A los museos les cuesta venderse
La Generalitat crea la Agencia Catalana de Patrimonio Cultural para buscar recursos
?Visitaba el consejero de Cultura el castillo de Miravet y entre el s¨¦quito vio a una mujer francesa que no era del grupo. ¡°Me he pegado a ustedes porque he o¨ªdo que les explican cosas sobre el castillo que no veo ni s¨¦ d¨®nde encontrar por aqu¨ª¡±. Utiliza esa an¨¦cdota Ferran Mascarell, as¨ª como las cifras ¡°muy bajas¡± de visitantes a las ruinas de Castell¨® d¡¯Emp¨²ries (unas 150.000 personas) o al monasterio de Sant Pere de Rodes (apenas 90.000), por ejemplo, para asegurar que ¡°nos hemos dedicado en Catalu?a a restaurar y conservar bien el patrimonio pero nos falta gestionarlo mejor, darle un mayor uso y promoci¨®n¡±. Por ello, ayer la Generalitat dio luz verde a los estatutos de la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural, proyecto perseguido por el conseller desde hace m¨¢s de dos a?os y que pretende sacudir el sector monumental para que genere recursos con los que promocionar y conservar precisamente este patrimonio.
La sensaci¨®n es que los museos y los monumentos catalanes son un diamante en bruto, a¨²n por pulir. Catalu?a cuenta hoy con 114 museos registrados bien repartidos (ubicados en 35 de las 41 comarcas) y 37.982 monumentos declarados (97 son patrimonio de la Humanidad por la Unesco), am¨¦n de 13.250 yacimientos de todo tipo. El a?o pasado, casi 22,5 millones de personas los visitaron. Pero a pesar de esas cifras, ¡°tenemos grandes dificultades para crear iniciativas que tengan suficiente impacto entre el p¨²blico y para generar recursos propios¡±, asegura Joan Pluma, director general de Patrimonio de la Generalitat y nuevo director de la flamante agencia, ¡°el equivalente en este sector de lo que se busc¨® con el resto de la producci¨®n cultural con la creaci¨®n del Institut Catal¨¤ de les Empreses Culturals en el 2000¡±, apunta Mascarell.
Con un consejo de administraci¨®n de 11 miembros, en el que habr¨¢ representantes tambi¨¦n de turismo, econom¨ªa y profesionales del patrimonio (s¨®lo las organizaciones de arque¨®logos, restauradores y arquitectos especializados suman m¨¢s de mil personas en Catalu?a), la agencia tendr¨¢ adscritos cinco museos (los de Historia de Catalu?a, el de la Ciencia y la T¨¦cnica de Terrassa, el Arqueol¨®gico de Tarragona, el de Arqueolog¨ªa de Catalu?a y el de Arte de Girona) y dos centros (el de Restauraci¨®n de Bienes Muebles de Sant Cugat y el de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica). Tambi¨¦n est¨¢n bajo su ¨¦gida 38 monumentos, como la cartuja de Scala Dei, los castillos de Cardona u Ol¨¨rdola, las casas-museo de Prat de la Riba o Rafael Casanova, la necr¨®polis de Tarragona y la Col¨°nia Sed¨®.
Dos ¡°retos¡± y Montju?c
Ferran Mascarell cree que Catalu?a afronta en breve ¡°dos grandes retos¡± muse¨ªsticos. Uno, y el primero que abordar¨¢ la agencia, es la creaci¨®n del nuevo Museo Nacional de Historia, que ha de fusionar el Museo de Arqueolog¨ªa de Catalunya, el Nacional de la Ciencia y la T¨¦cnica y el de Historia de Catalunya. La finalizaci¨®n del arrendamiento de este ¨²ltimo el 2017 en el Palau de Mar marca el calendario. ¡°El elevado alquiler y el poco rendimiento de gente hace que tengamos que repensarlo todo muy bien¡±, apunta Mascarell.
Su otro gran objetivo es la creaci¨®n del ¡°museo de Arquitectura¡±, que ¡°corre prisa¡±. ?ste podr¨ªa ocupar uno de los cuatro espacios vacantes que generar¨¢n los dos pabellones de Montju?c (el de Victoria Eugenia y el de Alfonso XIII) m¨¢s cercanos al MNAC y que negocian, a cinco bandas, el mismo museo, la Generalitat, el Ayuntamiento, La Caixa y la Fira. All¨ª podr¨ªa tener ¡°un encaje factible¡± el centro de arquitectura, al que podr¨ªan acompa?ar un espacio para exposiciones temporales del MNAC; otro tambi¨¦n del mismo museo para fotograf¨ªa ¡°pero con m¨¢s continuidad temporal¡±, y, ¡°posiblemente¡±, la colecci¨®n de Carmen Cervera.
Para todos ellos, espacios dependientes de la Generalitat, se pondr¨¢ a su servicio la maquinaria de la agencia, que contar¨¢ con una unidad espec¨ªfica de b¨²squeda de patrocinio y un cuartel general en el Palau Moja de La Rambla barcelonesa. All¨ª mismo, pero comercializado siempre a trav¨¦s de agencias tur¨ªsticas, se promocionar¨¢n 30 paquetes tur¨ªsticos (patrimonio+hotel+restaurante) antes de finales de a?o, se dise?ar¨¢n rutas, se mejorar¨¢ la se?alizaci¨®n viaria y se gestar¨¢ un programa de estudios, con un cat¨¢logo y una oficina ¨²nicas de actividades educativas y reservas de entradas. Con todo ello se pretende doblar en menos de cuatro a?os el n¨²mero de visitantes a los centros adscritos a esa agencia, periodo que el conseller quiere reducir a dos a?os.
Toda esa cartera de servicios --a la manera de un National Heritage ingl¨¦s o su hom¨®logo holand¨¦s, que tienen hasta un voluntariado que aqu¨ª tambi¨¦n se quiere implantar-- es la que agencia desea ofrecer tambi¨¦n al resto del patrimonio privado o concertado de Catalu?a. ¡°Un MNAC no tiene sentido que est¨¦ por su propia densidad y porque, adem¨¢s, es un consorcio donde intervienen muchas administraciones, pero su centro de restauraci¨®n s¨ª que a lo mejor puede buscar sinergias con nuestro centro de Sant Cugat¡±, lanza Mascarell.
Para todo ello, la agencia se ha dotado de 214 personas (49 en labores de gesti¨®n y 165 en los propios centros), la mayor parte procedente de una Direcci¨®n General de Patrimonio que seguir¨¢ existiendo ¡°determinando las pol¨ªticas en materia de patrimonio y gestionando los sistemas que no se incorporan a la agencia, como bibliotecas y archivos¡±. De esa direcci¨®n general, ¡°donde no habr¨¢ ni un solo despido¡±, tranquiliz¨® el consejero, ha cogido este a?o el presupuesto, casi 16 millones de euros. Para 2014 y 2015 se estipulan 20 y 21 millones de euros, respectivamente, con una aportaci¨®n fija de Cultura de 15,5 millones. ¡°La diferencia la ha de ir generando ya la gesti¨®n de la propia agencia¡±, fija Mascarell.
Pluma, que seguir¨¢ al frente del nuevo organismo al menos los dos a?os y medio que queda de legislatura (¡°para arrancar esto conviene que el director general de patrimonio sea el director; tampoco pienso que ¨¦sta sea una plaza para concurso p¨²blico¡±, lanza Mascarell) no cree que los directores de los centros se sientan desprovistos de competencias. ¡°Hemos hablando con algunos de ellos y saben que el relato y el contenido de cada centro sigue siendo de su potestad; s¨®lo de tres n¨®minas pasar¨¢n a hacer una y de comprar cinco veces a proveedores igual distintos compraremos una sola vez¡±, apunta la cabeza visible de la agencia.
Pero es obvio que la creaci¨®n de la agencia genera inquietud en el sector. ¡°Se descapitalizar¨¢ a los museos, que perder¨¢n independencia y personalidad, a la vez que se crean estructuras paralelas que s¨®lo hacen que duplicar funciones. No se ha visto un proyecto estrat¨¦gico ni un estudio en profundidad de la rentabilidad de un modelo que parece que coger¨¢ los centros que m¨¢s pueden generar por si solos y se segregar¨¢n del resto¡±, lamentan expertos del sector que, por el momento, desean el anonimato. Especialistas que tambi¨¦n temen que ¡°en el af¨¢n mercantilista que parece basarse todo y en que vengan m¨¢s turistas rusos, la Generalitat acabe cobrando a los museos locales por unos servicios de su agencia cuando su funci¨®n p¨²blica ser¨ªa la de dar esos servicios y ayudas gratuitas; esos centros, que no son los guais, perecer¨¢n de inanici¨®n¡±, opinan. Pulir los diamantes culturales no ser¨¢ f¨¢cil.
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