El conductor declara que se confundi¨®
Garz¨®n alega ante el juez que no fren¨® a tiempo porque cre¨ªa circular por otro tramo No figuran llamadas ni mensajes en su m¨®vil privado
El mayor accidente ferroviario de los ¨²ltimos 40 a?os en Espa?a, en el que han perecido 79 personas, se produjo por una desorientaci¨®n o despiste del maquinista, seg¨²n las explicaciones que el conductor, Francisco Jos¨¦ Garz¨®n Amo, expuso en la noche del domingo durante su comparecencia ante el juez instructor del caso, Luis Al¨¢ez. A los mandos de la locomotora, Garz¨®n tom¨® la curva fatal de A Grandeira a 190 kil¨®metros por hora en vez de a 80 porque tuvo ¡°un despiste¡±. Crey¨® estar en un tramo distinto del trazado y cuando empez¨® a reducir velocidad era demasiado tarde para mantener el control del convoy. Antes de llegar a Angrois, hab¨ªa atravesado a 200 kil¨®metros por hora los 31 t¨²neles y 38 viaductos que se suceden en los 87 kil¨®metros que separan Ourense de la capital de Galicia.
Las partes presentes en el interrogatorio le preguntaron a qu¨¦ se debi¨® el despiste, pero Garz¨®n no supo explicarlo. ¡°No s¨¦, no s¨¦. Intent¨¦ frenar, pero¡¡±, explic¨®, cabizbajo. El maquinista, que rompi¨® a llorar m¨¢s de una vez durante el interrogatorio, declar¨® al juez, a preguntas del fiscal, que no bebi¨® alcohol el d¨ªa de la tragedia ni tampoco hizo llamadas ni envi¨® mensajes con su tel¨¦fono m¨®vil durante la conducci¨®n (solo tiene un mensaje entrante a las seis de la tarde). Se quej¨® de que no hubiera una se?al visible en la v¨ªa de limitaci¨®n de velocidad, ya que, esgrimi¨®, en esa zona se pasa de pronto de una conducci¨®n autom¨¢tica a otra manual.
El fiscal tambi¨¦n le pregunt¨® si iba con prisa o llevaba alg¨²n retraso el tren. Contest¨® que nada relevante, ¡°a lo mejor dos o tres minutos¡±, dijo. Tambi¨¦n le pregunt¨® el representante del ministerio p¨²blico si Renfe premia o sanciona a los maquinistas si se produce alg¨²n retraso o adelanto en las llegadas, a lo que respondi¨® que no. Garz¨®n tambi¨¦n fue preguntado por unos comentarios que escribi¨® en su cuenta de Facebook el 8 de marzo de 2012 junto con una foto del veloc¨ªmetro de un tren de alta velocidad que marca 200 kil¨®metros e indica que ser¨ªa ¡°una gozada¡± ir en paralelo a la Guardia Civil de Tr¨¢fico a esa velocidad con un tren de esas caracter¨ªsticas. Garz¨®n explic¨® que, aunque insert¨® la foto hace un a?o, en realidad fue tomada por ¨¦l hace a?os, cuando estaba en periodo de formaci¨®n y acompa?aba en la cabina a otro maquinista de un tren de alta velocidad. ¡°Llevo 30 a?os en Renfe. Empec¨¦ llevando trenes de mercanc¨ªas que no corren a m¨¢s de 80. La hice estando en periodo de formaci¨®n, en otro tren de alta velocidad¡±, subray¨®.
En su relato ante el juez, admite que hubo un fallo humano, un despiste suyo, lo que ¨¦l mismo cont¨® al servicio de incidencias de Renfe nada m¨¢s estrellarse el tren. Seg¨²n se desprende de esa conversaci¨®n, Garz¨®n, ya hundido antes de conocer la existencia de las v¨ªctimas, y atrapado en la cabina, lamentaba su error. A trav¨¦s del un tel¨¦fono del propio tren, contact¨® con la central de Renfe en Atocha. ¡°Somos humanos, somos humanos¡±, dijo, ¡°espero que no haya muertos, porque recaer¨¢n sobre mi conciencia¡±. La conversaci¨®n que mantuvo con Atocha, justo despu¨¦s de descarrilar, se halla en poder de la secretaria del juzgado. Y fue o¨ªda durante el interrogatorio. En ella, Garz¨®n admite que iba a 190 kil¨®metros por hora en un tramo con limitaci¨®n de 80. La grabaci¨®n es estremecedora. El maquinista no para de repetir: ¡°Pobres pasajeros, pobres pasajeros, ten¨ªa que estar yo entre ellos¡±. ¡°He tenido un accidente¡±, fue lo primero que dijo. Y luego empez¨® a lamentarse de la curva. Y se queja de que ya se hab¨ªa alertado (no concreta qui¨¦n o qui¨¦nes) de la peligrosidad de esa curva y de que un d¨ªa pod¨ªa pasar algo as¨ª. ¡°Esto es inhumano¡±, solloza.
Las explicaciones de Garz¨®n, ¨²nico ocupante de la cabina del tren y por tanto un testimonio clave para aclarar lo que ocurri¨® en los instantes previos al siniestro, apuntan como causa al error humano. Y dejan entrever tambi¨¦n que en ese tramo y con esa m¨¢quina, una vez que falla el piloto, no hay un plan b de seguridad.
El origen de la distracci¨®n es un misterio. Antes de que testificase Garz¨®n, el domingo a media tarde, el juez orden¨® analizar sus tel¨¦fonos m¨®viles (el personal y el de la empresa) para saber si se distrajo hablando por ellos. En una primera inspecci¨®n, los agentes han comprobado que en el m¨®vil personal de Garz¨®n no constan ni llamadas ni mensajes ni whatsapp en el momento del accidente, aunque se ha pedido por si acaso un listado oficial a la operadora, informa Jes¨²s Duva. El celular corporativo no ha aparecido y se est¨¢ a la espera de que la compa?¨ªa telef¨®nica env¨ªe la relaci¨®n de comunicaciones realizadas desde este aparato.
El trayecto entre Ourense y Santiago tiene 31 t¨²neles y 38 viaductos
Lo que est¨¢ descartado es el desconocimiento del trazado. El piloto llevaba haciendo ese mismo trayecto desde hac¨ªa m¨¢s de un a?o. Sus compa?eros maquinistas describen a un profesional responsable y competente. Hoy la apertura de la caja negra, una especie de tac¨®grafo que recoge los ¨²ltimos movimientos del tren, ofrecer¨¢ m¨¢s pistas. Desde la noche del d¨ªa 24 ha permanecido bajo custodia policial. Se abrir¨¢ en el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero de 3 de Santiago, que lleva el caso, con la ayuda de un perito inform¨¢tico.
Cuando, alrededor de las ocho de la tarde del pasado 24 de julio, Garz¨®n se subi¨® al Alvia Madrid-Ferrol en Ourense, su jornada laboral le hab¨ªa subido ya a otros dos convoyes distintos. El maquinista se puso por la ma?ana al mando de un tren di¨¦sel de media distancia que sale de A Coru?a a las 11.55 horas y llega a Pontevedra alrededor de las 13.30. En esta ¨²ltima ciudad descans¨® una hora y parti¨® hacia Ourense pilotando un Alvia con destino final en Madrid. Se baj¨® en la capital orensana, se tom¨® un respiro durante otras tres horas y a las ocho se embarc¨® en otro Alvia, el que 40 minutos despu¨¦s se empotr¨® contra un talud a cuatro kil¨®metros de Santiago.
Evaristo Iglesias, vecino de Angrois, fue el primero en auxiliar a Garz¨®n tras el descarrilamiento. En la treintena de metros que recorri¨® con ¨¦l junto a las v¨ªas, el maquinista, aturdido y con la cara ensangrentada, le reconoci¨® que ¡°ven¨ªa con un poco de exceso de velocidad¡± y que ¡°ten¨ªa que haber reducido¡±, relat¨® a la Agencia Efe. El vecino, que reside en una casa ubicada a unos 20 metros del lugar del accidente, ya ha declarado ante la polic¨ªa y est¨¢ a la espera de repetir su testimonio ante el juez instructor. ¡°Solo repet¨ªa que se quer¨ªa morir, que no quer¨ªa ver aquello y que hubiera sido mejor que le pasara a ¨¦l¡±, a?ade Evaristo Iglesias.
La primera inspecci¨®n descarta llamadas desde
A los vecinos de Angrois, que se volcaron en los primeros auxilios a las v¨ªctimas del siniestro, les lleg¨® ayer la primera condecoraci¨®n oficial. El Ayuntamiento de Santiago les ha concedido la Medalla de Oro por ¡°su entrega solidaria¡± y ¡°generosidad sin l¨ªmites¡±.
Los Alvia volvieron ayer a circular por la v¨ªa 1 de acceso a Santiago, la que recorr¨ªa el tren siniestrado. Pese a la normalizaci¨®n del tr¨¢fico ferroviario, los forenses contin¨²an recuperando restos humanos en la zona y en los vagones del convoy, que han sido trasladados a una nave ubicada en A Escravitude, en la localidad coru?esa de Padr¨®n, informa Europa Press. Estos restos ser¨¢n analizados con pruebas de ADN para cotejarlos con los perfiles de las v¨ªctimas ya registrados y poder descartar que el descarrilamiento no se llevara por delante alguna vida m¨¢s.
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