Angustiosa espera de los familiares ante la dif¨ªcil identicaci¨®n de los cad¨¢veres

¡°?Mi ni?a, mi ni?a! ?Qu¨¦ voy a hacer sin mi ni?a?¡±. Es la una de la tarde. Una mujer con un vestido veraniego verde grita y tiembla en una silla de resina, pese al abrazo de una compa?era. Es el m¨¢s clamoroso, pero no el ¨²nico gemido de dolor que se oye en el exterior del edificio Cersia, en un barrio a las afueras de Santiago, donde la Xunta de Galicia ha centralizado la informaci¨®n para los familiares de las v¨ªctimas del accidente ferroviario ocurrido este lunes. Una hora antes, el ambiente era dram¨¢tico, pero calmado. Los familiares que no hab¨ªan localizado a sus parientes en los hospitales aguardaban noticias en el interior del edificio, en el porche, delante de la bater¨ªa de c¨¢maras, o deambulaban como noqueados por las extensiones de c¨¦sped que rodean el edificio.

Angustiosa espera de los familiares ante la dif¨ªcil identicaci¨®n de los cad¨¢veres

Otros familiares hab¨ªan acudido desde la madrugada al Hospital Cl¨ªnico Universitario, donde est¨¢n ingresados el mayor n¨²mero de heridos y los m¨¢s graves. All¨ª, la incertidumbre de los que no sab¨ªan la suerte de sus allegados se mezclaba con la ansiedad de los que ya conoc¨ªan que sus familiares se encontraban en estado cr¨ªtico. Poco antes del mediod¨ªa, qued¨® completada la lista de heridos. Y por descarte, la de los fallecidos. La ¨²ltima herida identificada fue una chica de A Coru?a. Uno de sus hermanos supo por el personal sanitario que ten¨ªa un anillo con la palabra Finisterre y se dio cuenta de que era su alianza de bodas.

Uno de los jueces encargados del caso, Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn, ha se?alado que espera identificar visualmente al 95% de los fallecidos. En los casos restantes, habr¨¢ que recurrir a pruebas de ADN, como el del cad¨¢ver que contabiliza la v¨ªctima n¨²mero 79, hallado completamente carbonizado en un vag¨®n despu¨¦s del mediod¨ªa. Hasta ese momento est¨¢n identificados 40 cad¨¢veres a trav¨¦s de las autopsias o de huellas dactilares. Cerca de las siete de la tarde la cifra sub¨ªa a 66 cuerpos reconocidos. El juez Ta¨ªn tambi¨¦n ha hecho un llamamiento para que los heridos leves que no necesitaron hospitalizaci¨®n vuelvan a presentarse ante las autoridades, ya que todav¨ªa no se ha podido completar el recuento de los 218 pasajeros del tren.

En el centro dispuesto por la Xunta para atender a los familiares de los fallecidos, la dignidad del silencio se quiebra en contadas ocasiones. ¡°Es la novia de mi hijo, Laura, ven¨ªa de acabar un m¨¢ster en Madrid¡±, romp¨ªa a llorar una mujer en cuanto la interpel¨® un micr¨®fono. Otra, con un marcado acento argentino, representaba a un grupo de excursionistas que permanec¨ªan expectantes en el sal¨®n de actos, a la espera de noticias sobre la situaci¨®n del p¨¢rroco de la iglesia de Santa Teresa de Colmenar Viejo (Madrid), Jos¨¦ Mar¨ªa Romeral. Tambi¨¦n se han resignado a lo peor los tres primos de Manuel Su¨¢rez Rosende, un agente comercial de A Susana (Santiago), de 57 a?os. A pesar de que el de su pariente no es uno de los cad¨¢veres identificados, no tienen muchas esperanzas de que sea uno de los heridos muy graves y m¨¢s bien se inclinan al fatalismo de que sea uno de los irreconocibles. El mismo fatalismo que le hizo coger ese tren y morir a muy pocos kil¨®metros de casas. ¡°Fue a Madrid el lunes, como siempre, por motivos de trabajo. Iba siempre en coche o en avi¨®n, pero en esta ocasi¨®n dijo ¡®esta vez voy en tren¡± dice uno de ellos, Mario. ¡°S¨ª", ¨Ctercia otro-, ¡°era la primera vez que Manolo cog¨ªa el tren¡±.