Orillas sin responsables
Tras la muerte de dos menores en Valmayor, el Canal atribuye la vigilancia a la Guardia Civil, que tambi¨¦n apunta a agentes forestales y polic¨ªas locales
Las muertes por ahogamiento de dos j¨®venes, Diana Elizabeth M. C. y Joseline Ander W. C., de 13 y 14 a?os, han reabierto el debate sobre a qui¨¦n corresponde la vigilancia y la se?alizaci¨®n de los embalses y r¨ªos de la regi¨®n. En todos ellos est¨¢ prohibido ba?arse, salvo en el pantano de San Juan y en algunos puntos del r¨ªo Alberche. Fuentes de la Comunidad de Madrid afirman que la competencia pertenece a la Guardia Civil. El instituto armado reconoce que s¨ª entra dentro de sus atribuciones, pero recuerda que tambi¨¦n pueden y deben intervenir los agentes forestales y las polic¨ªas locales.
Diana Elizabeth y Joseline Ander fallecieron la tarde del pasado domingo tras ba?arse a mediod¨ªa en el pantano. Las primeras investigaciones apuntan a que se fueron adentrando en el agua hasta que llegaron a una sima (especie de grieta) y se cayeron al fondo.
La competencia sobre las aguas est¨¢ bien delimitada. Los r¨ªos y los pozos subterr¨¢neos pertenecen a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo, mientras que los embalses son propiedad del Canal de Isabel II, salvo el de San Juan. Sus aguas se destinan al consumo humano, por lo que eso obliga a mantenerlos salubres. Precisamente, la empresa p¨²blica es la encargada de se?alizar en los accesos a estas zonas que existen diversas prohibiciones, entre ellas la del ba?o y la acampada. Fuentes del Canal indicaron que las zonas cuentan con carteles que lo recuerdan. ¡°La prohibici¨®n de ba?arse existe y la gente debe cumplirla, pese a que no se recuerde con carteles cada ciertos metros. Los embalses son muy grandes y ser¨ªa muy dif¨ªcil se?alizarlos por completo, sobre todo, porque las orillas cambian de un a?o a otro por las precipitaciones¡±, recordaron las citadas fuentes. ¡°Es como si hubiera que poner un cartel de prohibido hacer fuego en todos los bosques. No se puede se?alizar cada dos metros¡±, recordaron estas fuentes. Este peri¨®dico comprob¨® la tarde del domingo que todo el per¨ªmetro est¨¢ vallado y que solo se puede acceder al pantano por determinadas entradas para pescadores. En algunas de ellas no existe esa se?alizaci¨®n.
Muertes en pantanos y r¨ªos desde 2003
En 2003, un ni?o de ocho a?os muri¨® ahogado en el lago de Butarque, en Legan¨¦s. El peque?o trat¨® de rescatar el bal¨®n con el que jugaba. Dos meses despu¨¦s un var¨®n rumano de 40 a?os falleci¨® en el t¨¦rmino municipal de Rivas Vaciamadrid.
En 2006, un var¨®n de 56 a?os pereci¨® ahogado al intentar rescatar a su perro de la charca verde de La Pedriza.
En 2007, un hombre de nacionalidad peruana muri¨® al tratar de cruzar a nado el pantano de San Juan (de 300 metros), en el t¨¦rmino municipal de Valdeiglesias. Ese verano tambi¨¦n muri¨® un hombre de 79 a?os que desapareci¨® cuando fue a ba?arse.
En 2008, durante la fiesta auton¨®mica del 2 de mayo, un hombre de 42 a?os se ahog¨® en el embalse de El Atazar cuando fue a darse un ba?o despu¨¦s de pescar.
En 2009, un hombre de 34 a?os muri¨® en el mismo embalse cuando se ba?aba sobre las cuatro de la tarde.
En 2010, un var¨®n de 47 a?os falleci¨® ahogado en el embalse de El Atazar.
En 2011, Austin Taylor Bice, estudiante californiano, pereci¨® en el r¨ªo Manzanares tras caerse de espaldas al agua y ahogarse.
En 2012, un hombre de nacionalidad polaca, de 26 a?os, muri¨® ahogado en el r¨ªo Manzanares.
El segundo problema que ha hecho aflorar el accidente mortal es la vigilancia de estas zonas de recreo. Fuentes de la Comunidad de Madrid argumentaron ayer que el Canal de Isabel II es el gestor del agua de los madrile?os y que no le corresponde la vigilancia de estas zonas. Esta empresa s¨ª dispone de servicios de seguridad que protegen las instalaciones m¨¢s importantes de los embalses, como las presas, los edificios y similares. Estos vigilantes suelen realizar rondas por los per¨ªmetros exteriores y los alrededores pero no controlan a los eventuales ba?istas. ¡°Se protege, sobre todo, la operativa del Canal¡±, recordaron las fuentes de la compa?¨ªa propiedad de la Comunidad de Madrid. Las competencias recaen directamente entonces en la Guardia Civil, que es la encargada de la vigilancia de estas zonas de agua. En concreto, los agentes del Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona). Estos cuentan con veh¨ªculos especiales para circular por el campo, como motos o autom¨®viles todoterreno. Tambi¨¦n podr¨ªan intervenir las patrullas de los diferentes puestos dentro de los que se encuentra el pantano. En este caso, Valdemorillo, El Escorial y Colmenarejo.
Fuentes de la Guardia Civil reconocen que la competencia s¨ª es suya, aunque no en exclusiva. De hecho, los agentes forestales, encargados del medio ambiente, tambi¨¦n podr¨ªan participar en este control de las aguas, seg¨²n estas fuentes. Tienen capacidad sancionadora. Otro tanto pasar¨ªa con las polic¨ªas locales, cuya competencia se ampl¨ªa a todo el territorio municipal. ¡°Igual que multan una infracci¨®n de tr¨¢fico podr¨ªan denunciar los incumplimientos de no ba?arse¡±, reconocen fuentes del instituto armado.
El gran problema con el que se enfrentan las diversas administraciones es la gran extensi¨®n de terreno que ocupan los pantanos. Solo el de Valmayor, el segundo de la regi¨®n por capacidad tras El Atazar, discurre a lo largo de 12 kil¨®metros y ocupa una superficie de 755 hect¨¢reas. Todos estos datos se traducen en que es resulta muy dif¨ªcil controlar al detalle la zona de no ba?o, en especial en d¨ªas como el pasado domingo, cuando acudieron miles de personas a esta zona.
¡°Muchas veces nos ha pasado que le hemos dicho a la gente que no se ba?ara y, justo cuando nos hemos alejado, se han metido, pese a que es muy peligroso¡±, sostienen desde la Guardia Civil. ¡°De todas formas, mucha gente vive en la Comunidad de Madrid y es imposible vigilar todas las zonas de recreo. Aparte de los pantanos, tambi¨¦n hay muchos montes y ¨¢reas de recreo¡±, a?aden. El domingo mismo, mientras los buzos de la Guardia Civil estaban rescatando los cuerpos, en la orilla contraria algunos j¨®venes se estaban ba?ando, ajenos a todo lo ocurrido.
El capit¨¢n del Grupo Especial de Actividades Subacu¨¢ticas (GEAS), Carlos Mart¨ªnez, explic¨® a este peri¨®dico que el rescate de los cad¨¢veres es ¡°el habitual¡± en una zona pantanosa. Este se caracteriza por una visibilidad nula, sobre todo por el fango que se hab¨ªa acumulado en el fondo motivado en parte por la cercana desembocadura de un r¨ªo. ¡°Los agentes van como con los ojos tapados, a ciegas, y van palpando el fondo. Adem¨¢s, como hab¨ªan estado ya barcas y helic¨®pteros moviendo el agua, la hab¨ªan revuelto aun m¨¢s¡±, reconoce el oficial de los GEAS.
Los buzos iban atados con cabos gu¨ªas para saber en todo momento d¨®nde estaban. Los cuerpos se hallaron en una sima de unos cinco metros y medio de profundidad, a unos 20 metros del lugar donde estaban en la orilla. ¡°Lo que les debi¨® de ocurrir es que entraron y, como no sab¨ªan nadar, cayeron a esa oquedad y no pudieron salir. A eso se une que pudo haber corrientes subterr¨¢neas que las arrastraran¡±, a?ade el capit¨¢n.
Las familias de las dos j¨®venes acudieron ayer a mediod¨ªa al Instituto Anat¨®mico Forense, en la Ciudad Universitaria, donde se informaron de los tr¨¢mites que tienen que seguir para repatriar los cuerpos a Ecuador. Su intenci¨®n es enterrarlas en Guayaquil, ciudad de la que son oriundas. Estuvieron pocos minutos en el instituto. De ah¨ª se marcharon al Consulado de Ecuador para gestionar la salida de los cuerpos y al Ayuntamiento de Galapagar, por si los servicios sociales pueden sufragar los gastos del traslado. Este se podr¨ªa efectuar esta semana si se concluyen los tr¨¢mites judiciales y consulares. El caso est¨¢ siendo investigado por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de San Lorenzo de El Escorial.
Los familiares salieron destrozados y evocando entre l¨¢grimas los nombres de las ni?as. Una de las madres estuvo a punto de caer desfallecida. Al final se meti¨® en el coche entre sollozos consolada por otros allegados. El forense del juzgado realiz¨® ayer las autopsias a los cuerpos.
La familia de Diana Elizabeth reside en Galapagar desde hace cerca de 15 a?os, mientras que la de Joseline Ander viven en Valencia. Esta hab¨ªa viajado desde all¨ª para pasar las vacaciones con sus allegados. El s¨¢bado tambi¨¦n hab¨ªan acudido al pantano de Valmayor, seg¨²n explicaron algunos amigos de ambas familias.
El riesgo de las corrientes y las aguas turbias
Ba?arse en r¨ªos y pantanos resulta mucho m¨¢s peligroso que hacerlo en el mar. La afirmaci¨®n la hace el capit¨¢n del Grupo Especial de Actividades Subacu¨¢ticas (GEAS) de la Guardia Civil, Carlos Mart¨ªnez, y se basa para hacerlo en las corrientes y remolinos que se pueden crear de forma imprevista. Este oficial aconseja por su dilatada experiencia restringir el ba?o solo y exclusivamente a las zonas habilitadas.
El principal problema que tienen los ba?istas de estas zonas es que en el fondo se acumula mucho fango. Al ir andando, el propio movimiento del agua y las pisadas motivan que ese fango se mueva y se enturbie. Esto impide que se vea el fondo, seg¨²n recuerda el capit¨¢n. ¡°De esta forma, no se sabe si hay alguna oquedad o alguna poza con gran profundidad con el gran riesgo que eso supone¡±, explica este especialista de la Guardia Civil. ¡°En el mar, las aguas est¨¢n m¨¢s claras y se ve casi siempre por d¨®nde se pisa. As¨ª se aprecia cualquier irregularidad en el suelo¡±, destaca.
Otro problema a?adido son las corrientes. Las diferentes temperaturas de las aguas en los pantanos y los torrentes en los r¨ªos llegan a generar turbulencias capaces de arrastrar a una o varias personas sin que estas tengan tiempo para reaccionar. ¡°Son m¨¢s peligrosos los r¨ªos porque hay m¨¢s corrientes, sobre todo para los que no los conocen al detalle¡±, destaca el capit¨¢n.
Seg¨²n Mart¨ªnez, lo mejor es centrarse solo en las ¨¢reas acotadas. En la regi¨®n, el pantano de San Juan y el r¨ªo Alberche. ¡°Son zonas en las que el agua no se dedica al consumo y que cuentan con gente en caso de que ocurra alg¨²n problema. Est¨¢n la Guardia Civil, el Summa y los socorristas¡±, a?ade el capit¨¢n del GEAS. Por tanto, en caso de que a alg¨²n ba?ista le ocurriera algo, tendr¨ªa asistencia desde el primer momento en los meses de verano.
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