Un desaf¨ªo caricaturesco
Los toros infumables de Fuente Ymbro protagonizaron el rotundo fracaso del primer desaf¨ªo ganadero
Los aficionados malague?os han puesto en marcha una excelente idea, llamada desaf¨ªo ganadero, y consistente en establecer una competencia entre los toros de Fuente Ymbro, lidiados ayer, y los de Victorino Mart¨ªn, anunciados para hoy. Y el loable objetivo es revitalizar la alica¨ªda suerte de picar, tan brillante y emocionante cuando la ejecuta seg¨²n los c¨¢nones un picador torero a un toro bravo.
La primera sorpresa fue que los tendidos no se cubrieron ni la mitad para asistir a tan hist¨®rico acontecimiento, lo que viene a poner de relieve que la afici¨®n malague?a es cortita en n¨²mero, algo tristemente habitual en otras plazas que como esta han brillado a lo largo de su historia. Pero son tantas decepciones ya, que no son pocos los que abandonan y dedican su tiempo a malgastar su dinero en el golf, que no es m¨¢s barato, pero s¨ª encierra menos preocupaciones.
Y algo peor: poco p¨²blico y, en su mayor¨ªa, fiestero y con escaso conocimiento, pues hay que constatar c¨®mo pide las orejas para faenas inexistentes, como ayer ocurri¨® con la de Daniel Luque a su primero, un toro reserv¨®n y soso, al que solo pudo enjaretar medios pases cargados de nader¨ªa. Insistente fue la presi¨®n sobre el us¨ªa, que hizo bien en mantener el pa?uelo a buen recaudo y no dar p¨¢bulo a los triunfalistas.
Los promotores no contaron ¡ªno pod¨ªan hacerlo por razones obvias¡ª con el juego de los toros, y result¨® que el ganadero envi¨® a M¨¢laga una corrida infumable, como si fuera de desecho de tienta, floja, mansa, descastada y sos¨ªsima, sin una gota de calidad en sus entra?as. Total, que la suerte de varas sufri¨® otro rev¨¦s, descangallada como est¨¢ despu¨¦s de tantos atropellos, tarde tras tarde, en tantas plazas de Espa?a y Francia. No hubo un solo toro que cubriera con algo de decencia tercio tan esperado, y a pesar de la compostura de los picadores y hasta de los caballos, ¡ªpues tambi¨¦n los equinos pueden ser objeto de premio en este desaf¨ªo¡ª todo qued¨® en una lamentable caricatura, tan propia de la modernidad. Ni un solo toro acudi¨® con presteza, ni empuj¨®, ni meti¨® los ri?ones¡ Todos a rega?adientes, con la cara por las nubes y con ardientes deseos de quitarse el palo. Y los seis evidenciaron su falta de clase en la muleta. Lo normal¡ para un perro.
?Y los matadores? Ay, los matadores¡
No hubo oponentes, es verdad. No hubo toros para lo que exige la faena moderna, pero tampoco hubo toreros heroicos que supieran o quisieran sobreponerse a las adversas circunstancias para andar por la plaza con la dignidad requerida.
Salvador Vega no est¨¢ ya para gestas. Quedan en su haber unas garbosas ver¨®nicas a su primero, y eso fue todo. No dijo m¨¢s, sigue pareciendo un hombre de poco esp¨ªritu y son excesivas sus precauciones. Otra tarde sin historia la de este torero, llamado a ser una eterna promesa.
Se le vio triste a Iv¨¢n Fandi?o, como si tuviera la cabeza en otra plaza norte?a de mayor prestigio. Lo intent¨® a su modo en el quinto y no consigui¨® ni cubrir el expediente. Adem¨¢s, lo mat¨® de muy mala manera y su paso por esta feria ha sido anodino. Y Luque, voluntarioso, entr¨® en quites por chicuelinas y gaoneras y lo intent¨® sin ¨¦xito.
En fin, gordo petardo ganadero para un desaf¨ªo inexistente, loable empe?o de un pu?ado de buenos aficionados que merece mejor suerte.
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