La mina de oro que se tramita en Lugo es tan grande como Madrid

La fiebre del oro podr¨ªa arrasar otros 120 kil¨®metros cuadrados de Galicia; una superficie casi tan grande como la ciudad de Madrid. La Xunta tramita actualmente un nuevo permiso minero para buscar oro, plata, cobre, cinc y plomo en monta?as de Lugo protegidas mediante reservas de la biosfera concedidas por la Unesco. A medio camino entre los municipios de A Fonsagrada, Baralla, Baleira y Becerre¨¢, la empresa canadiense Goldquest ¡ªfilial de la multinacional Lundin Mining Corporation¡ª pretende horadar varios valles surcados por r¨ªos para certificar la existencia de metales preciosos cuyo valor de mercado contin¨²a al alza en plena crisis.

Lago II es el segundo permiso que esta multinacional solicita para la misma zona. La Conseller¨ªa de Industria le concedi¨® en 2011 otro permiso (Lago I) que abarca 68 cuadr¨ªculas mineras. Pero la firma quiere m¨¢s terreno. Y lo quiere en zona protegida. El pasado lunes finaliz¨® el per¨ªodo de exposici¨®n p¨²blica del permiso para Lago II y Adega ya ha formalizado las alegaciones contra un proyecto que considera ¡°injustificado¡±. El colectivo ecologista asegura que las cuadr¨ªculas solicitadas ahora (396) suponen ¡°una cantidad excesiva e injustificada para investigar hacia d¨®nde se dirige la zona de mineralizaci¨®n¡±. ¡°No se justifica teniendo en cuenta la protecci¨®n e importancia ambiental, social y econ¨®mica del territorio afectado¡±, matizan.

La descomunal superficie que Goldquest pretende aprovechar est¨¢ protegida por dos reservas de la biosfera (R¨ªo Eo-Os Oscos-Terra de Bur¨®n y Terras do Mi?o) y un lugar de importancia comunitaria (Serra de Foncuberta) contemplado en la ampliaci¨®n de la Red Natura, todav¨ªa en tr¨¢mite. Si llega a formalizarse este permiso, la contaminaci¨®n producida por la futura explotaci¨®n impactar¨ªa de lleno en las cuencas de r¨ªos y en el abastecimiento dom¨¦stico de aldeas o villas como Baralla (2.800 habitantes), ya que este tipo de explotaci¨®n utiliza grandes cantidades de agua y productos qu¨ªmicos para completar el proceso de extracci¨®n.

Adega alerta en sus alegaciones del previsible vaciado de r¨ªos. En los informes de las Administraciones implicadas en la concesi¨®n del permiso no se incluye ning¨²n tipo de zona de exclusi¨®n. Ni siquiera se cita la existencia de los afluentes del Eo y el Neira. Y eso que los vecinos de Baralla beben directamente del Neira. Al igual que en la comarca de Valdeorras ¡ªdonde las canteras han secado y contaminado kil¨®metros de cauces hasta fulminar cualquier forma de vida¡ª, una decena de kil¨®metros del Neira ¡°casi seguro ser¨¢n vaciados ya que discurren en medio de la zona de exploraci¨®n¡±.

Cualquier actividad minera es incompatible con el nivel de protecci¨®n que exige una reserva de la biosfera: conservaci¨®n total de paisajes, ecosistemas y especies, as¨ª como el desarrollo sostenible. Por eso Adega reclama al Comit¨¦ de Reservas de la Biosfera que elabore un informe vinculante que determine la afecci¨®n del proyecto minero. La Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) alert¨® en abril a esta comisi¨®n solicitando una ¡°evaluaci¨®n cient¨ªfica y objetiva sobre el impacto de este permiso de investigaci¨®n y su futura explotaci¨®n¡± para ser remitida posteriormente a la Unesco. Adega quiere que la Direcci¨®n Xeral de Conservaci¨®n de la Natureza ¡°cumpla sus funciones¡± y delimite los efectos sobre el LIC Serra de Foncuberta. Los ecologistas piden a la Xunta que no se apruebe la licencia solicitada por Goldquest, la paralizaci¨®n de permisos hasta que se apruebe la nueva ley de miner¨ªa y la delimitaci¨®n de zonas de exclusi¨®n ante cualquier actividad minera.

Adega cree que este repentino inter¨¦s empresarial por los metales preciosos responde a una ¡°burbuja especulativa¡± que la Xunta agita convirtiendo en zona minera toda la comunidad a trav¨¦s de un nuevo plan minero, a¨²n en tr¨¢mite. ¡°El inter¨¦s por yacimientos de metales preciosos conocidos y hasta hace poco descartados, obedece a burbujas especulativas fomentadas por el sistema capitalista que poco o nada tienen que ver con una demanda real¡±, explican. En sus alegaciones recuerdan que el beneficio ¡°sale hacia los inversores internacionales¡±. Concluyen asegurando que sus efectos sobre el empleo local ser¨¢n negativos ya que ¡°se crear¨ªan puestos de trabajo temporales, pero se destruir¨ªa la base agropecuaria y forestal que sustenta la econom¨ªa local¡±.