Loza y Serra Ramoneda tambi¨¦n eluden su responsabilidad en Catalunya Banc

Durante el mes de julio han comparecido cuatro presidentes (Antoni Serra Ramoneda, Narc¨ªs Serra, Fernando Casado y Adolf Tod¨®) y un director general (Josep Maria Loza) pero ninguno de ellos ha asumido responsabilidades en la quiebra de Catalunya Banc, la antigua Caixa Catalunya, que ha recibido la inyecci¨®n de 12.000 millones de euros de ayudas p¨²blicas: ni en la ruinosa compra de la aseguradora MNA, ni en la emisi¨®n de preferentes desde una filial ubicada en las Islas Caim¨¢n, ni en la excesiva exposici¨®n al ladrillo, ni en los elevados sueldos de sus directivos.

La comisi¨®n parlamentaria que investiga el fiasco de las cajas catalanas y si sus gestores son responsables del da?o sufrido por miles de afectados por preferentes o desahucios se despidi¨® ayer hasta septiembre con ocho horas ininterrumpidas de comparecencias de ex gestores que, como los anteriores, volvieron a eludir cualquier responsabilidad personal.

Especialmente esperada era la intervenci¨®n de Josep Maria Loza, director general entre 1998 y 2008. Fue a Loza a quien Tod¨® y Serra echaron las culpas en sesiones anteriores. Tod¨® afirm¨® que fue responsable del fiasco en un 95%. Con un discurso bien aprendido, Loza repiti¨® durante tres horas que actu¨® ¡°de acuerdo a la normativa¡± de las autoridades y que todas las decisiones pasaban por el consejo de administraci¨®n: ¡°En ning¨²n caso una sola persona pod¨ªa aprobar una operaci¨®n¡±.

Casado ha defendido la cifra de 600.000 euros como un salario de mercado?

El directivo achac¨® los problemas de la entidad al perfil de su cartera de clientes, de ¡°rentas medias y bajas¡±, que nunca permitieron obtener grandes beneficios ni capitalizarse y que han sido golpeados por el paro, con consecuencias sobre la morosidad. Sobre la exposici¨®n al sector inmobiliario respondi¨® que la entidad ¡°no hizo nada que no hiciera todo el mundo¡±. Nadie previ¨® lo que acab¨® ocurriendo, record¨®. Un consenso que, asegur¨®, tambi¨¦n arrop¨® su indemnizaci¨®n al abandonar la entidad, de 10,7 millones. La sorpresa lleg¨® cuando apunt¨® ¡°la posibilidad¡± de devolver parte del finiquito. ?Lo har¨¢? ¡°Ya veremos¡±, respondi¨®.

S¨ª reconoci¨® errores de gesti¨®n Antoni Serra Ramoneda, que presidi¨® la entidad durante dos d¨¦cadas (de 1984 a 2004), pero tampoco admiti¨® ser el responsable. ¡°La culpa de lo que ha pasado la tenemos todos, incluso ustedes, aqu¨ª todo el mundo ganaba dinero¡±, respondi¨® a una diputada socialista. Serra Ramoneda carg¨® duramente contra ¡°la plaga de las consultoras de nombre extranjero¡± ¡ªen alusi¨®n a Boston Consulting, a quien durante a?os la entidad pag¨® seis millones anuales¡ª y la ¡°pifia que supuso hacerles caso¡± en la compra de la aseguradora MNA (cuyo lastre Loza valor¨® en entre 210 y 300 millones de euros). Tambi¨¦n arremeti¨® contra la inercia ¡°del sistema legislativo espa?ol que lleva a las entidades financieras a dar hipotecas y no pr¨¦stamos a las pymes¡±, aunque admiti¨® que podr¨ªa haber sido m¨¢s ¡°vehemente¡± en frenar las inversiones inmobiliarias. El ex presidente no se mordi¨® la lengua contra los ¡°que tienen las santas narices de pedir 600.000 euros de sueldo a una empresa en dificultades¡±; o contra la emisi¨®n de preferentes. ¡°Me repugnaba lo de las preferentes en las islas Caim¨¢n, pero o pasabas por all¨ª con la bendici¨®n del Banco de Espa?a o no te com¨ªas un rosco¡±, espet¨®.

Con solo tres meses de presidencia entre 2010 y 2011, Fernando Casado lament¨® que no le dejaran enderezar la antigua caja como quer¨ªa y defendi¨® el sueldo que no lleg¨® a cobrar, de 600.000 euros anuales, pese a que la entidad ya ten¨ªa problemas.