Las huchas en los museos
Las huchas culturales son un elemento progresista de corresponsabilidad por cuanto que contribuyen, de manera voluntaria y solidaria, a sufragar con una cuant¨ªa m¨ªnima los servicios de instituciones y museos
Hace unos meses, con motivo de la instalaci¨®n de Un Bel¨¦n Napolitano del XVIII, decid¨ª instalar unas huchas culturales a la entrada y salida de la exposici¨®n para testar la disponibilidad de madrile?os y visitantes a aportar una cantidad de dinero como contribuci¨®n por los gastos que genera. Era un experimento de pol¨ªtica cultural y de innovaci¨®n social en la l¨ªnea de lo que se hace en casi todos los espacios culturales anglosajones y en otros ¨¢mbitos. Y muy propio en un espacio como este que se llama CentroCentro Cibeles de Cultura y Ciudadan¨ªa.
Me gustar¨ªa compartir los resultados ahora que se ha suscitado una interesante pol¨¦mica en algunos foros de opini¨®n pol¨ªtica. Antes debo aclarar que esta medida, como otras que afectan al espacio, pertenece al plan de gesti¨®n que defend¨ª al recibir la responsabilidad de sacar adelante, como primer director, esta imponente f¨¢brica cultural.
CentroCentro Cibeles, que recibe casi un mill¨®n de visitantes al a?o, es gratuito y de libre acceso. Es una factor¨ªa de 30.000 metros cuadrados que, dependiendo del momento, puede albergar al mismo tiempo hasta 15 exposiciones, que se suman a conferencias, ciclos de m¨²sica, poes¨ªa, etc¨¦tera.
Los temas de ciudadan¨ªa en un sentido amplio son determinantes y transversales a la hora de plantear el trabajo de comisarios, artistas y grupos de acci¨®n ciudadana. En este mismo instante, varias muestras cuestionan la ciudad inteligente, la ciudad creativa y otros modelos de convivencia, todo ello aplicado al dise?o, la fotograf¨ªa o las aplicaciones inteligentes. Este programa de libre acceso siempre convive con una gran exposici¨®n de pago de la serie Mecenazgo al Servicio del Arte. Tras El Legado de la Casa de Alba, ahora est¨¢ expuesta la dedicada a la Colecci¨®n de Helga de Alvear con el t¨ªtulo de El Arte del presente, comisariada por Mar¨ªa de Corral.
Las huchas culturales son un elemento progresista de corresponsabilidad por cuanto que contribuyen, de manera voluntaria y solidaria, a sufragar con una cuant¨ªa m¨ªnima los servicios de instituciones y museos. Tienen, en primer lugar, un papel pedag¨®gico y formativo, pues muestran al ciudadano que el uso y disfrute de determinados bienes tiene un coste, y que implica el concurso de numerosos actores, incluido el propio ciudadano, que aprende a cuidar ¨¦l mismo de esos bienes.
Los cl¨¢sicos estudios sobre la econom¨ªa de museos, de Bruno Frey y Stephen Meier (Universidad de Zurich), resumen y centran una interesante discusi¨®n acad¨¦mica que plantea, en nuestro tiempo, la propia viabilidad de los espacios culturales, su independencia y la relaci¨®n entre contribuci¨®n privada y p¨²blica. Para estos autores, es evidente que alg¨²n tipo de mecanismo de valoraci¨®n econ¨®mica favorece la comprensi¨®n del valor del arte y de lo que se expone, y del conjunto de la infraestructura gratuita que se pone a disposici¨®n del usuario.
La instalaci¨®n de las donation boxes, incluso con sugerencia de una aportaci¨®n concreta, son de uso com¨²n de cientos de museos, incluso en aquellos p¨²blicos tradicionales que proceden de donaciones particulares, como la red gratuita norteamericana del Smithsonian y el British Museum.
En segundo lugar, estas huchas tienen un papel moderador en la frecuencia de usos de las instalaciones y flujos, y cumple una funci¨®n de autorregulaci¨®n, pues tal y como sucede en las instaladas en CentroCentro Cibeles, junto a ellas se colocan peque?os cat¨¢logos, planos, pegatinas, o informaci¨®n de las exposiciones. Las huchas moderan el uso de algunos ciudadanos que tienen a coger, no un plano o una pegatina, sino varios. Aunque no realicen ning¨²n donativo, la pr¨¢ctica establecida demuestra que ayudan a limitar un uso abusivo.
En tercer lugar, en estos pa¨ªses y ahora en Espa?a, las huchas est¨¢n vinculadas a una tradici¨®n de micromecenazgo y apoyo a museos y bibliotecas que, aunque bien es cierto que han sido sufragados por el contribuyente, requieren para su mantenimiento de cuestaciones p¨²blicas, eventos ben¨¦ficos, colaboraci¨®n de voluntarios, clubes de Amigos ¡ªcomo el tambi¨¦n puesto en marcha por CentroCentro Cibeles¡ª y otras acciones similares.
Estas pr¨¢cticas anglosajonas de educaci¨®n y corresponsabilidad de la sociedad civil en la gesti¨®n directa de las instituciones fueron ense?adas por el fil¨®sofo norteamericano John Dewey, padre de la pedagog¨ªa progresista, y tuvieron enorme influencia en el movimiento regeneracionista espa?ol de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
De nuevo, las huchas y este tipo de iniciativas tienen el valor instructivo de inducir y disponer al ciudadano hacia pol¨ªticas personales de apoyo personal a la cultura y al arte. Los autores antes citados, y otros estudiosos de la econom¨ªa de los museos, precisan que la tendencia establecida hace ya m¨¢s de 15 a?os consiste en una mezcla de aportaci¨®n p¨²blica, mecenazgo privado y corporativo, exposiciones temporales de pago combinadas con otras gratuitas, ingresos por parte de servicios anejos como cafeter¨ªas y restaurantes, venta de productos en tiendas, establecimiento de clubes de amigos y otros mecanismos de corresponsabilidad en el mantenimiento de estas instalaciones. En estos pa¨ªses, desde hace d¨¦cadas, el deber del gestor cultural que dirige un museo o un centro cultural, siempre una costosa instalaci¨®n, es el de hacer una interesante programaci¨®n, desde luego, pero, tambi¨¦n, el de establecer un modelo de negocio que permita que dicha programaci¨®n sea sostenible, en la mayor medida posible, con fuentes de financiaci¨®n propias.
De este modo, se acostumbra a que no todo debe descansar en el Estado y en la instituci¨®n p¨²blica, y que el mejor ciudadano es el que debe colaborar en esta tarea, siempre ingente e interminable, de apoyar el arte y la cultura, pero haci¨¦ndola propia, haci¨¦ndola parte de la vida de uno mismo.
Jos¨¦ Tono Mart¨ªnez es director de CentroCentro Cibeles.
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