¡°Me gustan las colonias para jugar, ba?arme en la piscina y comer¡±

Al menos 8.000 ni?os de familias sin recursos cuentan este verano con una beca de entidades sociales para un casal o unas colonias de verano. La cifra se ha doblado respecto al a?o pasado en un momento en que la malnutrici¨®n acecha cada vez m¨¢s a la infancia. Las escuelas fueron las primeras en dar el grito de alerta y, ante la lentitud de reacci¨®n de las Administraciones, esplais y casals est¨¢n aparcando su tradicional papel de ocio para cubrir las necesidades prioritarias: la alimentaci¨®n. ¡°Aparte del aspecto educativo, hemos entrado tambi¨¦n en la alimentaci¨®n porque, en muchos casos, los ni?os que vienen a nuestros centros o no comen o lo hacen a base de patatas chips. Algunas colonias parecen un campamento de la ONU¡±, apuntan desde la Fundaci¨®n Catalana de l¡¯Esplai.

Esta entidad es la que m¨¢s becas ha dado este verano, unas 3.200, para actividades que incluyen al menos una comida diaria. A estas se a?aden unas 2.300 de la Fundaci¨®n Pere Tarr¨¦s, unas 1.500 de Cruz Roja o un millar del Casal dels Infants. No son todas, pero son las entidades que gestionan la mayor¨ªa de actividades. Tambi¨¦n los Ayuntamientos dan este tipo de ayudas (el de Barcelona, 6.000) e incluso La Caixa (4.500 en todo el Estado).

En junio, las colonias tomaron el relevo de los pupitres. En los campamentos de la Pere Tarr¨¦s en Planoles (Ripoll¨¨s), Mart¨ªn, de seis a?os disfruta de su primer d¨ªa en la monta?a y conociendo a sus nuevos compa?eros. ¡°Me gusta venir de colonias para jugar con los amigos, ba?arme en la piscina y comer¡±.

A falta de un estudio pormenorizado sobre cuantos ni?os carecen de una alimentaci¨®n equilibrada, los datos oficiales revelan que 345.600 ni?os catalanes en riesgo de pobreza. El S¨ªndic de Greuges calcul¨® que 50.000 sufr¨ªan carencias alimentarias, mientras que los ambulatorios atendieron el pasado mes de junio 750 casos de menores con s¨ªntomas de desnutrici¨®n.

Ante el aluvi¨®n de cifras cada vez m¨¢s alarmantes, los grupos de la oposici¨®n ¡ªPSC, PP, ICV y C's¡ª han forzado la convocatoria de la Diputaci¨®n Permanente ¡ªel ¨®rgano de guardia mientras el Parlament de vacaciones¡ª para que comparezcan tres consejeros: los titulares de Bienestar Social y Familia, Neus Munt¨¦; de Ense?anza, Irene Rigau; y de Econom¨ªa, Andreu Mas-Colell. La petici¨®n de los cuatro partidos es suficiente para reun¨ªr a la Diputaci¨®n Permanente, pero est¨¢ en mano de ERC que los consejeros comparezcan finalmente, ya que es necesaria la mayor¨ªa de la C¨¢mara.

Las escuelas sirven de protector para estos menores, a los que dan una comida equilibrada al d¨ªa, en ocasiones la ¨²nica. ¡°?Y cuando cierran las escuelas? Las familias pobres contin¨²an siendo pobres y los ni?os tienen que comer¡±, reflexiona Luc¨ªa Linuesa, jefa de los Servicios Sociales de Terrassa. Esta ciudad ha abierto el comedor de cuatro escuelas para alimentar a 300 ni?os. Son los casos considerados extremos por los Servicios Sociales, de familias que, aunque teniendo beca comedor, no pueden ni pagar su parte, unos tres euros diarios.

Rosal¨ªa Rodr¨ªguez dejaba ayer al mediod¨ªa a su hija de 10 a?os en el colegio Agust¨ª Bartra de Terrassa. Separada, con tres hijas a su cargo, en paro y esperando desde abril a que le aprueben la renta m¨ªnima de inserci¨®n, Rosal¨ªa sobrevive con la ayuda de vecinos y amigos, y gracias a alg¨²n ingreso que puede obtener limpiando alguna casa. Hace siete meses que no paga la hipoteca. La iniciativa del Ayuntamiento es un alivio. ¡°En casa no comemos bien, no vemos la fruta. Comer todos los d¨ªas macarrones [los Bancos de Alimentos solo dan alimentos envasados] no es bueno¡±.

Arroz con tomate, carne o pescado y un trozo de sand¨ªa era el men¨² de ayer. ¡°Nos gusta mucho la comida de la escuela¡±, coincid¨ªan muchos chavales. ¡°Me gusta venir aqu¨ª porque aqu¨ª como. En casa no tenemos luz y no puedo comer all¨ª¡±, suelta Dolores, de 7 a?os, sin perder la sonrisa. Desde el 20 de julio hasta el 10 de septiembre, estos comedores abrir¨¢n y, adem¨¢s de la comida, los ni?os pueden jugar y hacer actividades. El Ayuntamiento ha destinado 200.000 euros para mantener el servicio en verano.

Pero Terrassa no es la ¨²nica que ha tomado esta medida. Dos escuelas m¨¢s, en Tarragona y Amposta, tambi¨¦n han abierto las cocinas para alimentar a una veintena de ni?os cada una. El Ayuntamiento de Barcelona ofrece meriendas a 1.500 ni?os a trav¨¦s de centros abiertos de la ciudad.

Es una medida totalmente ins¨®lita ante el aumento de la necesidad de muchas familias y que se podr¨ªa extender el pr¨®ximo verano. Mientras, y ante la falta de una reacci¨®n contundente de la Generalitat, las entidades sociales y de ocio han tomado las riendas de la situaci¨®n, sacando r¨¦dito de sus instalaciones y su capacidad organizativa y han tirado del banco de alimentos y fondos propios para repartir comida. ¡°Estamos actuando como parche y suplantando a la Administraci¨®n. La que tiene que llevar la situaci¨®n es ella y nosotros ir acompa?¨¢ndola. No es responsabilidad de los esplais responder a esta realidad¡±, lamenta Ricard Vicente, director del Club d'Esplai Pubilla Cases de L'Hospitalet de Llobregat. Este centro, ubicado cerca de los barrios m¨¢s deprimidos de L¡¯Hospitalet y Esplugues, abre todo el a?o. En verano, a parte de las actividades de ocio, tambi¨¦n dan la comida a los chicos.

El Casal de Infants, con sede en el barrio de Raval de Barcelona, tambi¨¦n ha tenido que reforzar el trabajo de sus centros en verano y abrir el aforo hasta superar el millar de plazas. La correcta alimentaci¨®n de los ni?os, reconocen los trabajadores, es uno de los problemas m¨¢s acuciantes. ¡°Esto cada vez va a peor, sobre todo por un tema tan b¨¢sico como la comida. Muchas familias tienen dificultades para alimentar bien a sus hijos¡±, lamenta Irene Ramos, educadora del Casal de Infants. En este centro, durante todo el a?o se ofrece merienda a los ni?os m¨¢s necesitados. Ahora en verano dan tres comidas. ¡°Se nota que tienen hambre¡±, sentencia. Varias de estas entidades reconocen que ofrecer el servicio de comedor inclu¨ªdo en la actividad de ocio es un factor clave que hace que muchas familias se decidan por inscribir a sus hijos.

Las entidades hace meses que reclaman una reacci¨®n contundente a la Administraci¨®n. La Generalitat todav¨ªa no ha abordado el problema y algunos Ayuntamientos empiezan a tomar medidas. ¡°No podemos ser tremendistas, pero tampoco podemos taparnos los ojos¡±, zanja Linuesa.