?A por ella!
Lo relevante no son los topicazos, sino si Susana D¨ªaz est¨¢ preparada para dirigir Andaluc¨ªa
Mientras una mujer es una marimandona, el hombre es fuerte. Si la mujer tiene un car¨¢cter agrio, el hombre tiene un recio car¨¢cter. Donde ella es autoritaria, ¨¦l ejerce la autoridad con buen talante.
No falla: cada vez que una mujer llega a un alto puesto, sobre todo pol¨ªtico, se desatan los t¨®picos. No pod¨ªa escapar a ellos Susana D¨ªaz, nueva presidenta de la Junta de Andaluc¨ªa. Si todo transcurre como est¨¢ previsto, hoy ser¨¢ investida con el voto mayoritario del Parlamento: 60 de los 109 diputados.
Desde que en julio Gri?¨¢n anunci¨® su retirada, y D¨ªaz emergi¨® como sustituta, la derecha pol¨ªtica y sus palmeros han ido a por ella. Cargados de t¨®picos.
El primero, que es una mujer de extraordinaria dureza. Mandona y escaladora. En segundo lugar, destacan su escasa formaci¨®n y su nula experiencia profesional fuera de la pol¨ªtica.
Algunos bi¨®grafos de urgencia, con m¨¢s o menos mala fe, olvidan que es licenciada en Derecho y diplomada en Alta Direcci¨®n de Instituciones Sociales. Hija de fontanero y ama de casa. Clase trabajadora trianera. Ayudaba en el hogar y tard¨® m¨¢s de lo habitual en licenciarse.
Mas o menos lo mismo que se demor¨® Antonio Sanz, exsecretario general del PP. Aquel a quien Gaspar Zarr¨ªas dec¨ªa en el Parlamento: ¡°?Se?or Sanz, dele una alegr¨ªa a su padre y termine la carrera de Derecho!¡±. O los que emple¨® su exjefe Javier Arenas, quien, seg¨²n el a¨²n portavoz de la Junta, Miguel ?ngel V¨¢zquez, fue ¡°un mal estudiante¡± que "tard¨® m¨¢s de una d¨¦cada en sacar la carrera de Derecho".
?Poca experiencia profesional fuera de la pol¨ªtica? ?Hay que ser c¨ªnicos para, desde el PP, utilizar este argumento!
Con 22 a?os, ocuparon un cargo pol¨ªtico, y ya no abandonaron el coche oficial, Arenas, conocido por ello como El Ni?o; Rafael Hernando, diputado cunero por Almer¨ªa; Jos¨¦ Luis Sanz, secretario general del PP; y su antecesor, Antonio Sanz, el m¨¢s precoz: a los 18 a?os era vicepresidente de Alianza Popular de Jerez.
Se le echa en cara tambi¨¦n llegar a la presidencia muy joven: 39 a?os, cuando dos expresidentes ocuparon ese puesto con algunos menos: Escuredo (38) y Borbolla (36). Y el colmo: ha ¡°heredado¡± la presidencia, sin pasar por las urnas. ?Igualito que los presidentes Ignacio Gonz¨¢lez (Madrid) y Alberto Fabra (Valencia) o la alcaldesa Ana Botella! Una herencia en la que quieren incluir el pesado fardo de los ERE, tema en el que D¨ªaz no ha tenido absolutamente nada que ver.
Lo relevante no son esos topicazos, sino si est¨¢ preparada para dirigir Andaluc¨ªa. Por ahora, es una inc¨®gnita. De momento, ha sumado en su partido lo que antes restaba. Cuenta con el apoyo de todos los secretarios provinciales. La mayor¨ªa de la militancia le dio su aval. Ha restaurado relaciones con l¨ªderes hist¨®ricos del socialismo andaluz: Felipe Gonz¨¢lez, Alfonso Guerra y Manuel Chaves. Pero mientras los dirigentes del PP consideran una virtud la unidad de su partido, a D¨ªaz se la echan en cara.
Ser¨ªa deseable que quienes lleguen a los altos puestos de responsabilidad pol¨ªtica hayan pasado un tiempo en la empresa privada o en la administraci¨®n p¨²blica. Sin embargo, hasta hoy, todos los partidos se han nutrido de su cantera. Por ello, lo importante es el proyecto de gobierno de D¨ªaz y con qu¨¦ armas cuenta para realizarlo.
En su discurso de investidura nos ha ofrecido buenas palabras y mejores deseos: transparencia y lucha implacable contra el paro, la exclusi¨®n social y la corrupci¨®n; defensa de los grandes servicios p¨²blicos, salud, educaci¨®n, servicios sociales. Y se apoya en Izquierda Unida, que estar¨¢ muy vigilante para que esas buenas intenciones se conviertan en realidades.
Es decir, tiene garantizada la estabilidad en el Gobierno. Eso es lo que le duele a esa derecha rabiosa que no soporta haber sido derrotada una y otra vez, en las urnas y en el Parlamento. Por eso van a por ella.
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