritor.
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