La Zurriola aplaude a Jamie Cullum

Jamie Cullum reuni¨® este mi¨¦rcoles? a miles de personas en la playa de La Zurriola en el inicio del 48? Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n. M¨²sica y juego en conjunci¨®n porque no falt¨® lo que al m¨²sico brit¨¢nico le gusta ofrecer, verdadero espect¨¢culo.

De Cullum siempre se espera m¨¢s que un chico cantando sobre las teclas de su piano y el artista imparable que es apareci¨® desde el comienzo. Tras un "Aupa Donostia", calent¨® con The same things, Get your way y I'm over it. Con la playa llena y las terrazas del Kursaal abarrotadas, acomet¨ªa luego el gran ¨¦xito de su ¨²ltimo ¨¢lbum, Everything you didn't do, y ped¨ªa palmas a un p¨²blico todav¨ªa remiso, mientras decenas de m¨®viles intentaban captar desde la arena la foto del d¨ªa en el Heineken Jazzaldia.

Una potente versi¨®n del Love for sale,? de Cole Porter, muy acorde para grandes aforos, dio paso a la presentaci¨®n de los m¨²sicos y a las primeras palabras de Cullum, que aseguraba que San Sebasti¨¢n es una de las plazas donde m¨¢s le gusta tocar. Ha estado m¨¢s de una vez en la capital guipuzcoana, entre ellas una en el Jazzaldia hace cuatro a?os, donde regal¨® todo un conciertazo al p¨²blico de la Plaza de la Trinidad.

El recogimiento de entonces nada tiene que ver con la actuaci¨®n de ayer, en una noche de temperatura fabulosa, que ha acercado al Escenario Verde de la playa a un p¨²blico diverso, ni?os incluidos, del que no todos estaban por la labor de escuchar al m¨²sico y parec¨ªan disfrutar m¨¢s del pic nic nocturno sobre la arena de la playa. Muchas conversaciones se simultaneaban entre la concurrencia ajenas a lo que pasaba en el escenario, aunque muchos otros han dedicado la atenci¨®n que merece un m¨²sico que se entrega de semejante manera en sus actuaciones.

Hubo muchos temas propios, como el Twentysomething, que le catapult¨® a la fama en 2003, con s¨®lo 24 a?os, pero no faltaron las versiones, como el Don't stop de music, de Rihanna, y el apabullante The wind cries Mary, de Jimi Hendrix, que ha reservado para su ¨²nico bis. Con el High and dry,? de Radiohead ha demostrado lo que comentaba horas antes en rueda de prensa, que "lo que es importante es no tener miedo a tocar suave" aunque se trate de un gran espect¨¢culo.

Dec¨ªa que "al final hay que seguir lo que te dicta el coraz¨®n". Y al coraz¨®n llevaba su pu?o esta noche cuando dec¨ªa adi¨®s con una rotunda interpretaci¨®n del espl¨¦ndido Mixtape de su anterior disco, The pursuit, antes de ser reclamado para el bis.

Cullum salt¨®, bail¨®, se movi¨® vertiginosamente sobre el teclado de su piano y sud¨® lo suyo. Tambi¨¦n ha repetido varias veces "eskerrik asko" a una audiencia que podr¨ªa haber continuado escuch¨¢ndole un buen rato m¨¢s. Antes, para inaugurar el Jazzaldia, la muy bonita voz de Gregory Porter, un cantante que se mueve entre el jazz y el soul, y que adem¨¢s de interpretar temas de sus tres discos, ha versioneado otros, como el Quiz¨¢s, quiz¨¢s, quiz¨¢s, de Nat King Cole, en un casi perfecto castellano. Los conciertos de la Jazz Band Ball inaugural funcionan con puntualidad. Por eso, tras la marcha de Jamie Cullum, se comenz¨® a o¨ªr a Robert Glasper, uno de los ocho grupos que formaban? parte del cartel de la noche, una intensa jornada que clausurarin los exc¨¦ntricos japoneses de la Shibusa Shirazu Orchestra