Condenado un ginec¨®logo por la par¨¢lisis cerebral de un beb¨¦

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena al ginec¨®logo Ram¨®n B.A. por su negligencia m¨¦dica en la asistencia al parto de una ni?a que sufri¨®, como consecuencia de su error, par¨¢lisis cerebral grave. El m¨¦dico deber¨¢ pagar ahora la indemnizaci¨®n de?874.062,74 euros que impuso la Audiencia Provincial de Valencia en primera instancia.

Los padres de la ni?a demandaron al m¨¦dico por negligencia m¨¦dica durante el parto de su hija, ocurrido en 2002, y le reclamaron los da?os f¨ªsicos, materiales y morales sufridos como consecuencia del error cometido al inducir a la madre a un parto vaginal de riesgo. La Audiencia consider¨® que el m¨¦dico no advirti¨® debidamente a la madre de los peligros que ¨¦ste supon¨ªa. Adem¨¢s, el m¨¦dico no pudo demostrar durante la vista que le hab¨ªa practicado a la parturienta la debida monitorizaci¨®n. Como consecuencia de estos errores, la ni?a sufri¨® una par¨¢lisis cerebral severa que la incapacit¨® muy gravemente y le hac¨ªa necesitar ayuda de terceras personas durante toda su vida.

El m¨¦dico recurri¨® ante el Supremo porque consider¨® que nadie demostr¨® que la parturienta no hubiera sido adecuadamente monitorizada y porque s¨ª la advirti¨® de la existencia de riesgos. Sin embargo, el Supremo coincide con la Audiencia en que, dado el relato de hechos probados, basta para condenar con "un juicio de probabilidad cualificada", es decir, basta considerar que las cosas no pudieron suceder de otro modo dadas las pruebas presentadas.

La sentencia cita factores de riesgo como que la madre no hab¨ªa tenido un parto vaginal previo y ¨¦ste fue inducido o que ella hab¨ªa tenido otro hijo poco m¨¢s de un a?o antes de este segundo y problem¨¢tico parto.

El doctor aleg¨® que la custodia de las historias cl¨ªnicas estaba en el momento de los hechos? bajo la responsabilidad de la direcci¨®n del centro sanitario donde ocurrieron los hechos, el cual debi¨® preservar dicha historia y concretamente el registro de la monitorizaci¨®n. Pero la sentencia ahora confirmada por el Supremo responde que el m¨¦dico tiene toda "la facilidad probatoria" para demostrar la adecuada monitorizaci¨®n y descartar la negligencia. Lo que no es aceptable, dice el tribunal, es que el extrav¨ªo "no constatado" perjudique a los demandantes.

"La ausencia de aquel registro impide determinar el momento exacto en que se produjo la rotura del ¨²tero que motiv¨® la asfixia fetal y, con ello, la posibilidad de la detecci¨®n precoz de ¨¦sta en aras de evitar el desgraciado y desproporcionado resultado de par¨¢lisis cerebral que aconteci¨®", concluye el Supremo. Junto a ello el Supremo dice que si el acto m¨¦dico entra?a en s¨ª mismo riesgos, lo que no puede hacer el m¨¦dico es incrementarlos sin hacer part¨ªcipe de la decisi¨®n a la paciente afectada, cosa que no hizo respecto a la posibilidad de da?os en el feto.