Fandi?o triunfa con poco brillo

Francia mima la fiesta y ayer se vivi¨® una corrida con todos los detalles para que el p¨²blico la recordase como un d¨ªa hist¨®rico. El aurresku de honor (t¨ªpico baile vasco de respeto) al finalizar el pase¨ªllo fue uno de los m¨²ltiples detalles que los rectores del coso de Bayona tuvieron en cuenta. El cartel ya era un lujo: Iv¨¢n Fandi?o con seis toros de Fuente Ymbro. El optimismo era una constante en todos los corrillos previos. Autocares de aficionados desplazados desde Cuenca, Guadalajara, Madrid, Valladolid o Zaragoza se mezclaban con los llegados desde Bilbao, con el Club Taurino a la cabeza, Donostia, Llodio o la Ordu?a natal del matador. Ambiente de gala.

Pero el ¨²nico detalle que nunca se puede prever en una corrida es el juego del ganado. Y eso fue lo ¨²nico que fall¨® en la tarde, los toros de Ricardo Gallardo no permitieron el lucimiento del torero vizca¨ªno. Parec¨ªa una maldici¨®n, pero cada toro que se arrastr¨® fue una decepci¨®n para el p¨²blico. ?Qui¨¦n iba a tener m¨¢s inter¨¦s que el ganadero en que saliera uno bueno? Pero no lleg¨® a salir y aunque Fandi?o abandon¨® el coso en hombros le falt¨® una faena grande, redonda. El de Ordu?a estuvo por encima de sus enemigos; en ocasiones sac¨® agua de un pozo seco a base de firmeza, temple y sobre todo mucho entendimiento, porque siempre les dio la distancia adecuada, los tiempos necesarios y la lidia exacta.

El vizca¨ªno sali¨® en hombros tras

Fandi?o dej¨® claro una vez m¨¢s que se encuentra en un momento dulce. Al primero le realiz¨® una faena de mucho m¨¦rito, pas¨¢ndoselo muy cerca. Ni una concesi¨®n. Todo con mucha verdad. No toc¨® pelo porque fall¨® a espadas, pero fue lo mejor del festejo. Luego la tarde fue decayendo, con el juego cada vez m¨¢s pobre de los fuenteymbros; la escasez de fuerzas les hizo emplearse con prudencia y no permitieron la emoci¨®n necesaria. Y eso que llegaron las orejas, una en el segundo tras una soberbia estocada y dos en el quinto, ben¨¦volas, con el deseo de reconocer la disposici¨®n del torero y la forma de jugarse los muslos con sinceridad. Una encerrona con triunfo, con puerta grande y con salida en hombros; un d¨ªa en el que Fandi?o vuelve a dejar claro que es una figura del toreo, pero le faltaron toros de verdad para cuajar una tarde triunfal.