Bocados con arte y... solidaridad
El Norai, el restaurante del Museo Mar¨ªtimo, conjuga gastronom¨ªa y ayuda social
Desde los ondulantes trazos de las impresionantes pinturas rom¨¢nicas de Sant Climent de Taull a las gruesas pinceladas de Joan Mir¨®. El men¨² de arte e historia que ofrecen los museos de Barcelona es amplio y variado, tanto como el estilo de sus restaurantes: desde la cl¨¢sica cafeter¨ªa donde tomar un peque?o respiro durante la visita a un restaurante con platos ex¨®ticos. En Barcelona es posible tomar un bocado en un aut¨¦ntico palacio como el Palau Gomis del Museo Europeo de Arte Moderno, o rodeado de esbeltas columnas g¨®ticas de una lonja del sigloXIV, en el Museo Mar¨ªtimo.
Vinculados a estos centros culturales que cada a?o reciben varios millones de visitantes, la mayor¨ªa extranjeros, los restaurantes y cafeter¨ªas de museo gozan de una posici¨®n privilegiada. Pero la crisis tambi¨¦n ha afectado a estos centros culturales y en 2012 disminuyeron sus visitantes. Algunos, como la Fundaci¨®n Mir¨®, solo un 0,4%. Otros, como el Museo Picasso sufrieron una p¨¦rdida mayor: de 500.000 visitas, que representa un 46,6% menos pese a que sigue siendo el museo municipal con m¨¢s visitas de la ciudad. Este centro en pleno agosto, un mes especialmente suculento para captar el turismo, no tiene restaurante. El que hab¨ªa cerr¨® hace seis meses despu¨¦s de no renovar contrato y a¨²n no hay una fecha fijada para su reapertura.
Pero no todos los comensales que acuden a estos restaurantes son turistas. En la Fundaci¨®n Mir¨®, visitada por un 80% de personas de fuera de la ciudad, sirve un buen n¨²mero de comidas a barceloneses. ¡°En agosto s¨ª que son esencialmente extranjeros o gente del resto de Espa?a¡±, explica Fran?oise Ca¨¹et, directora del restaurante, ¡°pero estamos orgullosos de decir que tenemos una clientela fija de Barcelona, que viene gracias al boca oreja¡±. El local abri¨® sus puertas en 1988, cuando la fundaci¨®n ampli¨® sus instalaciones, situadas en un edificio racionalista en la verde pendiente del Montju?c. Igual que el centro expone, adem¨¢s del legado de Joan Mir¨®, la obra de artistas innovadores, Ca¨¹et se atrevi¨® desde el principio a ofrecer platos ex¨®ticos y dar un toque original a su carta, esencialmente mediterr¨¢nea. Entre sus creaciones est¨¢ la terrina de berenjena y pimiento o el brik de cordero y mozzarella y recomienda de postre la crema de frutos rojos con mascarpone.
El Museo Picasso sigue con el restaurante cerrado en pleno agosto
La majestuosa fachada del Palacio Nacional domina la escalinata y los surtidores de la plaza de Espa?a. Construido para la Exposici¨®n Internacional de 1929, el edificio que acoge al Museo Nacional de Arte de Catalu?a se opone a las l¨ªneas simples de la Fundaci¨®n Mir¨®. Sin embargo, ?leum, el restaurante que el palacio alberga en la primera planta, ofrece en sus platos un tono similar al de la fundaci¨®n: cocina catalana tradicional, con toques de modernidad y matices propios, como en los raviolones de puerro confitado y espinacas o el timbal de meloso de ternera con salsa de frutos rojos. Al cuidado de sus elaboraciones se suma el poder disfrutar de una de las mejores vistas de la capital catalana.
Totalmente distinto es el restaurante Norai del Museo Mar¨ªtimo de Barcelona (MMB), en el barrio del Raval, instalado en una de las altas naves g¨®ticas techadas con madera de las Drassanes Reials, la lonja de Sant Crist¨®bal. Su men¨² (10,95 euros), exhibe toda clase de platos marineros. De esta manera contribuye al objetivo del museo de dar a conocer la cultura mar¨ªtima y fomentar un consumo responsable y de proximidad. Para ello cuenta con colaboraciones de altos cocineros de todo el pa¨ªs y de la Fundaci¨®n Alicia, que investiga la mejora de los h¨¢bitos alimentarios.
Pero el Norai ha guardado un secreto que comenz¨® a revelar el a?o pasado. ¡°No es un restaurante normal, forma parte de un proyecto social¡±, declara Fina Garc¨ªa, una de sus responsables. La iniciativa Norai, en la que participan el MMB, Impulsem, Fundaci¨®n Surt y Fundaci¨®n ToRaval, busca la mejora de las condiciones de la zona a trav¨¦s de la formaci¨®n y la dinamizaci¨®n del barrio. Para ello imparte diversos cursos de hosteler¨ªa a personas en riesgo de exclusi¨®n y colabora en su inserci¨®n laboral. Como parte del eje de dinamizaci¨®n, los ingredientes de su carta est¨¢n comprados en las tiendas cercanas. ¡°No tenemos nada congelado, todo es del d¨ªa¡±, explica Garc¨ªa, aunque eso pueda comportar tener que renunciar a recetas m¨¢s elaboradas.
¡°No quer¨ªamos que la gente viniese por l¨¢stima, sino porque el cliente estuviese satisfecho con nosotros¡±, continua la directora, quien a?ade que pretenden hacer de Norai un proyecto sostenible y libre de subvenciones. Tras tres a?os de experimento, el balance es positivo y ya les permite ampliar el proyecto, como la creaci¨®n de un catering donde pueden trabajar j¨®venes con dificultades econ¨®micas. Con la colaboraci¨®n con esta iniciativa, el MMB responde a un nuevo modelo de museo, responsable e integrado con su entorno. Un nuevo tipo que a?ade m¨¢s variedad a la propuesta cultural y gastron¨®mica de la ciudad.
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